Por Katie Pisa
(CNN) — La chequera está muerta. Mientras estamos en ello, también escribamos un obituario para los lectores de tarjetas.
Y si alguna vez te ha preocupado quién podría estar viendo tu PIN por encima de tu hombro en el cajero automático, o el exorbitante recargo que deberás pagar por esa transferencia monetaria, no temas.
En los próximos años (hablamos de un futuro cercano), estos problemas no existirán, ya que la forma en la que realizamos nuestras operaciones bancarias y controlamos nuestras finanzas cambiará enormemente. Ya lo ha hecho de muchas maneras.
“Nos encontramos en este espacio sin precedentes en el que la tecnología avanza a un ritmo tan acelerado que está empezando a asustarlos a todos”, dijo Gi Fernando, fundador e inversionista de Free: Formers, una compañía que ayuda a los negocios y a los jóvenes desempleados con capacitación digital.
“Será antes de lo que piensas”, dijo Fernando, quien afirma que dentro de cinco años, la tecnología detrás de cómo manejamos nuestras operaciones bancarias y nuestras finanzas va a ser irreconocible.
Éstas son cinco cosas que probablemente no necesitarás dentro de cinco años para realizar tus operaciones financieras.
Números de pin y lectores de tarjetas
A medida que la biometría se convierte en la elección de más compañías, los anticuados números de PIN y los pesados lectores de tarjetas serán cosa del pasado, dijo Fernando.
Las huellas dactilares, los lectores de retina, las hebillas de los cinturones, los relojes e incluso los lentes de contacto reemplazarán a los antiguos números de pin y a los lectores de tarjetas en nuestras transacciones modernas.
“Veremos un uso mayor de información biométrica”, concuerda Steven Lewis, un analista de la banca global en Ernst & Young. “Las huellas dactilares y los escáneres de ojos reemplazarán a las firmas y se volverán más frecuentes”, dijo.
“Comprar cosas va a ser fácil y sin problemas”, dijo Fernando, quien describió un escenario en el que los compradores entran a una tienda, eligen lo que quieren comprar, pagan por medio de su dispositivo o portátil, y se van.
Los bancos… como los conoces
Aunque aún habrá bancos físicos, muchos de ellos no existirán como los conocemos hoy en día. Algunos de ellos aparecerán en supermercados, cafeterías, tiendas temporales y concesiones, dice Fernando.
Al igual que las cafeterías del siglo XIV donde se lograban acuerdos de negocios, estos nuevos ambientes bancarios tendrán un propósito similar. “Las personas tienen una necesidad de encontrarse cara a cara”, añadió Fernando.
Así que, mientras aún habrá sucursales bancarias, muchas de ellas lucirán más como una tienda de Apple, sugiere.
Efectivo y cheques
Siempre habrá efectivo a pesar de lo que los defensores de una sociedad sin efectivo podrían predecir. Es rápido, fácil, aceptado en casi cualquier lugar y puede mantener simple la pista de tu papel.
“Tomará más tiempo que el efectivo desaparezca”, dijo Fernando. Mientras tanto, los teléfonos inteligentes y los métodos de pago sin contacto aumentarán en popularidad como forma de comprar nuestros abarrotes, ropa, boletos de tren, bus y mucho más.
Sin embargo, no podemos decir lo mismo de los cheques. “En el transcurso de los últimos años, el cheque ya casi ha muerto”, dijo Lewis. “Estamos haciendo uso de la tecnología digital para emitir ese cheque”, dijo.
“Vamos a tener una serie de distintas tecnologías. Quienes la adopten primero estarán muy dispuestos a usar sus teléfonos. Otros seguirán teniendo efectivo, cheques y tarjetas”, añadió Lewis.
Préstamos tradicionales
¿Necesitas dinero pero tu banco no te quiere otorgar el préstamo? No temas, hay distintos modelos de grupos de préstamos entre particulares (P2P) y sitios web que le prestarán el dinero directamente a individuos y negocios sin pasar por una institución financiera tradicional.
Lending Club y Prosper son las dos entidades más grandes que ofrecen préstamos entre particulares en Estados Unidos. En 2013, otorgaron 2.400 millones de dólares en préstamos, lo que representa un aumento significativo frente a los 871 millones de dólares en 2012. Y un informe reciente realizado por la firma de capital de riesgo Foundation Capital predice que el mercado global para los préstamos entre particulares podría superar la cantidad de 1 billón de dólares para 2025.
Otro ejemplo, Funding Circle, en el Reino Unido, proyecta un crecimiento masivo. Mientras los bancos aún otorgan la mayoría de los préstamos en el Reino Unido (más del 85%), Funding Circle dice que espera ocupar una gran parte de ese mercado durante los próximos cinco a 10 años.
“Hemos visto un crecimiento significativo entre las entidades que otorgan préstamos entre particulares en el transcurso de los últimos años”, dijo Lewis. “Aunque solo representan una mínima fracción del mercado general de préstamos, su enfoque está empezando a cambiar el modelo tradicional de los préstamos bancarios. Esto es tan así, que algunos bancos están empezando a asociarse con entidades que otorgan préstamos entre particulares para ofrecerle más opciones a los clientes”.
Compañías de transferencia electrónicas.
Pronto, podrían terminar los días de ir al banco o a la agencia de transferencias monetarias para enviar a casa o al extranjero el dinero que te has ganado con tanto esfuerzo. Ya hay un amplio rango de compañías en línea que ofrecen transferencias monetarias con cuotas más bajas por transacción; Transferwise, Kantox, CurrencyFair son algunas de ellas.
Los medios sociales podrían ampliar el atractivo. La compañía de servicios financieros Azimo, por ejemplo, le permite a los usuarios transferir dinero a través de Facebook, así como a través de la página web de Azimo y la aplicación. Mientras un banco comercial cobra en promedio 12% por el envío de remesas y un operador tradicional de transferencias cobra más o menos el 6,5%, Azimo dice que solo cobra el 2%.
Azimo está creciendo rápidamente, ya que su tamaño se duplica cada dos meses y medio, dijo Michael Kent, el director ejecutivo de la compañía. ”Calculamos que alrededor del 98% de las transferencias de dinero aún no se realizan en línea”, dijo Kent, “pero ahora que los números se están orientando hacia nosotros, vemos que eso está cambiando rápidamente y que pronto será un punto de inflexión, a medida que los clientes se dan cuenta de los ahorros y beneficios de costos que las operaciones digitales implican”.
Sin embargo, no será un cambio inmediato, advierte Lewis. “Ciertamente, otros proveedores aumentarán la competencia, pero también estamos viendo una serie de bancos que son más restrictivos en el ámbito de las transferencias monetarias, a medida que luchan con las disposiciones que son cada vez más complejas contra el lavado de dinero”.