Por Ray Sánchez, CNN
(CNN) – La liberación este miércoles del subcontratista del gobierno estadounidense Alan Gross después de casi cinco años de prisión en Cuba prácticamente elimina el último obstáculo importante para mejorar las relaciones con La Habana.
“Estos son sin duda los primeros pasos para derribar el embargo”, dijo Ted Henken, un experto en Cuba y presidente del Departamento de Sociología y Antropología en el Baruch College de Nueva York.
“Ese es el espíritu de lo que está sucediendo hoy. Eso es enorme”.
El presidente Barack Obama dijo que habló por teléfono con el presidente cubano, Raúl Castro, el martes durante aproximadamente una hora, en la que fue la primera comunicación a nivel presidencial con Cuba desde la Revolución Cubana.
El presidente anunció planes para normalizar las relaciones diplomáticas con Cuba y disminuir las restricciones económicas en el país, un cambio de política que llamó el final de un “enfoque obsoleto” en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba que “durante décadas, no ha logrado avanzar nuestros intereses.”
Gross, en poder del gobierno cubano desde 2009 por contrabandear equipos de satélite a la isla, fue liberado como parte de un acuerdo histórico que abre el camino a una revisión a fondo de la política de Estados Unidos hacia la isla.
La decisión se produce en mitad del segundo mandato de Obama y supone un deshielo en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Altos funcionarios del gobierno y observadores de Cuba han dicho que las reformas en la isla y el cambio de actitud en Estados Unidos crearon una apertura para mejorar las relaciones.
La liberación de Gross por razones “humanitarias” fue acompañada de un intercambio de espías, según funcionarios: Cuba liberó a un agente de inteligencia estadounidense que llevaba más de 20 años encarcelado en Cuba, aunque las autoridades no identificaron a esa persona por razones de seguridad. Por su parte, Estados Unidos dejó en libertad a tres de los cinco agentes de inteligencia cubanos condenados por espionaje en 2001.
Altos funcionarios del gobierno reconocieron hace poco que había habido conversaciones en torno a un intercambio entre Gross y los tres agentes cubanos - parte del grupo originalmente conocido como los Cinco Cubanos. Además, editoriales recientes en The New York Times recomendaron el final del embargo de Estados Unidos sobre Cuba y un intercambio de prisioneros por Gross, lo que indica un cambio de actitud en la política hacia Cuba.
El momento adecuado
Tras las elecciones legislativas estadounidenses, algunos observadores dicen que había llegado el momento para un gran avance en las relaciones. Como presidente en su segundo mandato, Obama no tiene que preocuparse por la reelección.
“Él no tiene nada que perder”, dijo Henken sobre el presidente.
William LeoGrande, profesor de la American University y co-autor de un nuevo libro, “Back Channel to Cuba”, que narra décadas de negociaciones entre los dos países, estaba en Cuba el miércoles por el histórico anuncio.
“Este es un acontecimiento histórico en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, y es de esperar un paso hacia la plena normalización de las relaciones”, dijo por correo electrónico.
“Las acciones de Obama son las más positivas para mejorar las relaciones desde el presidente Carter”, agregó.
Una directiva presidencial ya desclasificada, firmada por Carter en marzo de 1977, declaró: “He llegado a la conclusión de que debemos tratar de lograr la normalización de las relaciones con Cuba”.
Se cree que esa directiva fue la única vez que un presidente se marcó como objetivo explícito de su política exterior la normalización de las relaciones de Estados Unidos con la Cuba de Castro.
En 2002, Carter se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos, actual o anterior, en visitar Cuba desde la revolución de 1959.
LeoGrande dijo recientemente que “las estrellas políticas están bien alineadas porque tanto Obama como Raúl Castro han dicho en repetidas ocasiones que les gustaría ver una mejora en las relaciones”.
En abril de 2015, en la Cumbre de las Américas en Panamá, los dos líderes tendrán la oportunidad de reunirse cara a cara. La Casa Blanca puede sentar las bases de acuerdos destinados a “enterrar el hacha de guerra histórica entre los EE.UU. y Cuba”, dijo Peter Kornbluh, co-autor de “Back Channel to Cuba” y analista principal del Archivo de Seguridad Nacional.
“Richard Nixon fue hasta China, y Barack Obama sólo tiene que ir a Panamá”, dijo.
