Por Dario Klein, para CNN Español

(CNN Español) – Detrás del esfuerzo para paliar el desastre humano desatado por la guerra en Siria hay una larga lista de organizaciones humanitarias y también la ONU, a través de su agencia para los refugiados, la ACNUR.

Una agencia que ya no da abasto ante la irrefrenable llegada de refugiados a los países vecinos de Siria, empezando por el Líbano, donde hay más de un millón y medio de refugiados, de los cuales la mitad son niños.

Más de la mitad de los refugiados oficialmente registrados por ACNUR, son menores de edad.

Para responder a este tipo de pedidos es que existe la agencia ACNUR, que se encarga de registrar, proteger y asistir la marea de refugiados que sale de Siria.

En el Valle del BekaA, en la oficina de la ONU para los refugiados, aquí, día tras día, hora tras hora, miles de sirios hacen la cola para registrarse y convertirse oficialmente en refugiados. El tema es que al atravesar esta puerta entran al Líbano para buscar la paz, pero también para nunca más volver a su país.

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A partir de ese momento, la ACNUR, y numerosas organizaciones no gubernamentales, hacen lo que pueden.

“Hay demasiado que hacer. Hay pocos fondos para la cantidad de gente que necesita apoyo.  Yo sé que es cansador, pero esta gente necesita apoyo por un tiempo más, la verdad”, dijo Michele Alfaro, de ACNUR.

Según Ibrahim Hawi, director regional en Monte del Líbano de Care “la situación es insostenible. La ayuda que reciben y pueden distribuir no es suficiente”.

Representantes de la ONU junto al embajador de la Buena Voluntad, el actor uruguayo Asvaldo Laport, y una delegación uruguaya, visitaron un centro comunitario de ACNUR, donde niños y mujeres refugiados de la guerra Siria, buscan una alternativa a la desesperanza.

Según Javier Miranda, secretario de Derechos Humanos de Uruguay, “los trabajadores de ACNUR que están ahí como forma de trabajo, como forma de compromiso social a escala mundial”. Miranda también destaca el trabajo las organizaciones no gubernamentales.

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Son más de 3 millones de personas las que ha expulsado la guerra de Siria; y para asistirlos, la ONU necesita mas de 3.500 millones de dólares.

ACNUR también coordina con gobiernos —como los de Suecia, Alemania o Uruguay— que han tendido su mano para recibir a algunos refugiados.

Se trata de un trabajo de funcionarios y voluntarios del mundo para que los niños puedan decir que son felices.