Por Leslie Patrick

(CNN) — No es de sorprenderse que los escenarios peligrosos también sean los más fotogénicos.

Y eso incluye a los volcanes, que han sido noticia importante últimamente.

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Hace poco, un temerario fue mencionado en las noticias por practicar rápel por la boca de un volcán, mientras que en Islandia, un piloto en Islandia apareció en los titulares por desviar su avión para darle a los pasajeros una mejor vista del Bardarbunga mientras éste hacía erupción.

Turistas captaron estas asombrosas imágenes de la erupción del monte Tavurvur en Papúa Nueva Guinea a finales del mes pasado.

Ningún volcán debería ser tomado a la ligera; estas son montañas después de todo, y si se activan, pueden presentarle a los escaladores retos más complicados que malestar por la altura o fatiga.

Sin embargo, quienes se preparan correctamente y encuentran un buen lugar serán recompensados con vistas fantásticas.

1. Kilauea, Hawái, Estados Unidos

Olvídate de las playas bañadas por el sol, de los surfistas y de las faldas de hierba, las islas hawaianas son el hogar de uno de los espectáculos de luz más impresionantes del planeta.

Ubicado en el Parque Nacional de los Volcanes de Hawái en la costa sur de la Gran Isla, el Kilauea es el volcán más activo del mundo.

El imponente volcán tiene una altura de 4.200 pies (1.280 metros), y ha estado en erupción continua desde 1983.

Quienes buscan una aventura podrían desear dar una caminata por los campos de lava solidificada para ser testigos de su poder mientras la lava sisea humeando hacia el mar.

“Durante tres años, he sido guía turístico alrededor del mundo y nada se compara al Kilauea”, dice Eric Leifer, un explorador de National Geographic quien también trabaja como guía para KapohoKine Adventures.

“Una vez te encuentras de pie al borde de la creación con la mirada hacia esa caldera ardiente, unas cuantas cosas se hacen evidentes: somos pequeños, la vida es breve y este mundo es hermoso”.

Última gran erupción: 1983

Mejor oportunidad para tomar fotografías: “Una dramática columna de gas y ceniza que sale del cráter durante el día”, dice Jessica Ferracane, especialista en relaciones públicas del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái.

“Cuando oscurece, el lago de lava refleja sus colores ardientes en la columna y en el cielo nocturno, creando un increíble espectáculo de brillo”.

Si lo visitas: no dejes de ver las distintas opciones para practicar senderismo y puntos de observación del volcán disponibles, sin importar cuál sea tu condición física.

2. Kawah Ijen, Java Oriental, Indonesia

Un inmaculado lago turquesa corona el cráter de esta montaña espectacular de 9.100 pies (2.773 metros), en Java Oriental.

Pero aunque el color tropical del agua puede parecer atractivo, contiene ácido sulfúrico.

Aunque el Kawah Ijen no está en erupción actualmente, su intranquilidad se puede sentir debajo de los pies a medida que el vapor sisea al salir de respiraderos ocultos en la superficie del cráter.

El volcán es famoso también por el “fuego azul”, ya que el gas de azufre se enciende en un tono sobrenatural por la noche. El azufre líquido al enfriarse también se convierte en bloques de color amarillo brillante que los mineros locales transportan laboriosamente para venderlos en los pueblos cercanos.

Quienes planean visitarlo por la noche deberían llevar una linterna… cuando hay un lago corrosivo en el lugar, es mejor ver por dónde caminas.

Última gran erupción: 1817

Mejor oportunidad para tomar fotografías: el azul eléctrico del azufre… si tienes suerte. Algo que es tan inusual no ocurre todos los días.

Si lo visitas: inicia tu caminata en el pueblo de Banyuwangi y considera contratar un guía local.

3. Villarrica, Chile

¿Qué podría ser más fotogénico que un lago burbujeante con lava ardiente?

Con una altura de 9.300 pies (2.834 metros), el Villarrica es uno de los pocos volcanes que permanecen activos en el mundo.

El lago de lava hirviente en su cráter es una de las atracciones turísticas más populares del sur de los Andes.

“Lo bueno de escalar el Villarica es que es accesible para la mayoría de personas que tengan una condición física promedio”, dice Steve Moore, un aventurero y bloguero sobre viajes en The Twenty First Century Nomand.

“Las vistas que puedes apreciar desde la cima en un día despejado son lo que lo hacen especial. Y también puedes deslizarte hacia abajo sobre tu trasero”.

Si le agregas al Villarica el inmaculado lago de la montaña y la pintoresca aldea del mismo nombre que se encuentra en la base de la misma, tendrás un escenario genial, listo para fotografiarlo.

