Por Henry Hanks, CNN
(CNN) – Jonathon Walters no sabía por dónde empezar. El solo sabía que tenía que empezar por algún lado, o no viviría por mucho tiempo.
Su peso le había causado problemas por años. En la escuela secundaria, usaba pantalones talla 50. Ya casi para graduarse de secundaria, cansado de los acosadores y comentarios de los profesores, Walters acudió a su padre y le dijo que iba a dejar la escuela.
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Él recuerda que su padre dijo: “John, renunciar a las cosas es diferente a todo lo demás en la vida. Solamente es difícil la primera vez que lo haces. Después de eso, es un hábito casi imposible de dejar”.
Su padre tenía razón. Walters obtuvo su diploma de la secundaria por medio de educación en casa en el 2006. Pero en los años siguientes, él dejó la universidad y varios trabajos.
Ahora, aunque, el impresionista de libros de historietas de Benton, Illinois, finalmente no está abandonado algo. La muerte de su padre lo motivó a perder 90 kilos en los últimos nueve meses y él dice que no está mirando hacia atrás.
‘Mi mundo se había derrumbado’
El 6 de mayo del 2013, Walters recibió una noticia devastadora: su padre había muerto de un ataque cardíaco. Él tenía 53 años.
Según Walters, su padre no tenía exceso de peso ni estaba fuera de forma, así que su muerte fue inesperada.
“Mi mundo se había derrumbado”, dijo Walters.
Walters estaba abatido. Él dejó su trabajo como representante de ventas en telecomunicaciones y prácticamente no hablaba con nadie, excepto con su esposa y sus tres hijos.
Ya siendo pesado, Walters comenzó a ganar más peso en las semanas siguientes a la muerte de su padre. Él comía para aliviar el dolor que sentía, sintiendo cada noche la sensación del peso excesivo que aplastaba su pecho.
“Al principio jugué el rol de víctima y lentamente dejé que mi obsesión por la comida me consumiera”, dijo. Pero luego comprendió la muerte de su padre.
Le impactó el hecho que él también podría “a la larga quedarse sin un mañana”. El 18 de julio, se levantó y decidió que ya había tenido suficiente. Ya estaba cansado de eso.
“Ya estaba cansado de ser una carga para mi familia. Ya estaba cansado de sentir dolor cada segundo de cada día. Estaba cansado que se me quedaran viendo en las tiendas de comestibles. Estaba cansado de ser un cliente habitual en las tiendas de comida rápida. Estaba cansado de ser una versión poco saludable de mí.
“Estaba cansado de abandonar todo lo que empezaba. No solo iba a perder peso, iba a destruirlo por completo. Iba a dejar de darme por vencido. Dejé de abandonar las cosas”.
Enfrentando la realidad
Walters pidió una cita con un doctor para el día siguiente. Él no tenía idea de cómo lo haría, pero estaba determinado a perder peso sin cirugía y sabía que necesitaba ayuda. En el consultorio médico, tuvo que sentarse en los bancos porque era demasiado grande para caber en las sillas normales.
Afrontar la realidad era difícil. Él pesaba 26 kilos, su presión sanguínea era alta y tenía colesterol alto, así como hígado graso severo.
Dejó el consultorio médico y empezó a hacer ejercicio al día siguiente.
“Apenas podía caminar sin que me quedara sin aliento. Cada vez que salía a caminar, podía sentir dolor en mis piernas y pies. Me dolía mucho continuar, pero sabía que sería temporal y que darme por vencido sería algo permanente”.
Walters solía caminar un cuarto de milla, luego descansar por 5 minutos. Poco a poco, logró caminar mayores distancias. Pronto, logró caminar casi 5 kilómetros por día y bajó 22 kilos.
Pocos meses después, empezó a correr. Walters ahora corre 16 kilómetros por día, levanta pesas y hace ejercicio en máquinas en el gimnasio. Ha cambiado completamente su dieta, bajando el consumo de calorías, comiendo más vegetales y frutas e incrementando el consumo de proteínas. También eliminó las comidas fritas y sodas.
El hombre de 1.90 metros ahora pesa 122 kilos. Él aún quiere perder de 13 a 18 kilos adicionales, pero a ritmo muy lento a través del levantamiento de pesas. Él inició una página de Facebook para seguir siendo responsable y está inspirado por todos los mensajes que le mandan cada día.
Terri Hartman, enfermera practicante que trabajó con Walters al inicio de su dieta, dijo estar emocionada por sus avances. Además de cambiar su propia vida, ella ha visto que el cambio de su estilo de vida inspira a otros, incluyendo a sus dos hermanas, para volverse más saludables. Walters ha encontrado nueva fortaleza y fuerza de voluntad, dice Hartman, algo que lo ayudará por el resto de su vida.
Esta vez, Walters está decidido a no renunciar.
“Ya no se trata de mí. Mi misión es llevar motivación a las masas y demostrarles que no son necesarias las cirugías, píldoras u otros productos”, dijo Walters. Tengo tres hijos y una esposa que cuentan conmigo todos los días. …imaginar a mis hijos y a mi esposa sin mí, hace que cada mínimo esfuerzo que hago valga la pena”.