Por Jake Wallis Simons, para CNN
(CNN) – ¿Cuándo un jardín deja de ser simplemente un jardín? Cuando es un jardín de vanguardia.
Los diseñadores del pasado (quienes se enfocaban en el césped verde, los arriates tradicionales, y los ornamentos de buen gusto) apenas podrían reconocer los jardines experimentales de hoy.
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“El diseño de jardines siempre ha sido una disciplina muy tradicional”, dice Madison Cox, un diseñador de jardines que forma parte del equipo responsable de un nuevo libro, The Gardener’s Garden.
“Los jardines se encuentran en un estado de cambio constante y solo se puede hacer lo que las plantas te permiten hacer. Por lo tanto el diseño de jardines, cambia con menor rapidez que la pintura, la escultura o la arquitectura, ya que toma más tiempo experimentar con él”.
Vocabulario de plantas
También ha habido otras restricciones. En el pasado, el diseño de jardines se limitaba a las plantas que estaban disponibles, ya que era difícil tener acceso a plantas que no crecían en la zona.
Pero ahora, dice Cox, el “vocabulario de las plantas” ha aumentado.
“Ve a cualquier centro de jardinería en Inglaterra, Italia, Estados Unidos o en otro lugar, y encontrarás plantas de todo el mundo”, dice.
Esto (combinado con la influencia de avances radicales en las disciplinas de la pintura, la escultura y la música) le ha permitido a una nueva generación de jardineros crear espacios que se deben más a la imaginación que a la tradición.
El nacimiento de una nueva forma de arte experimental
Comenzó con experimentos como Lotusland, un extravagante jardín en Santa Mónica, California, creado en la segunda mitad del siglo XX por Madame Ganna Walska, una excéntrica cantante de ópera. Contiene plantas exóticas de todo el mundo, colocadas en contextos fantásticos.
“Es completamente descabellado”, dice Cox. “La sección llamada el Jardín Azul, por ejemplo, tiene muchas plantas azules y restos azules de una planta embotelladora de Coca-Cola colocados en el suelo. El efecto es esta extraña luz azul submarina, que al mismo tiempo es inquietante y tranquilizadora”.
De igual forma, Marjorelle (un jardín público en Marrakech, Marruecos, que atrae a unos 730.000 visitantes al año) exhibe plantas que casi en su totalidad carecen de colores vivos, y se asemeja a un mundo de grises, verdes claros y azules pálidos.
“El único color viene de las cosas que no son naturales, como las superficies pintadas y la cerámica”, dice Cox.
Llevando el diseño a otro nivel
En Kent, Inglaterra, el jardín que perteneció al director de cine Derek Jarman evita la hierba y los árboles tradicionales para adoptar restos marinos, malas hierbas y objetos perdidos; así, crea un espacio que es en muchas maneras más parecido a un plató cinematográfico que a un jardín.
Los diseñadores experimentales modernos han estado llevando las cosas a otro nivel. El jardín de arena roja del Real Jardín Botánico de Melbourne, Australia, parece un paisaje marciano, con todo y círculos de rocas, escarpaduras curvas con formas llamativas y follaje.
Sin embargo, los diseñadores modernos de vanguardia no están completamente libres de todas las restricciones. “En el mundo de hoy, tenemos otros problemas ambientales apremiantes, como la conservación del agua”, dice Cox. Los diseñadores tienen que tener en cuenta qué es apropiado para las condiciones climáticas específicas en las que están trabajando. Esto es de vital importancia”.
El corazón de cualquier jardín
A la larga, dice, un jardín es un jardín si representa un lugar dónde refugiarse del mundo.
“En años recientes, ha habido una explosión de creatividad”, dice, “pero nosotros nunca hemos perdido ese sentido de que el jardín es un paraíso, un refugio del mundo y una alternativa a nuestro entorno normal y nuestras vidas caóticas”.
“Ese siempre ha sido el objetivo de un jardín, y eso nunca va a cambiar”.