Una portavoz de Mattel dijo que la compañía está dando a las niñas lo que siempre han pedido: tener una conversación con Barbie.

Por Katie Lobosco

(CNNMoney) — Las niñas pequeñas han hablado con sus muñecas Barbie durante años, pero hay una que saldrá este otoño y a la que realmente podrán escuchar y contestarle.

Mientras esto pudiera sonar emocionante para las menores, un grupo califica a este muñeca de “espeluznante” y está presionando a Mattel para retirar el juguete de los estantes.

“Hola Barbie” (Hello Barbie) utiliza el reconocimiento de voz y se conecta a Wi-Fi.

Cuando alguien presiona un botón en la hebilla de su cinturón, Barbie graba lo que dices y lo enviará a la nube. La información se guarda, por lo que Barbie seguirá aprendiendo más y más acerca de quien la usa, con el fin de tener respuestas informadas.

“Los niños que utilizan ‘Hola Barbie’ no sólo están hablando con una muñeca, están hablando directamente con un conglomerado de juguetes cuyo único interés es el financiero”, dijo Susan Linn, de la Campaña para una Niñez Libre de Publicidad.

En la reciente feria del juguete de la ciudad de Nueva York una portavoz preguntó a Barbie: “¿qué debo ser cuando sea grande?”.

La respuesta en relación a una conversación previa fue:

“Bueno, me dijiste que te gusta estar en el escenario, ¿así que tal vez un bailarín?”.

La tecnología no impresiona a los críticos.

Una portavoz de Mattel dijo que la compañía está dando a las niñas lo que siempre han pedido: tener una conversación con Barbie.

“Mattel está comprometido con la seguridad y  ‘Hola Barbie’ está conforme a los estándares gubernamentales aplicables, incluyendo la Ley de Protección de la Privacidad Infantil en línea,” dijo ella.

También hay medidas de seguridad para asegurar que los datos están protegidos y no se puede acceder por usuarios no autorizados, mencionó.

Se prevé que “Hola Barbie” llegue a las tiendas de juguetes antes de las vacaciones, con un costo de 74.99 dólares (unos 1,160 pesos mexicanos).

Mattel necesita una victoria. Las ventas han sido débiles para sus marcas más tradicionales como Barbie y Fisher-Price.