Por Dario Klein, para CNN Español

Valle del Bekaa, Líbano (CNN Español) – Una delegación uruguaya recorre un asentamiento de refugiados sirios en el Líbano, intentando ver con sus propios ojos las dimensiones del desastre humanitario causado por la guerra civil en Siria.

“Conmueve ver a los gurises (niños), conmueve” dice estremecido Javier Miranda, jefe de la delegación uruguaya.

A cada paso, reciben una dura muestra del problema que pretender ayudar a resolver.

“Decirle a esta gente: miren, ustedes importan… venimos de muy lejos porque ustedes importan. Transmitir mínimamente con el gesto, con la cara algo de solidaridad”, agrega Miranda.

A pesar de las apariencias, el Valle del Bekaa es la zona más rica y fértil del Líbano. En el lugar crecen viñas y olivos.

El valle se extiende por el oriente libanés, en la frontera de Siria, entre dos cadenas montañosas, y en el lugar residen 350.000 refugiados que han escapado de la guerra en el país vecino.

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Y precisamente a ese lugar, al Valle del Bekaa, es a donde llegó la delegación uruguaya, y desde allí es desde dónde llegarán algunos de los refugiados a los que Uruguay les ha abierto la puerta.

Para que eso sea posible, el gobierno uruguayo puso a andar un complejo andamiaje en el que participan representantes de la Cancillería, el Ministerio del Interior y la sociedad civil, apoyados por la embajada uruguaya en Beirut.

Y a nivel internacional, por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Pierre King, gerente de operaciones de la OIM dice que su organización busca “brindar la logística, ayudar y dar apoyo al gobierno de Uruguay y ACNUR, así como también a los refugiados. También soy responsable de los exámenes médicos, del acceso a la salud de los refugiados y estoy a cargo de los transportes aéreos hacia Montevideo”.

Y el respaldo local sorprendió a las autoridades uruguayas.

“Comienzan a tejerse capas de solidaridad que uno tal vez originalmente no se imaginaba y que también le dan sentido a este proyecto”, dice Miranda.

“Es conmovedor ver cómo nuestro país le puede ofrecer una oportunidad. Y además como el pueblo uruguayo en general, las instituciones uruguayas están siendo solidarias, se están ofreciendo para ayudar a la adaptación en distintas formas”, añade Marta Pizzanelli embajadora de uruguaya en el Líbano.

Desde instituciones religiosas cristianas, como la Comunidad Marista, donde vivirán los sirios durante los dos primeros meses y aprenderán el idioma y la cultura, hasta universidades, clubes o colegios secundarios.

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“El voluntariado hasta nos ha sobrepasado nuestra capacidad de conducirlo”, dice Miranda.

Un voluntariado en el que también participan instituciones libanesas.

“Hicimos un acuerdo con el instituto Cervantes de Beirut que nos propone que un número importante de sus estudiantes pueda viajar al Uruguay acompañando este proceso y que trabajen, colaboren con nosotros en el proceso de interpretación de estas personas”, añade Miranda.

La clave es que, una vez que lleguen a Uruguay, los refugiados puedan incorporarse rápidamente a la sociedad, y para ello hay tres pilares que el gobierno uruguayo considera clave: acceso a la vivienda, educación para los niños y trabajo.

“El proceso de reasentamiento en Uruguay, de inserción social en la trama uruguaya está fuertemente ligado al trabajo. No como mano de obra explotada, de ninguna manera, sino como la convicción de que el trabajo es aquello que efectivamente nos permite una mejor inserción social y que además nos da una enorme dignidad. Somos en buena medida lo que hacemos, lo que queremos hacer y lo que podemos hacer” dice Miranda.

En definitiva, hacer todos los esfuerzos necesarios para que el proyecto de reasentamiento de familias sirias tenga éxito.

“Ofrecer una tierra, un país donde puedan ser recibidos, ser acogidos, y donde puedan establecerse con muy buenas posibilidades de éxito en su adaptación”, agregó la embajadora Pizzanelli.

“¿Qué vamos a hacer cada uno de nosotros para que esta gente viva mejor?, ¿para que estos niños tengan una oportunidad de vida digna?”, dice Miranda.

Y para que las preguntas que se planteó Javier Miranda después de visitar el Valle del Bekaa tengan respuesta.