Por Matthew Ponsford, para CNN
(CNN) – ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? En realidad, es un poco de ambos.
Los trajes aéreos vuelan por la misma razón que los aviones despegan y las águilas planean.
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Los trajes convierten al cuerpo humano en un “plano aerodinámico”: un ala curva que produce un empuje que permite que el aire fluya más rápido por encima del ala que por debajo de la misma.
Es la tecnología que le ha permitido a las personas navegar hacia la Tierra en paracaídas y en ala delta durante décadas. Pero adaptarla para que se ajustara al cuerpo humano no fue tarea fácil.
No fue sino hasta 1997 que el pionero francés del paracaidismo, Patrik de Gayardon, estrenó el traje aéreo inflado de “presión de aire”, que se llenaba de aire como un paracaídas para lograr un ala rígida.
Hoy en día, los trajes aéreos son mucho más eficientes que sus predecesores. Le permiten al piloto deslizarse muchos metros hacia adelante por cada metro de descenso hacia la Tierra.
El fotógrafo de paracaidismo Harry Parker capturó estas increíbles imágenes del paracaidista Rip Cord en acción sobre Sebastian, Florida. Y le pedimos al paracaidista pionero Tony Uragallo, fundador de TonySuits, que nos contara más acerca de cómo funcionan actualmente los trajes aéreos.
El vuelo con traje aéreo es un deporte extremadamente arriesgado. Un estudio realizado en 2007 demostró que el salto BASE (el cual incluye ambos, paracaidismo y vuelo con traje aéreo desde estructuras hechas por el hombre y acantilados) es de cinco a ocho veces más peligroso que el paracaidismo.