CNNE 38387be5 - bienestar-feliz

Por Elizabeth Landau

(CNN) — La felicidad: la reconoces cuando la ves, pero es difícil de definir.

Bien podrías llamarlo una sensación de bienestar, de optimismo o de encontrarle un sentido de importancia a la vida, aun cuando todos estos también podrían tratarse como términos por separado. Pero cualquier cosa que sea la felicidad, sabemos que la deseamos y eso, de alguna manera, ya es algo bueno.

También sabemos que no siempre tenemos control sobre nuestra felicidad. Los estudios sugieren que la genética puede jugar un papel muy importante en nuestro nivel normal de bienestar subjetivo, así que algunos de nosotros podemos empezar con desventaja. Como si esto fuera poco, entre las tragedias inesperadas y el usual estrés diario, los factores ambientales pueden bajarte el ánimo y minar tu deseo por vivir.

El ser capaz de manejar tus altibajos emocionales es importante tanto para tu cuerpo como para tu mente, dijo Laura Kubzansky, profesora de ciencias sociales y conductuales en la facultad de Salud Pública de Harvard.

“En cuanto a la salud física, no es tanto la felicidad per se, sino la habilidad para regular y tener un sentido de propósito y significado”, dijo Kubzansky.

¿Por qué ser feliz?

Muchos estudios científicos, incluyendo algunos realizados por Kubzansky, han encontrado una conexión entre el bienestar psicológico y físico.

Una revisión de más de 200 estudios de 2012, encontraron una relación entre los atributos psicológicos positivos, como la felicidad, el optimismo y la satisfacción con la vida, y un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Kubzansky y otros investigadores de la facultad de Salud Pública de Harvard dieron a conocer sus hallazgos en la publicación Psychological Bulletin.

Por supuesto, no es tan simple como decir “usted debe ser feliz para prevenir los ataques al corazón”. Si usted tiene un buen sentido del bienestar, es más fácil mantener buenos hábitos: hacer ejercicio, tener una dieta equilibrada y dormir lo suficiente, dijeron los investigadores. Las personas que tienen una mentalidad optimista pueden ser más propensos a involucrarse en conductas saludables porque las perciben como algo útil para lograr sus objetivos, dijo Kubzansky.

En este estudio, una menor presión arterial, un peso corporal normal y perfiles de lípidos en la sangre más saludables, también se asociaron con una mayor sensación de bienestar.

Por ahora, estos estudios solo pueden mostrar asociaciones; no proporcionan evidencia sólida de causa y efecto. Sin embargo, algunos investigadores especulan que los estados mentales positivos sí tienen un efecto directo en el cuerpo, quizá mediante la reducción de los procesos físicos dañinos. Por ejemplo, otro de los estudios de Kubzansky encontró que el optimismo está asociado con menores niveles de inflamación.

Si lo que entendemos por felicidad es específicamente “gozar la vida”, hay evidencia más reciente que también lo respalda. Un estudio realizado en el Canadian Medical Association Journal encontró que las personas de 60 años en adelante que dijeron que disfrutaron menos la vida eran más propensas a desarrollar discapacidades a lo largo de un período de ocho años. La movilidad también estaba relacionada con el disfrute de la vida. Este estudio no prueba que los problemas físicos son causados ​​por disfrutar menos la vida, pero sugiere que existe una relación.

Cuando la felicidad se origina de: genes + ambiente

Existe evidencia sustancial que respalda que la genética juega un importante papel en la felicidad, según Nancy Segal, psicóloga de la Universidad Estatal de California, Fullerton, y autora de “Born Together – Reared Apart” (Nacidos juntos, criados por separado).

La investigación ha demostrado que los gemelos idénticos tienden a tener un nivel similar de felicidad, más que los gemelos fraternos. Y en el caso de los gemelos idénticos, la felicidad de uno de ellos es un mejor indicador de la felicidad actual o futura del otro, a diferencia de sus logros educativos o de ingresos, dijo Segal.

“Si tienes padres felices e hijos felices, creo que las personas por lo general asumen que es porque los niños siguen el modelo de los padres”, dijo. “Pero eso no es realmente así. Tú necesitas hacer notar que los padres heredan tanto los genes como los ambientes”.

Lo que es más, parece que hay un cierto nivel de felicidad que los individuos tienen en general, hacia el cual generalmente gravitan, dijo Segal. Ese nivel depende de la persona y de las situaciones en las que él o ella estén involucrados.

Sin embargo, aunque la genética tiene una gran influencia, eso no significa que alguien esté biológicamente destinado a ser infeliz, dijo. Podría representar más trabajo si tu estado de ánimo estándar es bajo, pero determinadas terapias han demostrado ser útiles para aumentar el bienestar psicológico.

