Por Allyssia Alleyne, para CNN
(CNN) – Bernard Lang ha creado una formidable obra fotográfica viendo hacia abajo a la sociedad.
Las imágenes aéreas del fotógrafo de Múnich, tomadas desde 149 hasta 1.500 metros en el aire, capturan la geometría inesperada y los patrones de la vida cotidiana. Ya sea que esté fotografiando las playas del Mediterráneo o estacionamientos suburbanos, los resultados son tanto deslumbrantes como vertiginosos.
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Lang toma sus fotos aéreas mientras está suspendido desde avionetas y helicópteros. Cuando el avión alcanza la altitud deseada, Lang, asegurado al aparato con un cinturón de seguridad, inclina la parte superior del cuerpo fuera del avión, boca abajo, para lograr tomar las fotografías desde un ángulo perfectamente vertical. ¿Es peligroso? “En realidad no, si el cinturón está bien. Es sólo que si el cinturón se abre, no sería seguro”, dice Lang riendo.
Él está acostumbrado a que le pregunten si las imágenes que toma (las que a menudo son inesperadamente simétricas, repetitivas y gráficas), de alguna manera, han sido manipuladas. En su mayor parte, él trata de restringir su edición a cosas como el ajuste de contraste o el enderezamiento de la imagen. “Yo no cambio ni hago ningún montaje allí”.
Para Lang, el principal desafío con respecto a las tomas desde el aire, es enfocarse en la cámara mientras está en movimiento constante. A pesar de que con el tiempo se ha ido acostumbrando a esto (él calcula que ha hecho de 10 a 15 tomas aéreas durante los últimos cuatro años), admite que sintió náuseas la primera vez que lo hizo, pero que en su mayoría se debió a la mala elección que hizo al escoger un piloto. “Era un piloto que no había volado hacía tiempo y que no estaba acostumbrado al avión. Incluso tuvimos problemas con el aterrizaje… Realmente esto fue más aterrador que inclinarme hacia fuera sosteniéndome con el cinturón”.
Lang, quien ha trabajado como fotógrafo desde 1993, empezó a tomar fotos aéreas hace cuatro años. Antes de eso, se especializó en la fotografía comercial, por lo general para los equipos deportivos y para un servicio cablegráfico de noticias.
Su incursión en la fotografía aérea fue inspirada por los panoramas que apreciaba fuera de su ventana en los vuelos de pasajeros. Él recuerda haberse sentido especialmente cautivado por los paisajes nevados durante un vuelo desde Tokio hacia Múnich que sobrevoló Siberia, y por los vastos desiertos que vio en un vuelo hacia Sudáfrica. “Fue muy impresionante ver estas estructuras a una altitud de 10.000 metros sobre… los paisajes, los enormes ríos. Siempre estuve interesado en ver los patrones… Para mí, todos se veían como pinturas”.
En última instancia, Lang espera que sus imágenes hagan que las personas se cuestionen la manera en que actualmente ven el mundo. “En mis fotos ves cosas que son diferentes y, algunas veces, reveladoras, porque normalmente no las ves desde esta perspectiva poco común”.
Con sus imágenes de la mina a cielo abierto de Hambach, el sitio minero más grande con un foso abierto de carbón de Alemania, Lang esperaba destacar la explotación de recursos naturales y el impacto físico de la minería, lo cual cree que muchas personas ignoran. “Tú no logras ver este lugar de esta forma, la manera en que ellos exploran el suelo o la tierra, los recursos… Puede ser algo revelador”.
A pesar de que había visto imágenes de los residentes desplazados por la mina (en el año 2012, tenía una profundidad de unos 370 metros y más de 836,127 millones de metros cuadrados de ancho), y de las tomas alrededor de la mina de carbón, él vio muy poco que le diera una idea de qué tan grande era su espacio de utilización. “Y, por supuesto, he visto las enormes máquinas recogedoras en tierra, así que pensé que las enormes dimensiones pueden parecer realmente interesantes… Fue en realidad como una pintura abstracta”.
Sin embargo, él tampoco se opone a que la gente aprecie su trabajo desde un nivel puramente estético. De hecho, él estaba encantado cuando Albert Kriemler, jefe de diseño de la marca suiza de moda Akris, lo abordó respecto a incorporar dos de sus fotografías aéreas (una de un campo de fútbol y la otra de una escena de playa) en la colección Cruise 2014 de Akris Punto. “Ha sido un honor para mí”, dice Lang. “La ropa realmente se veía estupenda, y las fotografías han sido perfectamente insertadas por los diseñadores de Akris”.
Si bien las fotos proyectan una cierta simplicidad, las mismas conllevan muchísimo trabajo tras bastidores para lograr tomarlas, desde explorar ubicaciones hasta alquilar los aeroplanos. Según la experiencia de Lang, la parte más difícil de todas es encontrar el piloto correcto. “Por supuesto que aquí alrededor de Múnich, tengo pilotos, y solo tengo que esperar el clima adecuado y la disponibilidad del piloto. Pero en otros lugares, podría tomar algunas semanas, quizás de cuatro a cinco, o incluso más”.
En agosto, por primera vez, Lang enfocó su lente afuera de su Alemania natal, captando las escenas en un complejo turístico en una playa italiana, en la costa del Adriático, la cual le pareció bastante exótica. “En Alemania, no podríamos encontrar este tipo de complejo turístico… con estas sombrillas coloridas”.
Fue en Italia donde Lang descubrió cómo incluso los mejores planes pueden frustrarse. En los días previos a sus tomas, el pronóstico local del clima decía que sería un día completamente soleado. Lo que en realidad ocurrió, fue que, media hora después de estar haciendo las tomas, el cielo se nubló por completo. “Dije, esto no está bien, ya que he invertido mucho dinero: le pagué al piloto, alquilé las máquinas, el aeroplano y los costos del viaje”.
Sin embargo, cuando revisó todas sus imágenes posteriormente, se sintió aliviado al ver que muchas de ellas salieron a la perfección a pesar del clima. Él dice que ha llegado hasta el punto de esperar estas agradables sorpresas. “Siempre me sorprendo a mí mismo. Nunca sabes con exactitud lo que verás desde arriba, o la manera en que se verá. Esto siempre es interesante”.