(CNN) – En el descenso del salto de esquí en la colina Vikersundbakken, lo que aplicaba era que cualquier cosa que puedas hacer, yo la puedo hacer mejor.
Cuando Peter Prevc se elevó la increíble cantidad de 250 metros (820 pies), para establecer un nuevo récord mundial de salto de esquí el sábado en Noruega, debe haber estado seguro de que el récord estaría vigente durante algún tiempo.
Después de todo, la marca anterior había estado en los libros de registros durante cuatro años y Prevc se había elevado 3,5 metros (11 pies) más que eso.
Pero el esloveno apenas tuvo oportunidad de celebrar su lugar en las crónicas de la historia del salto de esquí, ya que su mejor esfuerzo fue opacado por su rival noruego Anders Fannemel.
El joven de 23 años de edad batió el récord de salto por otros 1,5 metros (5 pies) el domingo en el mismo lugar.
En declaraciones posteriores realizadas en la página web de la FIS, Fannemel dijo: “Pensé que no sería posible saltar más de 250 metros. Entonces vi el salto de Dimitry Vassiliev en 254m [en las eliminatorias, lo cual no fue capaz de superar].
“Las condiciones eran perfectas para vuelos largos y yo hice el mejor salto de mi vida”.
Sin embargo, no fue suficiente como para llevarse la victoria; su segundo salto quedó un poco corto de la marca inicial y Severin Freund se llevó la Copa del Mundo en su lugar.
Más temprano el fin de semana, Prevc había sido el primer atleta no escandinavo en establecer el récord desde que el austriaco Andreas Goldberger lo hiciera 15 años atrás.
En aquel momento, Prevc había dicho: “Siempre es fabuloso saltar lejos. Esta victoria de hoy y el récord mundial es mi mayor éxito hasta ahora”.
“La velocidad y la posición eran perfectas y luego, simplemente aterricé. Ahora mismo es difícil describir mis sentimientos; probablemente me tomará unos cuantos días”.
Pero Prevc no tuvo esos cuantos días para reflexionar en su histórico aterrizaje, ya que Escandinavia se llevó de vuelta el récord por cortesía de Fannemel.