(CNN) – Cuando Han Yulai, un hombre de negocios en Dongguan, una ciudad en el centro manufacturero al sur de China, recibía a sus clientes en la ciudad para que visitaran la fábrica o para participar en ferias de comercio, siempre les ofrecía lo que llama el “estándar de Dongguan”.
Por la noche, él los llevaba a un KTV, un establecimiento de entretenimiento de karaoke a menudo sinónimo de servicios sexuales.
Allí, una “mamasan” —un nombre dado a una mujer a cargo de las operaciones en los burdeles— colocaba en fila a una docena de mujeres jóvenes, principalmente chinas, pero también japonesas, coreanas y las más caras de todas: rusas.
“Escoges una o dos, cantas y bebes y te diviertes un poco, y luego vas a una habitación arriba para hacer algo de ‘negocios’. No amor, solo negocios”, dijo Han, quien utilizó un seudónimo pues la prostitución es ilegal en China.
Hoy en día, hacer ese tipo de negocios es cada vez más difícil.
En febrero de 2014, el gobierno lanzó una ofensiva contra el comercio sexual en Dongguan, la cual ha sido bautizada como la “Ciudad del pecado” de China.
Cerraron más de 2.000 hoteles, saunas y salas de masajes que atendían a los trabajadores inmigrantes y a los compradores que estaban de visita, según los medios de comunicación estatales.
Miles de personas fueron arrestadas, entre ellas operadores y organizadores sospechosos de prostitución, junto a oficiales de alto rango y oficiales de la policía corruptos. El vicealcalde de la ciudad, quien también era jefe de la oficina de seguridad pública de la ciudad, Yan Xiaokang, fue destituido de sus cargos.
Las redadas duraron varios meses y su impacto todavía se siente más de un año después.
Distritos rojos vacíos
En efecto, en mi hotel, un establecimiento de cuatro estrellas situado en el corazón de Houjie, uno de los distritos rojos, el piso de masajes y sauna aún permanece cerrado.
Lo mismo ocurre con los spas y otras instalaciones de KTV en otros hoteles en el área que visité.
En las calles, no se ve ni una sola “xiaojie”, la palabra china para señorita que también es un término coloquial para prostituta. En las barberías, a menudo un frente para los servicios sexuales, el personal en realidad parece enfocarse en el cabello de los clientes y en nada más.
Lin Jiang, un profesor de finanzas públicas e impuestos en la Universidad Sun Yat-Sen en Cantón, calcula que con las redadas podrían desaparecer 50.000 millones de yuanes (8.000 millones de dólares) para los negocios, entre ellos hoteles, tiendas y restaurantes. Esa es una décima parte de los ingresos de la ciudad de Dongguan en 2014.
Él dice que es imposible saber exactamente cuáles fueron las pérdidas financieras porque los funcionarios han sido demasiado reservados.
“Solo podemos calcular, no podemos obtener los datos para demostrarlo”.
Lin dice que las medidas enérgicas han ocasionado dolor financiero en más de un sentido. La economía de Dongguan tradicionalmente se ha basado en la fabricación de bajo costo. Los esfuerzos por desarrollar industrias de servicios de alta gama y procesos de fabricación avanzados se han visto afectados por las medidas enérgicas de alto perfil contra la prostitución.
“La campaña antivicios ha afectado la imagen de la ciudad y esta sombra no desaparecerá por completo”, le dijo a CNN.
Han, el empresario, está de acuerdo.
“Ahora sin duda vemos que menos clientes vienen a Dongguan en comparación con hace un año”.
Operación clandestina
Pero incluso si los días de fiesta del distrito rojo de Dongguan han llegado a su fin, eso no significa que la industria del sexo ha desaparecido. En cambio, el negocio ha pasado a ser clandestino.
Han ya no puede llevar a los clientes abiertamente a los KTV o saunas para darles el “estándar de Dongguan”, pero hay formas de no ser detectados, dijo, como tener tus propios contactos con intermediarios y “mamasans”.
Conseguir contactos no era difícil, según lo experimenté personalmente.
