Por Lexi Lampel

(upwave.com) — Puede parecer imposible hacer gran cosa cuando estás estornudando o limpiándote la nariz constantemente.

Y si eres parte del aproximadamente 8% de los estadounidenses que padecen de alergias estacionales, podrías encontrarte luchando con esos síntomas cuando intentas ejercitarte afuera durante la primavera (cuando el aire empieza a llenarse de polen) y el otoño (cuando brota la ambrosía).

“Por suerte, con el tratamiento y precauciones adecuadas, no hay razón por la que las alergias tengan que limitar las actividades de una persona”, dice el Dr. Jay M. Portnoy, director de la división de alergia, asma e inmunología en el Children’s Mercy Hospital en la ciudad de Kansas.

Esto es lo que debes hacer para asegurarte de que las alergias no te limitarán esta temporada:

Es bueno evitar tus alergenos

Diferentes plantas producen diferentes alergenos, pero ¿cuáles son los que te ocasionan síntomas? “Un alergólogo colegiado puede realizar una serie de pruebas para determinar qué es lo que desencadena tus alergias”, dice el Dr. Michael Foggs, presidente de American College of Allergy, Asthma and Immunology.

“Por ejemplo, si sabes que eres alérgico a la ambrosía o al polen de los árboles, es importante conocer qué tan prevalentes son esos alérgenos en el área donde quieres ejercitarte”.

Debido a que la cantidad de polen varía según la ubicación geográfica, visita un recurso como la American Academy of Allergy, Asthma and Immunology para encontrar las ubicaciones de las plantas a las que eres alérgico, y evitar ejercitarte en los días donde el recuento sea alto (o ejercitarte adentro).

Es mejor revisar el pronóstico

Si quieres ejercitarte afuera, lo mejor es hacerlo cuando el recuento de polen probablemente se encuentre en su punto más bajo.

“Muchas personas son alérgicas a la ambrosía, la cual tiene un recuento de polen que aumenta en la mañana y alcanza su punto máximo a medio día”, dice Portnoy. “El mejor momento para ejercitarte durante la temporada de ambrosía sería muy temprano en la mañana, antes de que el recuento de polen se dispare, o al final de la tarde, después de que ha disminuido”.

Como regla general, los recuentos de polen son más altos en días cálidos con más viento, y son más bajos en los días fríos y húmedos.

“El polen puede viajar hasta 643 kilómetros por medio del viento, pero si hay rocío o neblina, el polen no podrá viajar en absoluto”, dice Foggs. “El mejor momento para ejercitarse afuera es justo después de que ha llovido, porque el polen por lo general ha sido quitado por la lluvia”.

Para eliminar cualquier polen que se te podría haber adherido, asegúrate de ducharte y lavar tu ropa (incluyendo los guantes, chaqueta y cualquier otro equipo) después de tu entrenamiento.

Lo mejor que puedes hacer es cambiar a ejercicios adecuados 

Hasta el 40% de quienes padecen de alergias estacionales también tienen asma.

“Las alergias desencadenan problemas de asma, lo que hace que ejercitarse sea aún más difícil”, dice Portnoy. “Es recomendable que las personas con asma practiquen la natación como una actividad aeróbica. La razón por la cual el ejercicio empeora el asma es que las vías respiratorias se secan y enfrían cuando respiras muy rápido. Si nadas en lugar de correr en el exterior, entonces hay más humedad y calor, así que tienes menos probabilidades de experimentar dificultades para respirar”.

Otra opción es elegir un entrenamiento menos intenso, como caminar, hacer yoga o levantar pesas. Esas actividades tienen menos probabilidades de desencadenar dificultades para respirar, y una fuerte inhalación de alergenos.