(CNN Español)– La semana pasada, la opositora Mesa de la Unidad Democrática hizo una pausa en el diálogo con el gobierno del presidente Nicolás Maduro, hasta que llegaran al país los cancilleres de Colombia, Brasil y Ecuador, así como el nuncio apostólico, monseñor Aldo Giordano, representante del Vaticano.

Este lunes, los mediadores se reunieron con ambas partes para intentar destrabar o reanimar los diálogos. El lunes en la tarde el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño dijo en su cuenta en Twitter que habían conseguido abrir “puentes de comunicación”.

La MUD entregó un documento explicando por qué sus representantes decidieron congelar el diálogo. Tras conocer estos puntos, los mediadores fueron a hablar con el gobierno.

Patiño dijo que los cancilleres avanzaron en varios puntos de la agenda tras reunirse con ambas partes.

Esto ocurre al tiempo que se anuncia un paro nacional de universidades en apoyo a los estudiantes detenidos durante las protestas.

El objetivo ahora es concretar una nueva fecha para la reunión de diálogo entre el Gobierno y la oposición.

Ya son tres meses desde el inicio de la crisis en Venezuela, con protestas que han dejado al menos 42 muertos, más de 700 heridas y más de 3.000 detenidos durante las manifestaciones, según cifras oficiales del Ministerio Público.

El oficialismo critica la posición de los opositores. Para la diputada del PSUV Blanca Eckhout, la oposición “pide una cosa imposible: la impunidad. En medio de la violencia, los asesinatos y el terrorismo, ellos quieren que nosotros avalemos un acto de impunidad”.

La MUD exige que para retomar la mesa de diálogo se apruebe una ley de amnistía que permita la liberación de Leopoldo López, coordinador nacional de Voluntad Popular, y Simón Simonovis, detenido por los hechos del golpe de Estado de 2002 y quien está enfermo.

“Seguimos firmes en la libertad de los presos”, dijo Roberto Enríquez, del Partido Social Cristiano COPEI.

En entrevista con Fernando del Rincón, la analista internacional Giovanna de Michele señaló que para el éxito del diálogo debe haber un diálogo interno en el Gobierno y la oposición.

Según la analista, un error es que no ha habido una coherencia en el discurso, pues mientras que “para el Gobierno es un diálogo y para la oposición es una negociación, y mientras que el Gobierno habla de facilitadores, la oposición habla de mediadores”.

De acuerdo con De Michele, “para que el diálogo tenga futuro, hay que definir los términos de referencia”.