(CNN Español) – Kumi Naidoo, presidente ejecutivo Greenpeace, presentó personalmente disculpas al Ministerio de Cultura de Perú luego del daño causado por ese grupo ambientalista a las ancestrales líneas de Nazca.
Las autoridades peruanas, sin embargo, reclamaron que esa institución no ha querido dar los nombres de los activistas que colocaron un letrero a un costado de la figura llamada “El colibrí”, moviendo piedras y malogrando con sus pisadas el suelo de una zona de un valor intangible.
La incursión en las milenarias líneas fue para colocar un mensaje de reflexión sobre cambio climático, a propósito de la cumbre COP 20 realizada por la ONU en Lima.
“No hemos obtenido lo que hubiéramos querido, que nos den ahora nombres, pasaportes, direcciones, quienes son los que han acompañado a Mauro Fernández”, dijo la ministra de Cultura Diana Álvarez Calderón.
El argentino Mauro Fernández es uno de los ambientalistas de Greenpeace que la noche del domingo 7 de diciembre quiso llamar la atención del mundo colocando el mensaje “Tiempo para el cambio, el futuro es renovable” en un costado del famoso dibujo.
La Fiscalía de Perú investiga un caso en el que incluso podría pedir la pena máxima que contempla la ley para el delito de daño al patrimonio cultural: 8 años de cárcel.
Según explicó Luis Jaime Castillo, viceministro de Cultura, “la razón por la que no puede entrar nadie, no solamente es por el efecto duradero que tiene sino porque esta zona no ha sido íntegramente estudiada y van a ser generaciones de investigadores los que nos van a terminar de revelar todos los misterios de las líneas de Nazca”.
“Hemos cometido un error. Ahora debemos comprometer toda nuestra atención para solucionarlo”, dijo Naidoo.
“Comprometo toda nuestra capacidad para explorar todas las opciones para reparar cualquier daño”.