Por Carlos Fernández de Lara
(CNNMéxico) — El verdadero maestro para ordenar, elegir, empaquetar y enviar regalos y productos alrededor del mundo no es la figura icónica de la Navidad Santa Claus, sino el gigante del comercio electrónico, Amazon.
Para demostrarlo, la firma abrió las puertas a medios de comunicación a su centro de distribución en Tracy, California, un espacio de trabajo donde la mayoría de los trabajadores pesan exactamente 149 kilos y todos son robots.
Como parte de su estrategia de promoción para el Ciberlunes, un día de ofertas especiales en internet, la compañía mostró el uso que le da a los robots especializados en distribución y operación ruda de Kiva Systems, que actualmente operan en diez de sus nuevos centros de distribución en Estados Unidos.
De acuerdo con la compañía el uso de sistemas autónomos en su centros es reflejo de 20 años de investigación y desarrollo en el área de software e innovaciones mecánicas.
En 2012, Amazon adquirió Kiva Systems por 750 millones de dólares; sin embargo, el gigante de comercio electrónico tiende a mantener en secreto o fuera del foco de los medios el interior y operación de sus centros de distribución.
“El equipo de Amazon siempre se ha enfocado a innovar, aumentar la velocidad y reducir los costos de entrega en beneficio de nuestros clientes. Los avances en nuestros últimos centros de cumplimiento atacan estos tres deseos de los clientes sin dejar de ofrecer un ambiente de trabajo que es ideal para los empleados”, dijo el vicepresidente senior de operaciones a nivel mundial y servicio al cliente de Amazon, Dave Clark, en un comunicado.
Actualmente Amazon tiene más de 15.000 robots Kiva laborando en sus centros de distribución alrededor de Estados Unidos, 3.000 de ellos se encuentran en Tracy, California. Los robots tienen un peso de 330 libras (alrededor de 149 kilos) y son capaces de cargar tres veces su peso, de acuerdo con información del sitio web de Kiva Systems.
A través de sistemas de visualización y software de orientación gráfica, los Kiva (similares a un aspiradora robot) son capaces de recorrer y cargar en sus “espaldas” los cientos de miles de estantes del centro para acercar los productos adquiridos por los consumidores a las estaciones de distribución.
Cada uno con rutas, tiempos y movimientos precisos para evitar chocar entre sí o repetir procesos.
Así, contrario a que sean humanos los que deben correr o acercarse a cada estantería en búsqueda del producto, los robots Kiva llevan las estanterías completas a los trabajadores del centro para que ellos únicamente tomen los productos necesarios.
Según Amazon, la tecnología dentro del centro les permite la descarga y entrega de un trailer lleno de inventario en 30 minutos y no horas, como anteriormente era.
El ejecutivo de Amazon explicó que el Centro de Tracy California almacena 21 millones de productos (máxima de 26 millones) y tiene la capacidad de despachar más de 700.000 productos en los días más atareados, como el Ciberlunes.
Esta no es la primera vez Amanzo busca integrar sistemas autónomos en sus procesos. A finales de 2013, la compañía mostró sus intenciones de que Drones voladores fueron los responsables de entregar los productos de los clientes.
El proyecto se ha detenido por diversas preocupaciones de la La Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés), pero tiene la promesa de poder entregar los productos que el usuario solicita en un lapso de tiempo no mayor a los 30 minutos.
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