(CNN)– El lago Waban, el cual se encuentra en el extremo sur de Wellesley College, es mejor conocido por sus senderos costeros que ofrecen un pintoresco respiro de la vida en el campus. La estudiante de primer año, Katy Ma, lo ve de forma diferente después de haber estudiado la vida de Xie Bingxin, la influyente escritora y activista china del siglo XX que asistió a la universidad femenina de Massachusetts. En uno de los poemas de Bingxin, ella describe que las tranquilas aguas del lago Waban son su única fuente de consuelo cuando sufre ataques de nostalgia.
Ahora, el lago Waban le ofrece a Ma una conexión tangible con una mujer de otra época, alguien que saltó a la fama después de caminar los mismos terrenos que ella. Además, no se trata de cualquier mujer, sino de alguien que comparte las raíces culturales de Ma.
“Saber que alguien vivía en el lugar exacto donde te encuentras ahora mismo y saber cuánto logró en su vida te inspira a pensar que puedes hacer lo mismo”, dijo.
Esto es algo muy importante para Ma, quien dice que nunca le enseñaron nada sobre alguna asiática-americana en la escuela. Hasta donde sabía cuando era niña en Filadelfia, los hombres blancos que aparecen en los monumentos públicos eran las únicas personas que habían hecho aportes notables a la historia.
Ahora tiene más conocimiento gracias a su participación con el grupo activista SPARK Movement, el cual está poniendo a las mujeres en el mapa, con un poco de ayuda de Google.
Ma y un grupo de chicas de todo el mundo pasaron los últimos cinco meses investigando lugares de importancia en la vida de mujeres que a menudo no son mencionadas en la clase de historia. A partir de esta semana, sus historias serán presentadas en la aplicación Field Trip de Google, al estar etiquetadas en los lugares significativos en sus vidas.
Katy Ma investigó historias de mujeres olvidadas para la aplicación Field Trip de Google.
Para Bingxin, es la Universidad de Wellesley. Para la bailarina Janet Collins, es la Ópera Metropolitana de Nueva York, donde se convirtió en la primera bailarina afroamericana. Para la periodista del siglo XIX, Annie Smith Peck, es Musho, Perú, el pueblo en la base del monte Huascarán, el cual escaló en 1908 en una hazaña que estableció récords. Para la periodista Nellie Bly, es el sitio del Women’s Lunatic Asylum en la isla de Blackwell, ahora la isla Roosevelt en Nueva York, a donde fue como encubierta para un artículo.
La mayoría de las mujeres tienen páginas de Wikipedia u obituarios en línea; en el caso de algunas otras, parques, plazas o monumentos han sido nombrados en su honor.
“Cada una de estas mujeres es una estrella de rock”, dijo Ma.
“Estas mujeres han sido suprimidas de la historia no porque no hayan hecho contribuciones significativas a la sociedad, sino porque alguien considera que no vale la pena contar sus historias”.
La iniciativa comenzó en 2013, cuando SPARK se acercó a Google con datos que demostraban que las mujeres y las personas de color no están lo suficientemente representadas en los populares doodles que aparecen en su página de búsqueda. El equipo de Google Doodles ya ha hecho avances para equilibrar la relación.
El encuentro dio lugar a conversaciones acerca de otro proyecto SPARK sobre la representación de las mujeres y las personas de color en los parques, monumentos y espacios públicos… “todos los lugares que no figuran en un libro de texto de la escuela donde aprendemos acerca de quién es importante en el mundo,” dijo Dana Edell, directora ejecutiva de SPARK.
Las conversaciones llevaron a Niantic Labs de Google, el creador de la aplicación Field Trip. La aplicación muestra historias con etiquetas geográficas dentro de cierto radio geográfico creado por diferentes editoriales. Los usuarios pueden elegir recibir avisos para ir a otros sitios en una determinada categoría.
Google acordó publicar las historias si SPARK las creaba. Después de todo, la visión de SPARK encajaba con la meta de Field Trip para ayudar a las personas a “descubrir las historias que las rodean”, dijo Yennie Solheim Fuller de Google, quien trabajó con SPARK.
“Una cosa es leer sobre un monumento histórico mientras estás sentado en tu sofá”, dijo. Visitarlo en persona crea una experiencia sensorial que es más difícil de olvidar y contar una historia sobre el lugar muy probablemente creará una conexión aún más fuerte, dijo.
“Esperamos crear más conciencia sobre estos lugares e historias”, dijo. “Lo que realmente espero es que la gente aprenda algo bueno acerca de un lugar y de una mujer, y se sientan inspirados a hacer algo similar en su comunidad”.
La iniciativa que dio inicio el lunes presentó a 119 mujeres de 28 países en representación de las artes, la ciencia y la tecnología.
La parte más difícil fue no encontrar mujeres, dijo Ajaita Saini, de 15 años de edad y miembro de SPARK. Localizar lugares para presentarlos fue el reto más grande, a veces debido a la falta de información; en otros casos, fue difícil elegir solo uno.
Tomemos, por ejemplo, el caso de Deborah Sampson, quien se disfrazó de hombre para poder luchar en la guerra revolucionaria. Las coordenadas de su lugar de nacimiento se mostrarán para cualquier persona que utilice la aplicación en las proximidades de Plympton, Massachusetts.
La recolectora de fósiles, Mary Anning, aparece en la aplicación Field Trip de Google.
La aplicación también cuenta con Mary Anning, una recolectora de fósiles británica del siglo XIX que no pudo publicar sus descubrimientos en el transcurso de su vida. La aplicación realza la costa británica, donde hizo algunos de sus hallazgos más importantes, entre ellos el primer esqueleto completo de un plesiosaurio de cuello largo.
Saini, estudiante de Academy for Science, Mathematics and Engineering Technologies del condado de Middlesex, en Nueva Jersey, sabe de primera mano que las contribuciones que las mujeres han hecho a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por lo general no forman parte del plan de la clase.
A través de este proyecto y otras iniciativas de SPARK, ella espera cambiar eso.
“Es hora de que reconozcamos que las mujeres científicas, investigadores y músicas son invisibles para nosotros”, dijo. “Definitivamente existieron, solo que no nos enseñaron sobre ellas”.