Por Ollie Williams para CNN

(CNN) – Joao Victor Marcari Oliva podría convertirse en uno de los más notables talentos olímpicos de Brasil, si se puede apartar de las sombras de una leyenda: su madre.

Oliva es el hijo de Hortencia Marcari, quien llevó al equipo femenino de Brasil a conquistar el Mundial de Baloncesto en 1994 y a ganar la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta dos años más tarde.

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“Aquí en Brasil, Hortencia es una celebridad y está al mismo nivel que las grandes estrellas del fútbol”, dice Marcos Antonio, escritor especialista en baloncesto.

“Era una anotadora por naturaleza, una ‘jugadora estrella’; era casi imposible bloquear sus tiros. Siempre aparecía en televisión”.

Oliva dice: “Cada vez que camino por la calle con mi mamá, muchos admiradores le toman fotos y le piden su autógrafo. A veces eso resulta aburrido, pero es agradable”.

Con una altura de 1,80 metros, (es un poco más alto que su madre) el adolescente le ha cerrado las puertas a tener una carrera en el baloncesto. Su corazón está puesto en un deporte completamente diferente: la doma.

“Tengo la sangre de mi madre en lo que concierne al deporte, pero mi padre criaba caballos. Cuando era joven, pasaba todo mi tiempo con ellos”, dice el joven de 18 años, cuya madre jugó en la final de baloncesto de Atlanta 96 a pocos meses después de darlo a luz.

“Si mi madre fuera otra persona, no estaría hablando contigo. Muchas personas de los medios me hablan porque conocen a mi mamá. Creo que eso es bueno: es bueno para mí y para mi trabajo”.

Debido a que los Juegos Olímpicos se llevarán a cabo en su país dentro de dos años, el equipo ecuestre de Brasil está en medio de un impulso sin precedentes para alcanzar el éxito en el escenario mundial.

Oliva pertenece a la próxima generación de talentosos jinetes brasileños que esperan generar interés, aunque no ganen medallas, en Río 2016.

Prácticamente, Brasil no tiene antecedentes en la doma clásica (una de las tres disciplinas ecuestres de los Juegos Olímpicos), así que Oliva se ha trasladado a Alemania, una de las principales naciones para este deporte, a fin de capacitarse mejor.

“No quiero ganar en Río… no creo que sea posible”, dice. “Tengo mucho que aprender y Europa es muy fuerte en el deporte. Pero estoy aquí, y aprenderé como un europeo. Creo que puedo ser un buen jinete”.

La nación ha contratado a expertos reconocidos mundialmente para ayudar en el desarrollo de sus jinetes. El neozelandés Mark Todd, por ejemplo, está entrenando al equipo del concurso hípico.

Todd es uno de los jinetes más exitosos en la historia del concurso hípico, el cual combina la doma , el cross-country y el salto de obstáculos. A sus 58 años, ha ganado títulos olímpicos en dos ocasiones (en 1984 y 1988), al igual que tres medallas de bronce, entre ellas una en Londres 2012.

Brasil no carece de aspirantes talentosos: rostros relativamente nuevos como Oliva y Zanotelli se unen a personas como Doda Miranda y Roger Clementino (quien es el primer africano brasileño en llegar a las Olimpiadas y le dio clases a Oliva cuando era niño) en la doma clásica.

También está Luiza Almeida, quien hizo su debut en la categoría de doma en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 a la corta edad de 16 años. Se trata de la jinete más joven en la historia de los juegos de verano.

Pero Todd dice que el éxito de Brasil en 2016 dependerá de encontrar caballos de calidad antes del evento.

“No importa qué tan buenos sean los jinetes, también tienes que tener buenos caballos”, advierte. “Los buenos caballos no surgen de la noche a la mañana”.

“Uno de los mayores problemas de Brasil es la falta de caballos de fuerza. Aunque faltan dos años para las Olimpíadas, dos años no es nada en términos de entrenar a un caballo para enfrentarse a todos los demás países de primer nivel”.

Los Juegos Ecuestres Mundiales Alltech FEI, que se llevan a cabo en Francia, son la mayor prueba para los jinetes brasileños y su actual alineación de caballos, antes de los Juegos Olímpicos en Río.

Pero los jinetes ya tienen la mirada puesta en Río y en lo que podría ser el espectáculo ecuestre más grande de sus vidas.

“Brasil celebrará una gran fiesta”, dice Zanotelli, quien obtuvo el puesto número 22, siete posiciones detrás de su compatriota Pessoa, luego de dos rondas de competencia de saltos en los Juegos Ecuestres Mundiales.

“Muchas personas hablaron sobre la Copa Mundial (incluso los brasileños hablaron mal del evento), pero al final fue un gran éxito”.

“Este es un país grande, y tenemos muchos problemas, pero a la hora de un evento tenemos personas realmente buenas a quienes les encanta recibir a los extranjeros y ser buenos anfitriones”.

“Todas las mañanas, el hecho de que se celebren los Juegos Olímpicos en tu país te da la motivación de seguir adelante. Creo que va a ser increíble”.