Por Rob Crossan, para CNN
(CNN) — No hay mejor sensación de emoción antes de beber que encontrarse con una guarida secreta de cocteles, bonhomía y hedonismo.
Dirigirse hacia la superficie en el interior de un edificio añade un cierto escalofrío a la experiencia del bar.
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La falta total de luz solar no solo da una excusa para quedarse hasta la hora del desayuno, sino que muchos de estos bares subterráneos tuvieron vidas pasadas extrañas como búnkeres nucleares y bóvedas bancarias.
Ahora, sensatamente, están dedicados a las alegrías de beber.
Una bóveda bancaria convertida en bar (Trinity Place, Nueva York, EU)
En el fondo de un rascacielos de la Gran Manzana con aspecto de Ciudad Gótica en el corazón de un distrito financiero, entrar a Trinity Place involucra caminar a través de un conjunto de puertas de 35 toneladas que tienen dos siglos de existencia, que llevan a las exbóvedas del Banco Real de Estados Unidos.
La primera sala contiene un área lounge y detrás de la segunda, una sala para cenar que, según el dueño Jason O’Brian, alguna vez fue la sala de reuniones privada de los miembros de la junta ejecutiva del banco.
La comida, apropiadamente, está en un estilo Mad Men de mediados del siglo XX; hay un filete tártara y bisque de langosta junto con cervezas artesanales de barril incluidas la Smuttynose y la Duvel.
Trinity Place, 115 Broadway, Nueva York; +1 212 964 0939
Un exbaño público subterráneo (Cellar Door, Londres, Inglaterra)
Es predeciblemente diminuto pero los nauseabundos alrededores del baño público de Londres fueron hechos pedazos por esta conversión de una comodidad subterránea victoriana en un cabaret y bar burlesque.
Con capacidad para solo 60 personas, hay una serie de rarezas por descubrir incluido el tabaco disponible en el bar, las puertas opacas del baño que solo se cubren cuando está cerradas y una rocola SMS.
La bloguera de bares y viajes de Londres, Harriet Constable, es una visitante regular aquí y dice “tiene un público muy fiel de excéntricos genuinos de Londres quienes vienen sabiendo que pueden ser traviesos y no tienen que lidiar con bravucones opresivos”.
“Es sorprendente que un lugar tan céntricamente ubicado todavía tenga esta reputación de culto; ha pasado algún tiempo pero todavía es un tipo de lugar ‘conocido’”.
Cellar Door, 0 Aldwych, Londres WC2E 7DN; +44 20 7240 8848
Cueva (Bar More, Dubrovnik, Croacia)
Muy parecido a la guarida subterránea del Dr. Evil de Austin Powers, esta cueva natural debajo del Hotel More en la ciudad más hermosa de Croacia es una combinación fabulosa y extrañamente retro.
En su corazón hay paredes precipitadamente rocosas iluminadas de morado, estalagmitas y estalactitas, barras blancas brillantes y un poco de coctelería seria de los camareros.
Pide amablemente y podrían prepararte el Crocktail; una especialidad croata hecha con Zada Maraschino (un licor local), jugo de cereza, jugo de limón y cáscara de naranja confitada.
Si el clima es bueno, puedes ascender desde la cueva y beber en la terraza sobre el suelo.
Bar More, Kardinala Stepinca 33, Dubrovnik; +385 020 494 200
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Búnker nuclear (Parukarka, Praga, República Checa)
Lucharás para encontrarlo cuando está oscuro, pero si estás en el distrito Zizkov de Praga en una noche de fin de semana y ves una puerta diminuta en medio de una pared de concreto con grafitis con la palabra “amigo” escrita en ésta, encontraste uno de los clubes más extraños en (o debajo) de la Tierra.
Con dos escaleras en espiral, estás en Bunkr Parukarka, un búnker nuclear construido por el partido comunista checo en la década de 1950.
“Sería más fácil destruirlo y después reconstruirlo desde cero”, dice Michal Tesinsky, el hombre detrás del trabajo de limpieza de tres años que convirtió esta rareza de la Guerra Fría en un próspero club, galería de arte, bar y lugar de música en vivo que puede albergar hasta 250 noctámbulos de Praga.
Sin embargo, más de cuatro quintas partes del búnker todavía están vacías.
Lo extraño es el hecho de que una de las estipulaciones de uso de este espacio increíble es que, si llega el Apocalipsis, el club debe convertirse en su propósito original en 48 horas.
Parukarka, Praga, +420 603 423 140
Exburdel (Madame Claude, Berlín, Alemania)
Este lugar subterráneo alguna vez fue hogar de las notables señoras de la noche de Berlín, quienes utilizaban este club para “servir” a soldados estadounidenses en el periodo después de la Segunda Guerra Mundial cuando la capital alemana fue dividida en zonas controladas separadamente por los británicos, estadounidenses, franceses y rusos.
Convertida por tres amigos franceses que se mudaron a la capital alemana, el bar ahora es una madriguera de salas con toques de surrealismo parecidos a Dalí, incluida una sala de cabeza donde las mesas y lámparas cuelgan del techo, un guardarropa que lleva a un bar secreto y una cuota de entrada deliciosamente baja basada en “dona lo que puedas costear”.
El entretenimiento gira hacia lo experimental y avant garde con sets regulares de DJ, noches de micrófono abierto y concursos de ping-pong.
Madame Claude, 19 Lubbener Street, Berlín; +49 30 8411 0859
Excripta (Bedfords, Norwich, Reino Unido)
Con su piso de piedra y techo de bóveda, este bar y lugar de música en vivo todavía tiene las marcas de una cripta medieval del siglo XV que alguna vez fue.
Ubicado en The Lanes, una de las partes más antiguas de la histórica ciudad mercado de Norwich, las escaleras del edificio no son nada nuevas, construidas en el siglo XVII y utilizadas antiguamente como Oficina Postal.
El administrador Jamie Jamieson, quien trabajó en Bedfords durante 19 años dice: “Es un espacio hermoso con muchas características originales expuestas. Cada vez que se lo muestro a las personas dicen ‘wow’. Tiene todo el trabajo antiguo y un techo de bóveda”.
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Listado como un monumento antiguo, la cripta alguna vez fue utilizada como guardería de los niños de los trabajadores de la oficina del edificio principal; lo suficiente para darle pesadillas a cualquier niño.
Los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial significaron que muchas de las criptas de Norwich colapsaron o se llenaron de escombros.
Esta es una de las pocas sobrevivientes, donde puedes encontrar todo desde una noche de DJ hasta una clase de salsa; e incluso la fiesta posterior de una boda.
Bedfords Bar, 1 Old Post Office Yard, Norwich, Norfolk NR2 1SL; +44 1603 666869
Rob Corssan es un periodista ‘freelance’ y presentador de radio que vive en Stockwell, en el sur de Londres.