Por Yilber Vega, CNN Español
Nueva York (CNN Español) – ”¿Cómo está el clima en La Habana?”, preguntó Claude Pupkin, a su interlocutor en Cuba. “¡Ah La Habana!, como decía Martí: sol bueno y mar de espuma.”
No fue una conversación de teléfono cualquiera, se trató de una de las primeras llamadas directas de Estados Unidos a Cuba desde el año 1962, cuando entró en vigor el embargo económico y comercial sobre la isla.
La compañía IDT TELECOM, de la que Pupkin es vicepresidente ejecutivo, hizo posible estas llamadas después de suscribir un acuerdo el 20 de febrero con la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, S.A. (ETECSA por sus siglas en español), mediante el cual se establece una conexión telefónica directa entre los dos países.
Pupkin dijo que antes del acuerdo la compañía tenía que enrutar las llamadas de sus clientes a Cuba a través de terceros países, lo cual afectaba tanto la calidad como el costo.
El funcionario explicó que el anuncio de que Washington y La Habana normalizarían sus relaciones diplomáticas permitió que el acuerdo entre la compañía privada estadounidense y la estatal cubana se lograra más rápido de lo que esperaban cuando comenzaron las negociaciones hace seis meses.
“Nosotros anunciamos el acuerdo en febrero, pero necesitábamos la revisión de la Comisión Federal de Comunicaciones (de EE.UU.) que se obtuvo la primera semana de marzo y empezamos a operar directamente a partir del 4 de marzo”.
A pesar de que la comunicación será más fácil entre los dos países, las tarifas que pagan los consumidores no tendrán una reducción drástica por ahora. El precio de una llamada entre Estados Unidos y Cuba está entre los 76 y 83 centavos de dólar por minuto.
Pupkin dijo que en cuanto más operadores estadounidenses empiecen a entrar en el mercado, como lo hizo IDT, los precios deberían bajar progresivamente.
“Como se ha visto cuando han entrado competencias en otros países que las tarifas en llamadas de larga distancia han bajado muchísimo.”, agregó.
La empresa IDT estima que el acuerdo beneficiará a unos dos millones de clientes cubanos que residen en Estados Unidos.
“Es un poco complicado,” dijo María Valdez, una inmigrante cubana residente en Unión City, Nueva Jersey, al ser consultada por CNN sobre lo que piensa del servicio de llamadas telefónicas entre Estados Unidos y Cuba.
“Mi hermano trató de llamar esta mañana y no pudo comunicarse,” dijo Valdez.
Pero cuando el sistema se termine de consolidar, residentes cubanos en Estados Unidos como María Valdez podrán comunicarse con amigos y familiares en la isla tan naturalmente como lo hizo Pupkin el pasado miércoles, algo que no han podido hacer por 53 años.
Rachelle Krygier contribuyó en este informe