Por Emma Lacey-Bordeaux y Dave Alsup

(CNN) – Los sabios dicen que hay que mirar antes de saltar. En el estado de Alaska, es recomendable mirar antes de aterrizar.

Esto debido que en “la tierra del sol de medianoche”, donde los hidroaviones son comunes, podrían aterrizar sobre una ballena.

La semana pasada, en la remota y pequeña ciudad de Angoon, Thomas Hamm grabó un video de un hidroavión mientras intentaba aterrizar.

Era una día de asueto en la comunidad de la isla, a la que solo se puede llegar en bote o en hidroplano.

El video empieza normal, pero a medida que el avión desciende, es claro que hay algo diferente en este aterrizaje.

“De repente, el piloto empezó a acelerar, y no se sabía la razón. Entonces pensé, ¡algo anda mal!”, dijo Hamm a CNN.

Sorprendentemente, ese algo era una ballena jorobada, que nadaba justo asomada en la superficie. Por un momento, el choque entre ambos parecía inminente.

Pero el piloto alcanzó a maniobrar el hidroplano, alcanzando el ascenso necesario para evadir al mamífero.

Pocos segundos después, el aterrizaje fue todo un éxito. Hamm le mostró el video al piloto y éste le dijo que no se había percatado de la ballena, sino que reaccionó al momento de conmoción en la que todos le gritaban y le señalaban.

Una vez el piloto levantó el hidroavión, la ballena emergió del agua, limpió su espiráculo (orificio respiratorio) y cubrió con agua completamente el parabrisas del avión.

¡Así es como se llama la atención del público!