Por Ben Wedeman
CIUDAD DE GAZA (CNN) — La incursión terrestre de Israel en Gaza, que supuestamente tiene el objetivo de destruir los túneles de los militantes palestinos y detener el lanzamiento de cohetes hacia Gaza, inició su quinto día y la cifra de muertos aumenta a ambos lados mientras que el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, llega a Egipto. Ben Wedeman, de CNN, corresponsal veterano en Medio Oriente, pone en perspectiva la incursión.
¿Cómo se compara esta incursión a las incursiones previas de Israel en Gaza en cuanto a poderío militar?
A diferencia de 2008 y 2009, parece que esta incursión se concentra en zonas con alta densidad de población, inicialmente se concentraron en el vecindario de Shaja’ia, en la Ciudad de Gaza. En 2008 y 2009 se concentraron en las zonas desde las que se disparaban los cohetes, que usualmente estaban alejadas de las comunidades densamente pobladas.
Claro que en este escenario no se sabe cuántos palestinos han muerto en estos sitios. Los israelíes advirtieron a la gente por medio de mensajes telefónicos que abandonara estas zonas, pero aunque muchos se han ido, una proporción considerable se quedó.
Tengo la impresión de que Israel ha movilizado una fuerza militar mucho más numerosa que en 2008 y 2009 y que en 2012. Esto es parte del panorama en el que los israelíes entran a las zonas densamente pobladas, operación que es mucho más peligrosa como puede verse con la muerte de al menos 13 soldados israelíes el domingo 20 de julio.
¿Es probable que Israel logre destruir los túneles y detener los ataques con cohetes?
Hasta ahora, Israel no ha tenido gran éxito en su misión declarada. Desde que esto comenzó, Hamas ha usado los túneles en un intento por emboscar y capturar soldados y sigue disparando cohetes hacia Israel, aunque han disminuido en cantidad. Vemos que las capacidades de Israel han cambiado, al igual que las de Hamas. Cuando Israel recurre a tácticas nuevas, parece que Hamas y las otras facciones encuentran formas nuevas para contrarrestarlas, como el uso de cohetes de largo alcance en contra de Israel, por ejemplo.
Lo que es significativo en este momento es que parece que los combatientes de Hamas están mejor entrenados y tienen una serie de habilidades nuevas que no creo que Israel se esperara. Un soldado israelí que salió de Shaja’ia declaró para una publicación israelí que Hamas pelea como Hezbollah, grupo que emprendió una exitosa guerra de guerrillas contra la ocupación israelí en las décadas de 1980 y 1990, y causó muchas bajas entre las fuerzas israelíes durante la guerra de 2006 entre Hezbollah e Israel en Líbano.
El combate callejero más grave y más reciente que vi en Gaza ocurrió a principios de 2008 y fue casi como la hora de los aficionados: los combatientes de Gaza desfilaban por allí con sus armas pero en realidad no eran capaces de detener a las fuerzas israelíes. Ahora parece que aprendieron que deben ser más discretos. Desarrollaron lo que podría llamarse tácticas especiales y están aprovechando totalmente que conocen su territorio.
¿Por cuánto tiempo crees que dure esta incursión? ¿Cuánto tiempo pasará para que reconozcan que es una guerra?
En mi humilde opinión esto ya es una guerra… ha superado a una simple incursión. Hamas no da señas de retroceder y no se mostró entusiasmado por la propuesta de Egipto para un alto al fuego. Quieren demostrar que son una fuerza militar a la que no hay que subestimar y que están comprometidos a largo plazo.
El ministro de Defensa de Israel dijo que tomaría dos o tres días destruir los túneles. Si quieren que esta crisis termine pronto, Israel tendrá que retroceder y Hamas tiene que dejar de disparar cohetes. Hamas opina que han logrado uno de sus objetivos, que es dejar a Israel con un ojo morado.
Afirman que capturaron a un soldado israelí —esto aún no se confirma— pero si fuera cierto, sería un enorme logro, bajo sus propias condiciones. Cuando Hamas capturó al soldado israelí Gilad Shalit en una redada cerca de la frontera entre Israel y Gaza, en junio de 2006, tardaron cinco años en liberarlo a cambio de más de mil prisioneros palestinos… Así que, si es cierto, esta será una carta fuerte de negociación para Hamas.
¿La cifra de muertos que se ha registrado en Israel tendrá un impacto grave en la opinión pública israelí?
Los israelíes están acostumbrados a esta clase de mortalidad con Hezbollah, pero no con Hamas. Me encontraba en las calles de Gaza el domingo por la noche cuando los palestinos celebraron los informes de que habían capturado a un soldado israelí.
Poco después, los barcos de la Armada israelí abrieron fuego. Todos los que estaban en la calle llegaron de inmediato a la conclusión de que esta era la respuesta de Israel a la captura de uno de sus soldados.
¿Cuánto efecto tendrá la presión y la condena de la ONU (y las declaraciones inadvertidas del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry)?
Creo que los comentarios de la ONU no tendrán efecto en Gaza. La gente cree que la ONU “habla pero no actúa”, en otras palabras, que es inofensiva. Hamas sabe que tiene pocos amigos en el mundo exterior.
Los comentarios que se hicieron la semana pasada en la Casa Blanca no serán bien recibidos en Israel, creo. Además, los comentarios que John Kerry hizo el domingo —y que provocaron que muchas personas se preguntaran si estaba criticando a Israel por asegurar que su ofensiva terrestre sería limitada— indican que Estados Unidos podría estar perdiendo la paciencia. Luego de que uno de sus subalternos mencionara la cifra más reciente de bajas palestinas, se escuchó que Kerry dijo: “Vaya operación focalizada”.
Se estima que hasta el 80% de los más de 600 palestinos que murieron en el ataque israelí han sido civiles.
El gobierno estadounidense se ha comprometido con Israel y con el derecho a la autodefensa de ese país, por lo que Estados Unidos se sentirá un tanto responsable. Los estadounidenses dicen que apoyan a Israel, pero esta gran cantidad de muertos palestinos es muy problemática para Estados Unidos. Tal vez por esto Kerry se sienta incómodo: pasó casi un año tratando de forjar un acuerdo de paz para Medio Oriente y ahora no tiene nada qué presumir.
Con información de Peter Wilinson en Londres.