Por Gary Morley
(CNN) –– Podría no ser aún el próximo Tiger Woods, pero Jordan Spieth se hizo notar en el mundo del golf con una primera gran victoria récord en el Masters del domingo.
El golfista de 21 años de edad se convirtió en el segundo jugador más joven en ganar en el Masters de Augusta, superado solamente por el esfuerzo de Woods en 1997, y es tan solo el quinto hombre en liderar el prestigioso torneo de principio a fin.
El estadounidense entró en la ronda final del domingo con una ventaja de cuatro golpes, la extendió por uno después de sus primeros nueve hoyos, y en el siguiente, batió el récord que ostentaba Phil Mickelson de 26 birdies en una semana del Masters.
A diferencia del año pasado, donde desperdició la ventaja justo antes de los segundos nueve hoyos en el último día, esta vez fue imparable.
El birdie número 28 de Spieth, en el hoyo 15, lo convirtió en el primer jugador en llegar a 19 bajo par en el Masters y, de esta manera, opacó el total de anotaciones de Woods en 1997. Un bogey en el último momento hizo que empatara con la marca del 14 veces campeón de torneos majors.
El texano no pudo igualar el margen ganador de 12 golpes que Woods logró hace 18 años, pero terminó cuatro arriba de Justin Rose y Mickelson, quienes quedaron en segundo lugar… ambos han sido ganadores de los majors.
El total de 14 bajo par que Spieth obtuvo el viernes a la mitad del juego rompió el récord que Ray Floyd estableció hace 39 años en 1976, y su esfuerzo de 54 hoyos de 16 bajo par también fue una nueva marca en el Masters de Augusta.
Woods, quien ganó hace una década la última de sus cuatro chaquetas verdes del Masters, empató en el puesto 17 en seis bajo par, luego de cerrar con 73.
Aún oxidado luego de haber estado fuera durante dos meses tratando de revivir su juego que no andaba bien, Woods nuevamente fue caprichoso en el camino —y de hecho se lastimó la muñeca al avanzar hasta donde se encuentran los pinos— pero aún logró un eagle en el hoyo 13, un par 5.
El golfista de 39 años de edad, quien ha quedado fuera de los 100 mejores golfistas de las clasificaciones a nivel mundial por primera vez desde finales de los años 90, terminó su semana con un bogey.
Su compañero de juego, Rory McIlroy, cerró con un birdie para golpear un perfecto 66 y terminar en cuarto lugar en el 12 bajo par… su mejor final en el Masters.
El número 1 del mundo, quien desperdició una ventaja de cuatro golpes en el último día en el 2011, aún está buscando el título más importante de los majors que se le ha escapado.
Rose, el campeón del Abierto de Estados Unidos en el 2013, no pudo acercarse más que a tres puntos de Spieth el domingo y terminó por anotar la misma puntuación de cierre de 70.
Las esperanzas de Mickelson, cuyo tercer triunfo en el Masters fue en el 2010, aumentaron cuando anotó un eagle en el hoyo 15, pero solo pudo lograr pares en sus últimos tres hoyos y anotó una tarjeta de 69.
Hideki Matsuyama, de Japón, igualó la mejor ronda de 66 que McIlroy obtuvo en ese día, para quedar en quinto lugar en el 11 bajo par; así, les ganó por uno a los ingleses Paul Casey (68) e Ian Poulter (67) y al estadounidense Dustin Johnson (69).
El actual campeón, Bubba Watson, empató en el puesto número 38 después de un cierre de 74, una puntuación igualada por el ganador de la chaqueta verde del 2013, Adam Scott, de Australia.