Última gran erupción: 2008

Mejor oportunidad para tomar fotografías: tus amigos deslizándose sobre sus traseros por los toboganes de nieve. “Desciendes por la ladera de la montaña utilizando tu pica-hielo como freno”, dice Olga Reimgen, cofundadora de Epiclist.

“Algunas personas van incluso más allá y llevan sus esquís y tablas de snowboard a la cima”.

Si lo visitas: muchos operadores de tours ofrecen recorridos guiados de un día a la cima, a precios muy razonables.

4. Fuji, Japón

La forma sagrada del monte Fuji ha estado cautivando a la humanidad durante más de 2.000 años. De hecho, es la atracción turística número uno de Japón, y la imagen icónica de la montaña se puede encontrar en todo desde camisetas hasta tazas de café.

Más de 200.000 personas escalan este apreciado símbolo nacional de 12.300 pies (3.749 metros) cada año.

Debido a que es tan concurrido está bien equipado para los excursionistas cansados.

Diez estaciones marcan el camino rocoso hasta la cima por la ladera de la montaña, lo que permite a los excursionistas abastecerse con alimentos japoneses como fideos y sake.

Incluso hay chozas de montaña sencillas, donde es posible descansar por más o menos 5.000 yenes (47 dólares), pero éstas se llenan muy rápido.

Última gran erupción: 1707

Mejor oportunidad para tomar fotografías: la salida del sol a través de la tradicional puerta japonesa de Torii en la cima del Fuji.

Si lo visitas: la temporada oficial para escalarlo es en julio y agosto. La mayoría de personas inician el ascenso por la noche, para llegar a la cima antes del amanecer.

Trae una lámpara de cabeza y ponte varias capas de ropa si quieres llegar a la cima; puede hacer mucho frío, incluso durante los meses de verano.

5. Montañas Virunga, África del Este

No, no es un ovni.

Esas extrañas nubes que se ciernen sobre los ocho picos de la cadena de volcanes de las montañas Virunga en las fronteras de Ruanda, Uganda y el Congo se llaman “nubes en capuchón” y le dan a estas montañas un aura extraña y sobrenatural.

“Las formaciones de nubes se forman sobre la cima de las Virungas cuando el viento se ve forzado hacia arriba luego de entrar en contacto con las montañas”, dice Praveen Moman, cofundador de Volcanoes Safaris y experto en viajes a África.

“El aire se enfría hasta que alcanza el punto de rocío, lo que forma gotitas visibles mientras las nubes se forman”.

Última gran erupción: el monte Nyamuragira, de la cadena de las montañas Virunga, hizo erupción en 2011.

Mejor oportunidad para tomar fotografías: los esquivos gorilas de montaña, en peligro de extinción, quienes viven en las laderas de estas montañas.

Si lo visitas: no es barato llegar a esta parte del mundo, pero si lo visitas, hacer un recorrido a través de la espesa jungla rodeado de primates te hará sentir como Dian Fossey, el experto en gorilas.

6. Licancabur, Bolivia

La laguna de color turquesa que se encuentra al fondo del volcán Licancabur de 19.400 pies (5.913 metros) parece ser parte de otro mundo.

Esta parte de Bolivia abarca la frontera con Chile y alberga una de las mayores planicies de sal de América del Sur.

El terreno polvoriento se parece más a un paisaje lunar que cualquier otro lugar en la Tierra, y la Laguna Verde, de tonos brillantes y nombre apropiado, brilla como un espejismo en el intenso calor.

Según Jacquie Whitt, co-fundador de Adios Adventure Travel, la mejor manera de llegar a Licancabur es en jeep.

El recorrido comienza en el salar de Uyuni y pasa por pozos de barro burbujeantes y lagunas llenas de flamencos; ambos compiten con el volcán por el título del “más fotogénico”.

Última gran erupción: aproximadamente hace 10.000 años.

Mejor oportunidad para tomar fotografías: frente a la Laguna Verde, cuando el cónico volcán Licancabur reflejándose majestuosamente sobre la superficie cristalina de color aguamarina.

Si lo visitas: al reservar un viaje en jeep, ten en cuenta que la mayoría de los operadores combinan grupos para ahorrar costos.

Si no deseas un viaje compartido con extraños, reserva un tour privado y lleva a tu propio guía.

7. Monte Etna, Italia

En 2013 se incorporó a la lista de lugares declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO, el Etna es el segundo volcán más activo del mundo y el más alto de Europa.