En Washington, altos funcionarios del gobierno predijeron una mayor cooperación, con una salvedad importante.
“Hay cosas que podemos hacer, pero tiene que comenzar con Gross”, dijo hace poco uno de los funcionarios, antes de la liberación de Gross.
Wayne Smith, exjefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, elogió el momento del anuncio, diciendo que es una buena noticia tras la publicación del informe que relata las torturas de Estados Unidos a sospechosos de terrorismo después del 11 de septiembre.
“Estados Unidos es el único país ahora que no tiene relaciones diplomáticas con Cuba”, Smith dijo a CNN en La Habana. “Una de las críticas en el hemisferio contra Estados Unidos es su anticuada política hacia Cuba. Así que ahora nos estamos moviendo … cambiar nuestra política de Cuba para comenzar a colaborar con Cuba. Eso es exactamente lo que hay que hacer”.
Momento para un cambio
Sin la aprobación del Congreso, el gobierno de Obama está tomando medidas significativas para mejorar las relaciones con Cuba.
“Parece que va a haber conversaciones directas entre los gobiernos que irán mucho más allá de la migración, que ha sido, básicamente, el límite de las conversaciones hasta ahora”, dijo Henken.
“El gobierno está anunciando que van hacia las plenas relaciones diplomáticas. Ese es el objetivo final. Nunca hemos escuchado eso en 50 años”.
Por ejemplo, el presidente puede eliminar la prohibición de viajar y permitir que todos los estadounidenses, no sólo los cubano-estadounidenses, vayan a la isla mediante la concesión de “licencias generales” para viajar a Cuba.
Obama dijo el miércoles que Estados Unidos impulsará la reapertura de su embajada en el país comunista y permitirá algunos viajes y comercio que estaba prohibido bajo un embargo de décadas, impuesto durante el gobierno de Kennedy.
Aunque las restricciones a los viajes no permitirán el turismo, sí posibilitará más viajes de estadounidenses a la isla.
En un impulso al naciente sector privado cubano, el gobierno de Obama permitirá más ventas comerciales y exportaciones de bienes y servicios a Cuba, en especial los materiales de construcción para empresarios y residencias privadas, una mayor formación empresarial, así como la exportación de más hardware de comunicaciones y otros servicos.
“Creo que este contacto empoderará más al pueblo cubano”, dijo Obama el miércoles al anunciar el nuevo enfoque en la política hacia Cuba.
Otros cambios anunciados permiten a bancos estadounidenses y cubanos construir relaciones y a los viajeros utilizar tarjetas de crédito y débito.
A los viajeros de Estados Unidos se les permitirá importar hasta $ 400 dólares en bienes de Cuba, incluyendo $ 100 en el alcohol y el tabaco - incluidos los cigarros cubanos.
Las remesas de los estadounidenses a sus familias en Cuba también se incrementarás a aproximadamente $ 2.000 por trimestre.
Estados Unidos también revisará la designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo, dijo Obama. “Cuba ya no pertenece a la lista, si es que alguna vez lo hizo”, dijo LeoGrande. “Si usted lee el último informe sobre los estados patrocinadores del terrorismo internacional difundida por el Departamento de Estado, se ve que por cada punto señalado al explicar por qué Cuba está en la lista sigue una explicación de lo mucho mejor que Cuba se está comportando en ese punto”.
La Casa Blanca fue criticada tras el reciente canje de cinco detenidos talibanes a cambio de la liberación del sargento del Ejército de Estados Unidos, Bowe Bergdahl.
Bergdahl fue liberado en la primavera pasada después de casi cinco años de cautiverio a manos de militantes en Afganistán. Su polémica liberación llegó a cambio de cinco talibanes de nivel medio y alto que estaban en la Base Naval de la Bahía de Guantánamo, en Cuba.
“Llevaban 16 años en la cárcel”, comentó LeoGrande sobre los agentes cubanos “y solo por razones humanitarias ya es razonable liberarlos cuando esperamos ganar a cambio la liberación de un ciudadano estadounidense”.
“Es una oferta mejor que cambiar a cinco comandantes talibanes por un soldado estadounidense”, sostuvo.
Nadie sabe cómo el Senado entrante, controlado por los republicanos, abordará la política hacia Cuba. La mayoría de los republicanos no tienen opiniones fuertes sobre el tema de Cuba, y algunos legisladores de estados agrícolas han apoyado el levantamiento del embargo comercial y financiero en vigor desde hace más de 50 años.
