Por Todd Leopold
(CNN) - Dylan, el hijo de Michael Douglas sufrió un incidente antisemita, y el actor tuvo que hacer algo al respecto.
En un artículo de opinión publicado en Los Angeles Times, el productor y ganador del Oscar describe un incidente del verano pasado en un país del “sur de Europa”. El más grande de sus hijos con la actriz Catherine Zeta-Jones, Dylan de 14 años, se acercó llorando a él.
“Un hombre en la alberca comenzó a insultarlo”, dice Douglas. Esto no es por algo que Dylan hubiera hecho, continúa: “repentinamente me di cuenta de qué pudo causarlo: Dylan tenía puesta una Estrella de David”.
Douglas se acercó a hablar con el hombre, “no fue una discusión agradable” y el incidente se quedó en su mente, escribe en la columna. El actor de 70 años, que fue criado por un padre judío -Kirk Douglas- y una madre no judía, dijo que no se identificaba con esta religión mientras crecía pero se daba cuenta de los comentarios antisemitas que los demás realizaban.
“Con poco conocimiento sobre qué significa ser judío, me encuentro defendiendo apasionadamente a la gente judía. Ahora, más de un siglo después, tengo que defender a mi hijo”, escribió. “El antisemitismo, he visto, es como una enfermedad adormecida que se enciende con el siguiente gatillo político”.
Douglas, quien es mensajero de paz de las Naciones Unidas, observa que el antisemitismo ha crecido por factores como la inequidad de ingresos, el extremismo religioso y el odio hacia Israel.
“Algunos encuentran en los judíos un pretexto conveniente, en lugar de encontrar el origen de sus problemas”, dice.
Él admira a líderes como el papa Francisco, el primer ministro francés Manuel Valls y el cardenal Timothy Dolan de Nueva York por sus intentos de reconciliar y crear comunidad. Pero eso no es suficiente, “todos nosotros debemos luchar contra el antisemitismo”.
“Si lo confrontamos cuando lo vemos, si lo combatimos individualmente y como sociedad, y usamos cualquier plataforma a la mano para denunciarlo, podemos terminar con la diseminación de esta locura”, escribe.
“Mi hijo es fuerte. Es afortunado de vivir en un país en donde el antisemitismo es raro. Pero ahora también ha aprendido los peligros que debe enfrentar como judío. Es una lección que esperaba que no tuviera que enseñarle, una lección que espero que él nunca deba enseñarle a sus hijos”.
Douglas recibió el premio Génesis 2015 para “personas excepcionales cuyos valores y logros inspirarán a la siguiente generación de judíos”.