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(CNNMoney) – Abdisamad Adan iniciará sus estudios universitarios en la Universidad de Harvard este año. Hace cinco, apenas podía mantener una conversación en inglés.

Él atribuye el drástico cambio en su destino a la escuela Abaarso School de Somalilandia, un internado muy pequeño al que asistió y el cual fue fundado en 2009 por un gestor de fondos de cobertura estadounidense.

“No soy el chico más listo de Somalilandia, pero tuve la oportunidad de asistir a Abaarso”, dijo Adan, quien este mes recibió su carta de aceptación de Harvard, junto con una beca completa, y comenzará sus estudios universitarios en septiembre.

El internado de Abaarso se ha convertido en un colegio “semillero” para las universidades de élite. Adan, de 20 años, se encuentra entre un pequeño número de estudiantes de escasos recursos que, cada vez más, están siendo aceptados en las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, como el Instituto Tecnológico de Massachusetts, la Universidad Carnegie Mellon y la Universidad de Georgetown.

La escuela “Abaarso School” está ubicada en Somalilandia, un estado de Somalia que se autodeclaró independiente.

El fundador de Abaarso, Jonathan Starr, es un antiguo gestor de fondos de cobertura de Estados Unidos que dejó su trabajo en finanzas porque tenía el deseo de hacer algo diferente.

Un conocido de la familia lo llevó a fundar la escuela en Somalilandia, un estado que aún se recupera de décadas de guerra civil y de una grave sequía.

El internado acoge a 185 estudiantes del séptimo al duodécimo grado. Según la escuela, su personal está conformado por profesores estadounidenses que trabajan bajo un régimen de “pago como voluntarios”.

La escuela ha recibido cerca de 2 millones de dólares en financiamiento, principalmente de Starr y de sus amigos en el ámbito de las finanzas.

Muchos de los estudiantes de Abaarso provienen de familias nómadas y, como Adan, no hablaban inglés antes de ingresar a la escuela.

Adan obtuvo una beca para ingresar a Abaarso, poco después de que fuera fundada. Su abuela ni siquiera había oído hablar de Harvard antes de que él iniciara su proceso de solicitud.

“Harvard no significa mucho para ella, pero cuando se dio cuenta de que había sido aceptado en la universidad que yo quería, estaba muy feliz”, dijo Adan, al describir el día en el que recibió su carta de aceptación.

Starr dice que el hecho de que las universidades reconozcan a los estudiantes brillantes como Adan ha sido una batalla muy difícil. Muchas universidades prestigiosas que ven una solicitud de Somalilandia pueden desecharla y pensar que en realidad se trata de una broma, dijo.

Así que Starr ha estado sondeando universidades y promocionando su escuela en tanto que hace arreglos para que los estudiantes puedan ir un año al extranjero a fin de obtener exposición internacional.

Adan recibió asistencia financiera para estudiar durante un año en The Masters School en Dobbs Ferry, Nueva York, donde pudo demostrar que tenía la capacidad de seguir el ritmo de sus compañeros estadounidenses.

De cara al futuro, Adan dice que desea enfocarse en las materias académicas que le ayudarán a servir a su país después de que se gradúe. Está interesado específicamente en la economía y la ciencia política.

“Día a día, mi intención es únicamente estar en una mejor posición para ayudar a mi país”, dijo.

Además, Adan dice que no tiene ningún problema con la despiadada reputación de Harvard.

“La gente continuamente me decía que Harvard es una universidad muy competitiva y que todo el mundo trata de ganarte. Me pareció genial. Eso es lo que quiero”.