Por Lissa Townsend Rodgers
Las Vegas (CNN) — No muchas ciudades evocan tantas asociaciones instantáneas como Las Vegas.
Quizá pienses en el Rat Pack, en bailarinas y en gángsteres bebiendo Martinis. O quizá pienses en solteras y grupos de amigos que andan de juerga, y esperan que lo que hagan no termine publicado en Facebook.
Es un ciudad cuya historia ha sido contada miles de veces, en libros como “Pánico y locura en Las Vegas”, en películas como “Casino” y en series de televisión desde “Vega$” hasta “Vegas”.
Pero la ciudad involucra mucho más que solo pecado.
Más de medio millón de personas viven aquí: aproximadamente 800.000 si se incluye el suburbio adyacente de Henderson. Aún abundan las máquinas tragamonedas y los cócteles, pero las artes y la escena cultural están floreciendo; asimismo, se está desarrollando un auge en la tecnología.
Hay muchos aspectos sobre Las Vegas que quizá no conozcas; no nos referimos solo a trucos de magia, secretos personales o a esos agujeros en el desierto que ves en las películas de gánsteres:
1. Abajo con lo viejo, arriba con lo nuevo
Ninguna ciudad le da vuelta al sector inmobiliario como Las Vegas. El Wynn ocupa el sitio del legendario Desert Inn; el Bellagio fue construido en lugar del hotel Dunes. El complejo turístico Planet Hollywood aún tiene dentro algo del Aladdin, mientras que el Sahara está siendo destruido y reutilizado como el SLS.
Todavía hay un Flamingo, pero Bugsy Siegel no corrió con la misma suerte allí; los restos finales del hotel original fueron derribados en 1993.
Una pequeña placa en el jardín indica la ubicación de la suite personal de Siegel, que tenía vidrios antibalas, muros a prueba de terremotos y una trampilla en el armario que conducía a túneles de escape.
2. Ciudad de cultura
Las Vegas es una gran ciudad museo, a su manera.
Tenemos el Museo del Neón, una deslumbrante pila de señales obsoletas, desde inmensos casinos como el Stardust y el Moulin Rouge hasta dados de moteles al borde de la carretera o la camisa sonriente que anuncia una tintorería.
En el Museo de la Mafia se puede ver la sala de Kefauver, donde mafiosos testificaron ante senadores, así como la pared de ladrillo con agujeros de balas de la masacre del día de San Valentín.
El Museo Nacional de Pruebas Atómicas tiene historia, ciencia y bombas. En el Pinball Hall of Fame puedes admirar (y jugar) cientos de juegos.
Sueña con conducir el Rolls-Royce Phantom II de 1932 en las Colecciones de Autos, echa un vistazo a la tanga de Gypsy Rose Lee en el Burlesque Hall of Fame o visita el nuevo Museo de Polaroid, cuya inauguración está programada para el jueves.
3. El centro de la ciudad
Cuando la gente piensa en Las Vegas, piensa en el Strip, pero recientemente, el área más antigua del centro de la ciudad ha estado llamando la atención.
Zappos, una tienda minorista en línea, se trasladó aquí, y el director ejecutivo Tony Hsieh comenzó el Downtown Project, el cual tiene como objetivo revitalizar el barrio a través de la inversión en bienes raíces y pequeñas empresas (y un gran festival de música).
Varios de los casinos más antiguos han sido remodelados, mientras que nuevos bares y restaurantes abren a un ritmo cada vez más acelerado.
En cuanto a entretenimiento, el Centro Smith tiene ofertas de alta gama: ballet, espectáculos de Broadway, el reciente estreno mundial de la obra de Shakespeare “La Tempestad”, a cargo de Teller (de Penn & Teller) y Tom Waits.
Por el contrario, la Experiencia de la Calle Fremont ofrece espectáculos de luces con temas de rock clásico, conciertos de bandas tributo (o el ocasional artista original) y un montón de bebidas frías en tazas de recuerdo.
En algún punto intermedio están los provocadores espectáculos variados del Teatro Inspire, que además cuenta con un bar con mirador, así como también lugares de encuentro de bandas en gira, como Beauty Bar y Backstage Bar & Billiards.
4. ¡Congresistas!
Cada año, se llevan a cabo miles de convenciones en Las Vegas, desde 150 personas para la Nevada Court Reporters Association hasta casi 150.000 para el Salón del Automóvil.
Algunas son muy conocidas, como la feria CES (que estrena la tecnología más reciente, desde teléfonos inteligentes hasta cucharas que publican en Internet tu conteo de calorías) y la AVN (la convención de pornografía).
Le damos la bienvenida a las estrellas del cine de Cinemacon y a los mensajeros de Interbike, el Bar & Nightclub Expo y el National Hardware Show, los fanáticos de las ferias del renacimiento y de la serie “Star Trek”.
Incluso si no estás aquí por negocios, ten en cuenta que una convención importante podría afectar la disponibilidad de hoteles, las reservaciones en restaurantes y la fila de seguridad en el aeropuerto.
5. Esqueletos entre nosotros
El Strip de Las Vegas muestra brillo y exageración a través de la ciudad, pero en el centro de esta zona se encuentran dos estructuras enormes, cuya construcción no se completó, y resultan incongruentes en óxido y oscuridad.