Cuando regresaba a mi hotel una noche, se me acercó el botones. “¿Te gustan los masajes?”, me preguntó con una sonrisa atrevida.
Por 1.000 yuanes (160 dólares), me ofrecieron 90 minutos en mi habitación con “dos hermosas mujeres chinas”. Me dio su número.
Justo antes de que se cerraran las puertas del ascensor, me guiñó el ojo e hizo un atrevido gesto con la mano que sugería un tipo de servicio sexual.
Un chofer del hotel también ofreció sus servicios. Mientras nos conducíamos por una autopista muy transitada, se volvió hacia mí y me dijo “¿anmo, anmo?” —masaje en chino— e hizo gestos sugestivos con sus dedos. Dije que lo pensaría, y me dio su tarjeta de negocios.
En menos de un día, tenía a la mano a dos sujetos que conseguían prostitutas locales si llegara a requerir de sus servicios.
Encuentros por medio de redes sociales
Las aplicaciones de redes sociales también están siendo utilizadas para conectar oferta y demanda, especialmente el servicio principal de mensajería instantánea de China, WeChat. Debido a que las mujeres ya no pueden trabajar en KTV, algunas de ellas permanecen cerca del edificio a la espera de hombres que busquen sus servicios.
Si buscas “Personas cercanas” y seleccionas “Solo mujeres”, obtienes una lista de los usuarios de WeChat en el área. Con tan solo ver sus fotos de perfil, no se necesita de mucha imaginación para determinar quién está en el negocio.
Pero utilizar los servicios de redes sociales también se está volviendo cada vez más difícil a medida que el regulador de Internet de China toma medidas contra el contenido sexual.
Los medios chinos informan que también se cree que el comercio sexual ahora se lleva a cabo por medio de servicio uno a uno en casa, citas por teléfono, y en las calles durante mi visita, no vi a ningún trabajador sexual.
Mayores riesgos
Se calcula que más de 250.000 trabajadores sexuales operaban en Dongguan antes de que el gobierno tomara acciones. Los críticos de las redadas dicen que el nuevo entorno clandestino ha expuesto a los trabajadores sexuales a mayores riesgos.
“Los trabajadores sexuales siempre han sido abusados por los clientes y la policía. Luego de las medidas enérgicas, la situación es la misma. Ellos aún están sujetos a violencia por parte de estos grupos”, dijo Ann Lee, portavoz de Zi Teng, un grupo en pro de los derechos de los trabajadores sexuales con sede en Hong Kong.
Human Rights Watch dijo en un informe de 2013 que los trabajadores sexuales en China están sujetos a graves abusos, como violencia por parte de la policía, detención arbitraria y pruebas coercitivas de VIH. La policía a menudo no investiga los crímenes contra los trabajadores por parte de los clientes, dijo.
Global Times, un periódico bajo el People’s Daily, portavoz del Partido Comunista de China, citó a personas que decían que las medidas enérgicas están afectando a un grupo que ya se encuentra en desventaja, y habló de la posibilidad de despenalizar la industria “debido a que podría decirse que la libertad sexual es un derecho humano”.
Lee espera que el comercio sexual algún día sea “solo una actividad normal de negocio” con controles y regulaciones más sanas.
“Pero en China, ese es solo un sueño. Aún es demasiado polémico”, añadió.
Viagra
A la mayoría de los centros de entretenimiento que la policía cerró el año pasado se les ha permitido que vuelvan a abrir, y reglas más estrictas entraron en vigor en abril, según los medios de comunicación chinos.
Algunas de las nuevas reglas son las siguientes: prohibir los masajes en habitaciones privadas con puertas cerradas y luces apagadas, identificar con la policía local a los huéspedes que pasarán la noche y prohibirle a los empleados que ofrezcan servicios fuera de los centros de masajes.
Sin embargo, las farmacias locales en los distritos rojos siguen mostrando anuncios de viagra en las ventanas de sus tiendas, y ofrecen tanto originales como genéricos.
Un farmaceuta se rio cuando se le preguntó si aún había demanda de las píldoras para la potencia después de la ofensiva. “Sí”, dijo, “especialmente en la noche”.
Shen Lu en Beijing contribuyó con este deporte.