Por Sebastián Jiménez Valencia, CNN Español
(CNN Español) – Una sirena de Seattle ahora vende café en las montañas de la mula Conchita. Después de 40 años de servir café de Colombia en el mundo, la cadena de cafeterías más grande y famosa llega a venderlo a territorio colombiano.
Este miércoles la cadena estadounidense Starbucks abrió su primera tienda en Bogotá, un lanzamiento muy anticipado, y también muy comentado, no sólo por la llegada de una gran multinacional, sino porque entra a un mercado dominado por una de las marcas más queridas del país: Juan Valdez.
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Pero a pesar de que la primera tienda de Starbucks en Bogotá está justo al frente de una de Juan Valdez en el Parque de la 93 de la ciudad, los directivos de la cadena aseguran que no llegan a Colombia a quitarle el mercado a la marca nacional.
“Venimos con gran humildad y respeto hacia Juan Valdez y a su mercado”, dijo Howard Schultz, presidente de Starbucks.
El sentimiento es recíproco en Juan Valdez. Hernán Méndez, presidente de Procafecol —la compañía que opera las tiendas de la marca colombiana—, dijo a medios locales no sentir miedo por la llegada de Starbucks, pero sí respeto.
Después de todo, Juan Valdez creó el nicho de mercado de cafés Premium en una sociedad que estaba acostumbrada a tomar sólo un tipo de café: el ‘tinto’, una sencilla infusión de café negro.
Starbucks tampoco es una opción de bajo costo. Mientras que un tinto en una cafetería de barrio puede costar el equivalente a 50 centavos de dólar (1.000 pesos colombianos), el café regular más pequeño de Starbucks cuesta alrededor de 1,7 dólares (3.300 pesos). Por su parte, el tinto más económico de Juan Valdez tiene un precio de cerca de 1,3 dólares (2.600 pesos). En McDonald’s es levemente más barato: 2.200 pesos.
Aunque Schultz señaló que sus precios son “competitivos”, a lo que le apuesta Starbucks es a las presentaciones grandes, como la versión venti del tinto, casi medio litro por un poco más de 2 dólares (4.500 pesos). Eso sí, un café grande cuesta 4,5 dólares (8.800 pesos).
Así que en un país en donde el salario mínimo es de 616.000 pesos (alrededor de 309 dólares), los productos de Starbucks son —al igual que los de Juan Valdez— evidentemente para las clases medias y altas.
Una experiencia distinta
Según Schultz, Starbucks ofrece una interpretación y una experiencia distintas del café. “Venimos a ganarnos el respeto del consumidor colombiano”.
Starbucks planea ganarse ese respeto aprovechando la tradición cafetera de Colombia. Su tienda ofrece únicamente café 100% colombiano, y el local de tres pisos está decorado con símbolos culturales cafeteros del país. Es la primera vez que Starbucks vende solo café de un origen particular.
“Es un día personalmente gratificante”, dijo Schultz al referirse al hecho de poder ofrecer el producto nacional en las tiendas colombianas.
No es para menos, pues Colombia es el quinto productor de café del mundo y su federación de cafeteros y su símbolo son globalmente reconocidos. Colombia cuenta con más de 900.000 hectáreas de producción de uno de los cafés suaves más apetecidos del planeta, y alrededor de 500.000 familias trabajan en el negocio.
No obstante, Pablo Arizmendi, vicepresidente general para Latinoamérica, le dijo a CNN en Español que la esencia de Starbucks se mantiene: su experiencia de consumo, esa experiencia que ya hace parte de la cultura popular estadounidense.
Su plan es que para los colombianos Starbucks sea, así como lo es para el resto del mundo, ese ‘tercer lugar’ entre la casa y la oficina, el sitio ideal no sólo para un café, sino para una conversación de amigos, una reunión de trabajo o una sesión de lectura y estudio.
¿Por qué tardaron tanto?
A pesar de tener presencia en nueve países de la región, de llevar más de 40 años haciendo negocios con caficultores colombianos y de abrir un Centro de Apoyo al Productor en Manizales en 2012, sólo hasta ahora Starbucks inicia su presencia en Colombia con locales de venta.
Su arribo se hace realidad después de lo que Arizmendi llamó una “sociedad perfecta”: Starbucks se alió con el Grupo Nutresa de Colombia y con la compañía mexicana Alsea (que opera varias franquicias en la región) para traer el café de Seattle al país suramericano.
Se trata de una inversión de alrededor de 25 millones de dólares cuya meta es abrir 50 tiendas en 5 años.
En la foto, Cliff Burrows —presidente de Starbucks para América— y Howard Schultz cortan la cinta de inauguración, acompañados por los directivos de Nutresa y Alsea.
Así se anunció en Times Square la apertura de la tienda:
Expansión latinoamericana
Burrows le confirmó a CNN en Español que la cadena planea seguir su expansión en la región.
A finales de 2014 llegará a Bolivia y en 2015 abrirán tiendas en Panamá.
Así, estos países se unirán a Brasil, México, Argentina, Chile, Perú, Guatemala, Costa Rica, El Salvador y Puerto Rico, además de Colombia, en la gran cafetería de Starbucks en Latinoamérica.
Reacción en redes sociales
La presencia de Starbucks a Colombia no ha llegado sin controversia. Para una parte del público colombiano, se trata de una amenaza para los productores nacionales. No obstante, Carlos Gallego, presidente de Nutresa, asegura que la llegada de Starbucks sólo puede beneficiar a la industria cafetera colombiana.
“La llegada de Starbucks es buena para el país y para los caficultores colombianos”, dijo Gallego.
Las opiniones están divididas. Sólo queda esperar para ver si la sirena destrona al icónico Juan Valdez y a su mula Conchita.
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