Por Euan McKirdy, CNN

(CNN) – Los paisajes urbanos normalmente son impresionantes, pero encontrar un sitio que tenga una vista privilegiada en una nueva ciudad puede ser difícil.

No para On the Roofs (OTR), un colectivo de fotógrafos de Moscú cuya misión es tomar fotografías y vídeos emocionantes, y a menudo hermosos, desde los tejados de los edificios más altos del mundo. Durante los últimos cinco años, han llegado a los tejados de los rascacielos del mundo y han filmado vídeos desde Egipto hasta Bélgica, desde Shanghái hasta Sudamérica.

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Una vez arriba, se asoman peligrosamente por los bordes y escalan torres, antenas y grúas sin protección alguna. Así mismo, hacen que cualquier persona que vea los vídeos altamente populares que publican en los sitios de intercambio de vídeo Vimeo y YouTube, así como en su propio blog, tiemblen mientras se maravillan la temeridad de los miembros de OTR.

Su hazaña más reciente, publicada en YouTube el 8 de octubre y que ya cuenta con más de un millón de visitas, muestra a cuatro de ellos subiendo una escalera de acero hasta el tejado de un rascacielos en Hong Kong para apropiarse de una enorme valla publicitaria LED; los cuatro son identificados al final del corto vídeo como Vadim Makharov, Vitaliy Raskalov, Arseni Khachaturan y Nikolay Zheludovich (estos no son sus verdaderos nombres).

Una vez completan su misión, el rótulo muestra el mensaje: “¿Qué pasa Hong Kong?” y muestra clips de una hazaña anterior, en la que Makharov y Raskalov escalan la Torre de Shanghái de 2.073 pies (632 metros),que en ese momento aún estaba en construcción.

Ninguna filosofía

Después de apropiarse exitosamente de la valla, posan los unos para los otros y para un drone que vuela sobre ellos, haciendo tomas de su misión. Luego, se apresuran a bajar las escaleras y salen del edificio, triunfantes.

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“No existe una filosofía para OTR, solo somos un pequeño grupo de fotógrafos que disfrutamos de la exploración, los lugares interesantes y algunos países distintos”, le dice Raskalov a CNN.

“De hecho, es muy sencillo. Compré una cámara y luego de eso pensé: ‘tal vez intentaré subir a los tejados’. Tomé algunas fotos de los tejados y pensé: ‘me gusta’ y luego de eso, escalamos toda Rusia. Lo hicimos en muchas ciudades y después viajamos porque ya habíamos terminado en Rusia y nos pareció que no era mala idea intentar algo realmente increíble”.

Él dice que han escalado miles de edificios en más o menos 50 países. Además de subir, también bajan; invaden los metros y exploran las áreas subterráneas de los lugares que visitan.

La primera vez que subió, Raskalov dice que estaba un “poco” asustado.

“Sí, un poco; pero, ¿sabes?, ahora para nosotros es como una rutina. Es muy sencillo. Empezamos hace cinco años y desde entonces hemos escalado bastante. Normalmente tengo miedo, no de las alturas sino de la policía. Algunas veces tenemos que irrumpir en los edificios. A veces, si vamos a un país peligroso, como un país árabe, tal vez sea un gran problema si la policía nos atrapa. Esa es la parte que más nos asusta”.

Por lo general, las autoridades tratan de alcanzar a los invasores de tejados, aunque los agentes de seguridad de edificios emblemáticos como el Central Plaza de Hong Kong de 1.227 pies (373,9 metros) conocen sus rostros y les prohíben la entrada.

Dice que no le preocupa que les prohíban la entrada a ciertos países. Luego de los informes publicados en los medios de comunicación chinos sobre su hazaña en la Torre de Shanghái, él pensó que les podrían extender una prohibición de 20 años para no entrar al país, pero no ocurrió nada y desde entonces, han vuelto a viajar a China.

Acceso ilegal a la computadora  

Para la misión de “¿Qué pasa Hong Kong?”, dice que la parte más difícil fue determinar cuál era el programa de computación que ejecutaba la valla LED. El ascenso por el China Online Center de 659 pies (201 metros) en el distrito Wan Chai, en el centro de Hong Kong, fue algo bastante rutinario, y en cuanto a la terminal de computadora: “¡La encontramos ahí! Fue una gran sorpresa. No sabíamos que podíamos cambiar la valla cuando subimos”.

“Encontrar el edificio y llegar a la cima fue fácil, porque todas las puertas estaban abiertas. Solo entramos, encontramos las escaleras que conducen hasta arriba; después, encontramos la terminal de computadora, la abrimos y jugamos con ella durante dos o tres horas. Así es como logramos que reprodujera nuestro video”.

Los escaladores fueron noticia el año pasado cuando escalaron la Gran Pirámide en Guiza, Egipto… y más adelante se disculparon cuando fueron acusados de faltarle el respeto a los monumentos antiguos.

Él dice que también hay cierto escepticismo en torno a la veracidad de lo que hacen. No es difícil ver por qué; algunas de las imágenes son desconcertantes.

“Algunas personas dicen que es un buen video con buena acción, pero otras personas dicen que es falso. Quizá el 30% de la gente piensa que es falso. Otras personas también piensan que el gobierno de Hong Kong nos dio permiso o dinero, o que hacemos esto de forma legal, pero no es verdad”.

Él dice que hay mucho interés en su trabajo, y a pesar de no tener un interés político, los han contactado grupos como los organizadores del movimiento de protestas en pro de la democracia en Hong Kong.

“Algunas personas de Hong Kong nos enviaron mensajes acerca de Occupy Central, preguntándonos cómo podíamos hacer lo mismo (lo que hicimos con la valla LED) con ellos. ¡Querían un paraguas amarillo ahí arriba!”

Pero hasta el momento, lo que hace que él y otros conspiradores sigan adelante es simplemente la emoción del ascenso.

“No tenemos un mensaje como tal, es solo diversión. Supongo que nuestro mensaje es solo ‘¿qué hay de nuevo?’”