Nota del editor: Elizabeth Donnelly es directora asistente de la sección para África e investigadora del Programa África de Chatham House, organización que se centra en las políticas del oeste de África. Escribe sobre política nigeriana y ha acompañado a las delegaciones parlamentarias británicas en sus visitas a Nigeria. Las opiniones expresadas en este artículo corresponden exclusivamente a Elizabeth Donnelly.
(CNN) – Dentro de un mes, los nigerianos votarán en la que tal vez sea la elección más competida y acalorada de su historia.
Pero este importante proceso tendrá lugar a la sombra de una amenaza cada vez mayor: Boko Haram, el grupo insurgente islamista al que también se conoce como Jama’atu Ahlis Sunna Lidda’awati wal Jihad, que mató a unas 2.000 personas en la ciudad de Baga, en el noreste de Nigeria, el 3 de enero.
Los ataques de las últimas semanas (los mayores de Boko Haram en número de víctimas), en Baga y en unos mercados (en los que usó niños para detonar explosivos), han llamado la atención internacional sobre la crisis una vez más.
Sin embargo, dichos acontecimientos, con ser desconcertantes, no son algo nuevo; no novedoso es la intensificación, el siguiente paso de una crisis que ha empeorado sistemáticamente desde que Boko Haram resurgió en 2010.
Además suscitan varias preguntas sobre la trayectoria del grupo insurgente y la reacción ante él.
¿Por qué Boko Haram tomó Baga en este momento?
Para Boko Haram, la toma de Baga, una ciudad pequeña del estado de Borno, en Nigeria, cierra una brecha en su mapa, cumple un propósito estratégico por su cercanía con Chad, en donde se dice que levantó campamentos en las islas del lago Chad; además aumenta sus recursos y su confianza gracias al triunfo sobre una fuerza militar multinacional.
La pequeña ciudad junto al lago Chad era la base de la Fuerza de Tareas Multinacional Conjunta, que se componía de tropas de Nigeria, Níger y Chad; a pesar de la presencia militar, Baga estaba arrinconada en el extremo noreste del país, rodeada por lo que ahora es territorio de Boko Haram.
El ataque más reciente no fue el primero en Baga: en abril de 2013 murieron casi 200 personas, y los insurgentes y los soldados quemaron casi 2.000 casas en ataques y contraataques, según Human Rights Watch. Baga ya era vulnerable.
¿Qué indican los ataques recientes sobre las tácticas de Boko Haram?
La historia de Boko Haram es una historia de extremos en constante expansión.
Si analizamos la situación cambiante en el noreste y la naturaleza de los objetivos de Boko Haram, así como la magnitud de sus ataques, veremos que desde 2009 ha habido sucesos que indican la siguiente etapa de su evolución: desde el asesinato del fundador del movimiento, Mohammed Yusuf en 2009, hasta el ataque suicida de 2011 contra el cuartel general de la Policía en Abuja, así como la implementación del estado de emergencia en 2013 en tres estados del noreste, y el asesinato de unos estudiantes y el secuestro de las niñas de Chibok.
La magnitud de la masacre en Baga y el supuesto uso de niños de apenas 10 años para cargar y detonar bombas indican que Boko Haram sigue sobrepasando los límites en su avance.
La ferocidad indiscriminada de sus ataques no tiene que ver necesariamente con tácticas. Aún no hay un panorama claro sobre lo que ocurrió en Baga ni sobre quién fue responsable: la edad, los motivos, la mentalidad de los probables militantes, conscriptos o niños combatientes aterrados.
Lo que está claro es que Boko Haram mata porque puede y porque quienes no son leales o profundamente idealistas son recursos prescindibles para el movimiento.
Aunque los ataques anteriores fueron la venganza por alguna ofensa o se centraron en el Estado nigeriano, se ha vuelto cada vez más difícil explicar cuáles son sus blancos o identificar su objetivo final.
¿Nigeria hace lo suficiente?