El medio ambiente también sigue siendo muy importante para el bienestar psicológico, dijo Kubzansky.

“Decirle a alguien: ‘No te preocupes, sé feliz’, es de cierto modo, no ver el cuadro completo de cuáles son las limitaciones ambientales que tienen impacto sobre las cosas que ellos pueden hacer”, dijo Kubzansky.

El dinero y el tiempo

Podrías estar pensando: “Quizás sería más feliz si tuviera más dinero”. Existe ese viejo cliché que reza “el dinero no compra la felicidad”, pero ¿es eso cierto? Un estudio de 2010 en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias descubrió que el bienestar emocional aumenta con el ingreso hasta un punto, el cual parece ser un ingreso familiar de 75.000 dólares. La felicidad del día a día no aumentó con ingresos más altos.

Pero los investigadores Daniel Kahneman y Angus Deaton de la Universidad de Princeton, determinaron que cuando se les preguntó a los participantes sobre la satisfacción general con sus vidas, ésta efectivamente siguió aumentando en relación con el ingreso, incluso con un ingreso mayor a 75.000 dólares. Sus resultados muestran una clara distinción entre la manera en que las personas se perciben a sí mismas en términos de felicidad “actual” versus su satisfacción con la vida.

“Más dinero no necesariamente compra más felicidad, pero menos dinero sí se asocia con el sufrimiento emocional”, escribieron Kahneman y Deaton. “Quizás 75.000 dólares es el umbral en donde los nuevos aumentos de ingresos ya no mejoran la capacidad de las personas para hacer lo que importa más a favor de su bienestar emocional, tal como pasar tiempo con la gente a la que le tienen cariño, evitar el dolor y la enfermedad y disfrutar del ocio y el entretenimiento”.

¿Serías más feliz si compraras el carro con el que siempre has soñado? Varios estudios sugieren que las experiencias nos hacen más felices que las posesiones. Eso es en parte porque una vez que has comprado algo, tal como un carro nuevo, te acostumbras a verlo todos los días y la alegría inicial se desvanece, dicen los expertos. Pero, a lo largo del tiempo, puedes continuar obteniendo felicidad de los recuerdos de las experiencias.

Las experiencias crean “poderosos e importantes recuerdos que no cambiaría por nada en el mundo”, le dijo Thomas Gilovich, profesor de psicología en la Universidad Cornell, a CNN en 2009.

Pero si estás en el mercado comprando un regalo de cumpleaños para tu enamorado, un objeto material aún sigue siendo significativo, convirtiéndose en un recuerdo con valor sentimental que aumenta conforme pasa el tiempo, dijo Gilovich.

O quizás serás más feliz una vez que hayas vivido más tiempo. La investigación también ha encontrado que un cierto sentido de la felicidad podría estar relacionado con la edad.

Los adultos mayores pueden ser capaces de regular mejor sus emociones que los más jóvenes, se exponen a menos estrés y experimentan menos emociones negativas, le dijo Susan Turk Charles, psicóloga de la Universidad de California, Irvine, a CNN en 2009. Se necesita más investigación científica respecto a si la disminución de la respuesta negativa también está asociada con un sentimiento de felicidad.

Felicidad: vivir el momento

Pero ¿qué pasa en este momento?, ¿qué podemos hacer para sentirnos más positivos?

Si estás tratando de aumentar tu propio sentido de la felicidad, intenta técnica trate de técnicas de concientización. La concientización significa estar presente y en el momento, y observar sin prejuicios, le dijo Susan Albers, psicóloga de la Clínica de Cleveland, a CNN en 2010.

La concientización proviene del budismo y es clave para la meditación según esa tradición. Las terapias para una amplia variedad de condiciones, incluyendo trastornos de la alimentación, depresión y trastorno de estrés postraumático, incorporan la concientización. Enfocarse en el aquí y ahora contrarresta los hallazgos en cuanto a que la divagación de la mente está asociada con la infelicidad.

Las actividades tales como llevar un diario de gratitud y ayudar a otras personas también están asociadas con sentimientos de bienestar, dijo Kubzansky.

Una gran variedad de aplicaciones de teléfonos inteligentes también están disponibles para ayudarte a monitorear y mejorar tus estados de ánimo. Pero no pienses que tienes que enfrentar solo los desafíos emocionales; un terapeuta profesional puede ayudarte a llegar a donde quieres estar.

Según Kubzansky, si la sensación de bienestar hace que una persona sea más saludable, entonces los legisladores deberían promover también iniciativas a gran escala para motivar esto. La creación de parques para fomentar el ejercicio y la institución de iniciativas flexibles entre el trabajo y la familia, son solamente algunas de las maneras en las que las comunidades pueden llegar a ser más saludables como un todo.

Así que recuerda: un vaso medio lleno podría ser más saludable que un vaso medio vacío.