(CNN Money)– Una rebanada del pastel de bodas del príncipe Guillermo y la duquesa Catalina se vendió en una subasta el viernes por unos inesperados 7.500 dólares.
El pastel de frutas se les entregó a los invitados a la boda real de Will y Kate en 2011, pero un invitado lo vendió a la casa de subastas Julien en Beverly Hills. El pastel, que tenía ocho pisos, le llevó al panadero cinco semanas de trabajo y se dice que conserva su sabor hasta 13 meses después de cocido. Se presentó en una lata junto con una invitación en blanco a la boda con la papelería de la Reina.
La casa de subastas esperaba que el pastel alcanzara entre los 1.000 y los 2.000 dólares.
Hace varios años, Julien vendió un pedazo de la tarta de la boda de los padres de Guillermo, el príncipe Carlos y la princesa Diana, por poco más de 6.000 dólares, según el director ejecutivo de la casa de subastas Martin Nolan. El horneado marital tenía 27 años en ese momento.
En la subasta del viernes también se sacaron a la venta cinco de los vestidos de Diana, que se esperaba que fueran subastados entre los 60.000 y los 100.000 dólares cada uno.
Según Nolan, Diana vendió estos vestidos en una subasta en 1997, sólo unos meses antes de su muerte en un accidente de coche, por sugerencia de William, quien le dijo que podía donar las ganancias a la caridad.
En ese momento, los vestidos se vendieron por entre 5.000 y 18.000 dólares, y se han mantenido en muy buenas condiciones.
Los cinco vestidos vendieron por un total de 458.000 dólares.