Se cierne sobre la pintoresca ciudad de Catania en la isla de Sicilia, el Etna posa para los turistas curiosos y también ofrece un ascenso fácil.

El científico italiano Luigi Vigliotti, investigador del Instituto de Ciencias Marinas (ISMAR) en Bolonia, explica que aunque el Etna entra en erupción de forma frecuente, las erupciones no se caracterizan por actividad explosiva, lo que hace que el Etna sea un volcán relativamente seguro de escalar.

Última gran erupción: 2011

Mejor oportunidad para tomar fotografías: las antiguas aldeas que salpican la ladera del volcán, donde los fuertes italianos han vivido a la sombra de la montaña desde los tiempos históricos.

Si lo visitas: ¿por qué no atiborrarte de pasta antes de salir a escalar la montaña? Estás en Italia después de todo, y necesitarás tener fuerza para el ascenso.

8. Arenal, Costa Rica

El Arenal se ve bastante bien a pesar de tener 7.000 años de edad.

Como el volcán más activo de Centroamérica y uno de los 10 volcanes más activos del mundo, el Arenal es conocido por sus continuos flujos de lava y gases calientes, y por contener algunas de las rocas más jóvenes sobre la faz de la Tierra.

Ronald Calvo, un geomorfólogo, diseñador de viajes y líder de tours para DuVine Cycling + Adventure Co., dice que el área que rodea al Arenal también es un parque de aventura natural.

“Los viajeros pueden disfrutar de magníficas vistas de la forma cónica del volcán mientras recorren paisajes impresionantes en bicicleta, hacen canopy sobre el dosel del bosque, o navegan por el lago Arenal”, dice.

Esta zona también está llena de vida salvaje, por lo que puedes esperar ver loros, monos aulladores y ciervos a medida que te abres camino por este parque nacional de 29.692 acres.

Última gran erupción: 1968

Mejor oportunidad para tomar fotografías: el Arenal ofrece una magnífica pose por sí mismo, pero considérate con suerte si logras tomarte una selfie con una de las peludas criaturas del lugar.

Si lo visitas: la temporada de lluvia es de mayo a enero. Tómalo en cuenta cuando hagas tu planificación.

9. Mayon, Filipinas

En la isla filipina de Luzón, a 206 millas (332 kilómetros) al sureste de Manila, se encuentra uno de los volcanes más activos del mundo.

El monte Mayon se eleva sobre la ciudad de Legaspi; su imponente sombra es un recuerdo constante del poder de la Madre Naturaleza.

Desde 1616, este impresionante volcán ha hecho erupción 47 veces, y muchas de las ráfagas explosivas han ocasionado flujos de lodo o lluvias de ceniza mortales.

En 2013, cinco escaladores murieron al ser golpeados por rocas que fueron arrojadas por una explosión particularmente violenta.

Inmersa en la mitología, la montaña lleva el nombre del tío de una mítica princesa famosa por su belleza, según la leyenda local.

La princesa desafió a su tío al huir con su amante y se dice que los estruendos de la montaña son la ira de este celoso y violento familiar.

Última gran erupción: 1814

Mejor oportunidad para tomar fotografías: en cualquier lugar. A este volcán se le conoce por su forma cónica perfecta.

Si lo visitas: mientras la ciudad de Legaspi podría no ofrecer una plétora de actividades turísticas, sí cuenta con varios hoteles y servicios, y es la mejor base para salir a explorar este famoso volcán.

10. Cotopaxi, Ecuador

Cotopaxi puede ser difícil de pronunciar, pero, según Jacquie Whitt, confundadora de Adios Adventure Travel, no es tan difícil de escalar.

“No se necesita experiencia, pero debes contratar a un guía autorizado y alquilar crampones, un piolet y un arnés si quieres llegar a la cima”, dice.

Sorprendentemente, considerando la altura, es posible llegar a la cima de esta particular parte de los Andes en solo un día.

Para los menos aventureros, las ventanas panorámicas de Chilcabamba Eco Lodge ofrecen vistas sensacionales de la arquetípica forma de cono del Cotopaxi.

Con una majestuosa altura de 19.347 pies (5.896 metros), esta impresionante montaña es el rostro publicitario de la belleza natural de Ecuador.

Última gran erupción: 1904

Mejor oportunidad para tomar fotografías: los tonos azules del hielo del glaciar de la montaña yuxtapuestos con el espectacular rojo de la tierra de abajo.

Si lo visitas: ten en mente que desde el 2012 todos los picos de Ecuador de más de 16.000 pies (4.876 metros) deben ser escalados con un guía autorizado.