(CNN) — Tawny Willoughby creció en un pueblo pequeño de Kentucky, en donde era normal broncearse de cuatro a cinco veces por semana.
“Tenía mi cama personal de bronceado en mi hogar así como muchos de mis amigos… todos se bronceaban”, le dijo Willoughby a CNN. “Realmente no pensaba en el futuro o en adquirir cáncer de piel”.
Luego de que una de sus compañeras de clase en la escuela de enfermería fue diagnosticada con melanoma, Willoughby agendó su primer cita con un dermatólogo, a los 21 años de edad. La joven descubrió que tenía cáncer de piel.
Ahora, a sus 27 años, Willoughby asegura que se ha sometido a un carcinoma de células basales en cinco ocasiones y a un carcinoma de células escamosas en una ocasión.
La joven acude al dermatólogo cada seis a 12 meses y suele removerse pedazos de piel cancerosa en cada una de sus visitas.
También se ha convertido en una historia de precaución sobre los efectos dañinos de camas de bronceado, gracias a una selfie que publicó en abril pasado en Facebook.
La imagen desagradable, tomada tras ser sometida a uno de sus tratamientos contra el cáncer, muestra su rostro lleno de cicatrices sangrientas y raspones. Ha sido compartida unas 50,000 veces desde que la subió.
“Si alguien necesita un poco de motivación para no acostarse en una cama de bronceado aquí está. Así es como se ve el tratamiento contra el cáncer de piel”, escribió la mujer en una publicación de su foto.
“Ponte bronceador y también spray de bronceado. Uno solo tiene una piel y debemos de cuidarla”, añadió.
Uno de cada cinco estadounidenses desarrollará cáncer de piel en su vida, según cifras de la Academia de Dermatología de Estados Unidos (AAD, por sus siglas en inglés).
Exponerse a las camas de bronceado incrementa el riesgo de melanoma, la forma más mortal del cáncer de piel, según la AAD, que reporta más de 419,000 casos de cáncer de piel en Estados Unidos cada año relacionados con bronceado en interiores.
El melanoma es la forma más común de cáncer para los adultos jóvenes de entre 25 y 29 años, y es el segundo más común para los adolescentes y jóvenes de entre 15 a 29 años, indicó la AAD.
Las señales de alerta incluyen cambios en el tamaño, forma o color de los lunares u otras lesiones, como el surgimiento de un nuevo crecimiento en la piel o un raspón que no sana.
Los factores de riesgo para las personas que tienen cáncer de piel incluyen quemaduras y una historia de exposición excesiva al sol, incluyendo quemaduras solares y el uso de camas de bronceado.
Willoughby, que ahora vive en el norte de Alabama y trabaja como enfermera, le dijo a CNN que nunca esperó que su foto de Facebook y su fotografía del rostro dañado se volvieran virales.
La mujer dice que tendrá que lidiar con las consecuencias de broncearse por el resto de su vida.
Tiene un alto riesgo de desarrollar melanoma pero ahora está haciendo todo lo que está a su mano, incluyendo revisiones regulares, para estar bien con su esposo Cody y su hijo Kayden.