Con el senador Robert Menéndez, demócrata de Nueva Jersey, que pronto será reemplazado como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, uno de los rivales más poderosos de un mayor acercamiento con Cuba tendrá una plataforma menos visible desde la que criticar al gobierno en temas cubanos. Pero Menéndez seguirá en la comisión, al igual que el senador Marco Rubio, republicano por Florida, y otro fuerte crítico de Cuba.
Si bien la liberación de Gross recibió elogios generalizada, los legisladores republicanos criticaron el cambio general sobre la política hacia Cuba. Rubio dijo a CNN que iba a hacer todo lo posible para bloquear cualquier posible embajador de Estados Unidos en Cuba.
El senador prometió que, como presidente entrante de la subcomisión del Hemisferio Occidental del Senado, va a “hacer todo lo posible para bloquear este intento peligroso y desesperado de el Presidente para abrillantar su legado”.
El aislamiento no ha funcionado
Un alto asesor del Senado familiarizado con el tema de Cuba dijo que los tambores de mejores relaciones con la isla siempre suenan en los últimos años de cada gobierno demócrata. El asesor dijo que es “políticamente difícil de creer” que el tema de Cuba tenga prioridad sobre otros desafíos en política exterior que enfrenta Obama en el mundo.
A pesar del avance hacia la normalización de las relaciones, Obama dijo que sigue queriendo ayudar a consolidar las libertades de los ciudadanos allí.
“No espero que los cambios que estoy anunciando hoy logren un cambio en la sociedad cubana de la noche a la mañana”, dijo. Pero el presidente argumentó que “el aislamiento no ha funcionado” en 50 años y que podría conseguirse más a través del compromiso.
“Ni al pueblo estadounidense ni a los cubanos les beneficia una rígida política que está enraizada en hechos ocurridos antes de que la mayoría de nosotros hubiéramos nacido”, dijo Obama. Sin embargo, Washington ha dado un gran primer paso.
“Estamos trazando un nuevo rumbo hacia Cuba”, dijo un alto funcionario del gobierno.
“El Presidente entendió que llegó el momento de intentar un nuevo enfoque, tanto por los inicios de los cambios en Cuba ycomo por los problemas que estaba causando a nuestra política regional”.
Pero algunos observadores de Cuba son escépticos con los cambios que puedan venir. “(El secretario de Justicia), Eric Holder, se va … y Obama es ahora más o menos un cero a la izquierda, y Bob Menéndez ya no será presidente de las relaciones exteriores, y Alan Gross debería estar en casa antes de Acción de Gracias o Navidad o Hanukkah”, dijo Fulton Armstrong, exasesor principal de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado bajo el entonces senador John Kerry, cuando Gross fue arrestado.
“Ya fue suficiente. Pero ya hemos estado en este punto antes”.
Ha pasado antes
En “Back Channel to Cuba”, LeoGrande y Kornbluh describen las negociaciones secretas que en 1963 condujeron a la liberación de más de dos decenas de estadounidenses encarcelados en Cuba, entre ellos los miembros de un equipo de la CIA capturado colocando dispositivos de espionaje en La Habana.
Estados Unidos entregó a cuatro presos cubanos, entre ellos un agregado de la misión de la ONU y dos acusados de planear actos de sabotaje. El cuarto era un cubano declarado culpable de asesinato por matar a una niña de 9 años tras ser alcanzada por una bala perdida durante una pelea con los cubanos anticastristas cuando Fidel Castro visitó Nueva York en 1960.
Castro concedió el indulto a los prisioneros estadounidenses. Y Estados Unidos dejó en libertad a los cubanos en lo que el Departamento de Justicia describió como un acto de clemencia “de interés nacional”.
En 1979, el presidente Jimmy Carter concedió el indulto y libertad a tres nacionalistas puertorriqueños, entre ellos Lolita Lebrón, que habían sido condenados por abrir fuego en la Cámara de Representantes de Estados Unidos y herir a cinco congresistas.
El acuerdo formo parte de un “intercambio humanitario” por el que Fidel Castro liberó a cuatro agentes de la CIA once días después. “Es hora de llevar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba al siglo XXI”, dijo Kornbluh.