Está el Fontainebleau, pariente del famoso hotel Miami: 68 pisos de altura, completado en un 70%, con 3.000 millones de dólares invertidos; ha estado desocupado durante cinco años y languidece bajo el sol.
Al otro lado de la calle se encontraba el legendario Stardust, muy concurrido hasta el día de su cierre en 2006. La compañía local de casinos Boyd Gaming lo compró y lo derribó, con la intención de construir un complejo turístico sumamente lujoso con los hoteles Modarian y Delano, espacio para convenciones, varios teatros…
Llegaron hasta las instalación de las vigas antes de la crisis económica de 2008. Con el tiempo, otra empresa de casinos compró la propiedad y planea convertirla finalmente en un enorme complejo turístico.
6. El famoso casino que no existe
El Tangiers fue el escenario de “Casino”, quizá la mejor película hecha acerca de Las Vegas; el Tangiers es también un punto/ubicación recurrente en el argumento de “CSI”.
Sin embargo, el Tangiers no existe.
“Casino” fue inspirada por acontecimientos ocurridos en el Stardust pero, por razones legales, cambiaron el nombre en la película, un nombre que luego fue escogido para el programa de televisión. Algunas personas asumen que fue derribado, cuando la realidad es que nunca existió.
7. Ahora, todos se presentan en Las Vegas
La estrella de Las Vegas ya no es un cantante con un peluquín y un anillo en el meñique, ahora que un mayor número de artistas contemporáneos buscan prolongar el modelo de la “Ciudad del pecado”.
El frontón del Caesars Palace no está adornado con los rostros de Júpiter, Apolo y Venus, sino con los de Elton John, Rod Stewart y Celine Dion.
El Hard Rock emplea un formato similar dentro de su propio tema, con estancias intermitentes y extendidas por los los señores del “hair metal”, Def Leppard, Motley Crue y Guns n’ Roses.
Britney Spears canta y baila en Planet Hollywood, mientras los Boyz II Men traen armonía al Mirage. Incluso lugares más a la moda como el Brooklyn Bowl hacen temporadas extendidas, en este caso con bandas de funk/jam como Galactic, Primus y String Cheese Incident.
8. Más que máquinas tragamonedas y dados
El juego ya no es el principal motivador para hacer un viaje a Las Vegas.
El club nocturno es una de las atracciones más recientes, a medida que lujosos clubes abren sus puertas todos los meses, con una decoración excesiva, venta de licor de cuatro dígitos y una selección de DJ destacados. (Por supuesto, bajar el precio de un auto usado en una salida por la noche puede convertir el resto del viaje en un evento de cinco personas en una habitación con Budweiser y Hot Pockets).
Los grupos de personas más maduras se sienten atraído por el estatus de la ciudad como un destino para disfrutar de buena comida.
Las opciones del clásico restaurante de carne y cafetería se han expandido a un increíble conjunto de restaurantes, desde menús de prueba preparados delicadamente con vinos combinados cuidadosamente rodeados de arte con calidad de museo, hasta comida casera de todas las culturas, la cual se sirve bajo brillantes luces a multitudes que se deleitan en ella.
Famosos chefs desde Thomas Keller hasta Gordon Ramsay tienen restaurantes en complejos turísticos (Wolfgang Puck tiene seis; Emeril Lagasse y Mario Batali tienen cuatro cada uno).
Incluso si los nombres famosos que aparecen sobre la puerta no significan mucho para ti, le han dado un impulso a la carrera de muchos chefs locales. Los queridos restaurantes locales como Honey Salt, Fat Choy, Eat y Rosemary’s, cuya reapertura será próximamente, fueron creados por chefs que recibieron su capacitación en el Strip.
9. Todos los días de Halloween
Hay muchas personas en Las Vegas que se ganan la vida haciéndose pasar por alguien más, lo que significa que podrías ver a “Michael Jackson” con sombrero, guantes y lentes de sol esperando un bus en la parada.
Los imitadores de Elvis trabajan en grandes salas de exposiciones, salones de casinos y capillas de bodas, así que no es poco común ver a un hombre vestido en un overol blanco y patillas comprando un gatito o echando gasolina en su Honda.
Otros falsos famosos hacen presentaciones como tributo, o simplemente andan por ahí con la esperanza de que alguien quiera tomarse una foto con “Marilyn”. O “Tupac”. O Barney.
10. Donde Las Vegas sigue siendo “Las Vegas”
Aún hay algunos lugares que conservan el atractivo de cuando Dino estaba en el Sands y Dietrich, en el Sahara.
El Golden Steer Steakhouse ha tenido papel tapiz aterciopelado y filetes desde 1958, y aún puedes sentarte en la cabina de Elvis y beber un Martini mientras el mesero veterano prepara tu ensalada césar o postre de cerezas.
El Huntridge Tavern y el Hard Hat Lounge son bares de la era de Kennedy. El primero cuenta con una farmacia al lado y un mostrador para almorzar; el segundo, con gloriosos mulares al estilo “pulp art”.
Frankie’s Tiki Room tiene un nuevo interior, pero el estilo polinesio retro te lleva de vuelta a aquella época.
Unos cuantos casinos aún conservan su estilo original.
El Cortez se encuentra en el edificio original de 1941, con un neón antiguo en el techo y un imitador de Elvis en la sala; el Riviera podrá tener bailarines go-go y un bar británico, pero aún tiene espejos de vidrio ahumado y molduras de latón de su mejor época en los años setenta.