Por Teo Kermeliotis
(CNN) — Es el turno de servir de Ibrahim Hamadto. Sosteniendo la raqueta con la boca, el campeón egipcio de para-tenis de mesa comienza el peloteo al hacer un movimiento rápido hacia arriba con el pie derecho. Descendiendo por el aire, la delicada esfera blanca se encuentra con su raqueta y sale como una bala con un giro poderoso.
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Hamadto, de 41 años, no tiene brazos. Perdió sus extremidades superiores en un accidente de tren cuando solo tenía 10 años. Pero la espantosa tragedia no le impidió esmerarse para conseguir sus sueños.
“En nuestra aldea, en ese tiempo, solo podíamos jugar tenis de mesa y fútbol -por eso es que juego ambos”, Hamadto, quien es originario de Kafr Saad al noreste de Egipto, le dijo a CNN. “Era lógico jugar fútbol debido a mi caso; luego, jugué tenis de mesa como un reto”.
Empezando a los 13, Hamadto pasó años esforzándose mucho para perfeccionar su juego -inicialmente intentó diferentes opciones para tomar la raqueta, incluyendo sostenerla bajo su axila, antes de decidir tomarla con su boca.
“Fue bastante difícil jugar tenis de mesa después del accidente”, recordaba Hamadto. “Tuve que practicar duro diariamente durante tres años consecutivos. Al principio, la gente estaba asombrada y sorprendida por verme jugar. Me animaron y apoyaron mucho y estaban muy orgullosos de mi fuerza de voluntad, perseverancia y determinación”.
La gente también estaba muy orgullosa de sus logros atléticos. Hamadto, quien está casado y es padre de tres hijos, ganó varios honores con el paso de los años, incluida la medalla de plata en el Campeonato Africano de Para-Tenis de Mesa el año pasado.
A principios de este mes, el campeón egipcio demostró sus habilidades en los Campeonatos Mundiales de Tenis de Mesa, llevados a cabo en Tokio, Japón, donde fue invitado de honor y jugó contra algunos de los mayores nombres del deporte.
“Ibrahim es un hombre muy agradable con fe y perseverancia”, dijo Alaa Meshref, el presidente de la Federación Egipcia de Tenis de Mesa. “Él es muy amable y modesto. Aunque sus circunstancias, tanto financieras como físicas, no son fáciles, nunca pidió nada”, añadió, al describir a Hamadto como un modelo a seguir para todos los jóvenes.
“Las personas sin discapacidades deben aprender más de él, ya que siempre encuentran excusas para molestias mínimas. Necesitan entender cómo pudo superar su tragedia y probar que insistir en tu objetivo siempre es alcanzable”.
De hecho, al ver a Hamadto jugar, al ver el arte en su juego mientras defiende con estilo y ataca con vigor, es difícil no estar de acuerdo.
“Creo que nada es imposible, siempre y cuando te esfuerces mucho”, dijo Hamadto. “Este es el mensaje que me gustaría enviar a la gente”.