La 7ª división del Ejército Nigeriano ha luchado por reaccionar a una insurgencia que secuestra y usa a los civiles, que está bien provista con el equipo militar que ha capturado, y que conoce el terreno de la región mejor que una fuerza federal compuesta por soldados que ignoran el contexto, el pueblo y el idioma en el noreste.
Ya se evidencia que esta fuerza está superada. Hay muchas razones posibles para ello, desde una falta de guía clara hasta la falta de equipo y entrenamiento.
Muchos hablan también de la corrupción: se han gastado miles de millones de dólares a causa de la insurgencia, pero no se sabe qué proporción se ha destinado a la lucha en el estado de Borno.
El gobierno federal no ha hablado o ha retrasado la respuesta a muchos ataques y acontecimientos clave durante esta crisis.
Aumentan las críticas contra el gobierno federal por la forma en la que se ha enfrentado a la amenaza, lo que ha empeorado a lo largo de los años; la falta de un mensaje o un mensaje confuso solo acrecienta la sensación de que consideran que la situación en el noreste es periférica o una conspiración para desacreditar al presidente Goodluck Jonathan y su gobierno.
¿La comunidad internacional hace suficiente?
Boko Haram es un movimiento nigeriano cuyo objetivo principal son los nigerianos. El gobierno federal de Nigeria y las agencias de seguridad son responsables de resolver esta crisis en colaboración con los personajes regionales e internacionales, quienes esperan que el gobierno nigeriano y sus fuerzas lideren y coordinen.
Los socios internacionales de Nigeria ofrecieron asistencia en capacitación, asesoría y apoyo técnico; este apoyo se aceptó en parte tras los secuestros en Chibok, en abril de 2014, y en medio de la indignación internacional subsiguiente.
La comunidad internacional podría hacer más para unirse y coordinarse mejor con el fin de propiciar una acción más amplia y más rápida en Nigeria, para respaldar a las agencias y personas que están logrando avances y para identificar áreas que requieren mayor apoyo.
Una prioridad inmediata es la asistencia humanitaria y es necesario dedicar la energía a encontrar la forma de que la ayuda esencial llegue a los desplazados y los refugiados.
¿Los ataques recientes afectarán a las elecciones de febrero?
Es poco probable que el ataque en sí tenga efecto en el resultado de las elecciones, aunque la seguridad y el estado de derecho son una de las principales preocupaciones de todos los nigerianos.
Algunos electores (no todos) evaluarán el desempeño de Goodluck Jonathan como presidente desde 2011 de acuerdo con su manejo de la crisis de Boko Haram.
¿Qué clase de amenaza es Boko Haram para la región en este momento?
A pesar de que han aumentado los ataques en el norte de Camerún y de que crecen las preocupaciones en el sur de Níger y el oeste de Chad, no se sabe si Boko Haram pretende abrir inmediatamente frentes nuevos en este conflicto al enfrentar a los ejércitos de Chad y Níger.
Mientras el Ejército nigeriano se repliega, Boko Haram podría seguir buscando refugio al otro lado de la frontera.
Además, hay poco entendimiento de la economía de la guerra en el noreste; es posible que estas regiones fronterizas sean importantes para que Boko Haram se sostenga mientras la economía del noreste declina, ya que la pesca y la agricultura se han vuelto actividades imposibles de realizar.
¿Occidente debería preocuparse?
Occidente (y otros) deberían preocuparse por el costo humano de la crisis de Boko Haram y el legado de la violencia. Con contadas excepciones, Boko Haram no ha atacado blancos occidentales; su objetivo es Nigeria.
Sin embargo, Nigeria es la mayor economía, la mayor democracia y el mayor productor de crudo de África, por lo que es importante para la estabilidad y la economía de la región.
Los líderes africanos y los socios internacionales de Nigeria deberían preocuparse de que el gobierno no reaccione de forma más directa, y de que Boko Haram intente avanzar hacia el sur y el oeste del país.
En el futuro inmediato, es crucial que las fuerzas armadas nigerianas protejan las capitales de los estados del noreste y que Nigeria celebre unas elecciones auténticas dentro de un mes.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Elizabeth Donnelly.