Francisco se reunión con el presidente ruso Vladimir Putin en una audiencia privada en el Vaticano el 10 de junio de 2015.

(CNN) — No hay muchos líderes mundiales que se hayan dado el lujo de dejar esperando al papa, pero ahora el presidente de Rusia es quizá el único en hacerlo: este miércoles el pontífice tuvo que esperar pacientemente por una hora en el Vaticano a que su invitado llegara.

La reunión entre el líder religioso y el político ocurre en un momento delicado. Los gobiernos occidentales señalan a Rusia como el responsable del conflicto armado en Ucrania, luego de que Moscú aprobara la anexión de Crimea, un antiguo territorio ucraniano, a su país.

El líder religioso y el presidente ruso hablaron en una reunión a puerta cerrada sobre Ucrania, confirmó el Vaticano en un comunicado. “El Santo Padre afirmó que es necesario hacer un gran y sincero esfuerzo por lograr la paz” en el país devastado por la guerra, dijo, según el comunicado.

El papa Francisco y Putin también acordaron “restaurar un clima de diálogo”.

Luego de la reunión, Francisco dio a Putin un cuadro de la iglesia de San Salvador, destruida en la época soviética y después reconstruida, aseguró el pontífice. Y le entregó un medallón de Guido Veroi que representa al ángel de la paz.

Pero la conversación no fue la esperada por muchos, entre ellos miembros de la congregación católica griega, millones de sus miembros están en Ucrania y han expresado frustración por la falta de crítica del papa sobre el rol que juega Rusia en el conflicto.

El que tampoco está satisfecho es el embajador de Estados Unidos en la Santa Sede, Kenneth Hackett, quien pidió al Vaticano antes de la reunión con Putin “hablar sobre las preocupaciones sobre la integridad territorial” de Ucrania.

Sin embargo, el Vaticano no sigue la misma agenda diplomática que los gobiernos occidentales sobre Rusia.

El papa Francisco ha formado una alianza estratégica con Putin que trasciende la agenda política. El acuerdo inició en septiembre de 2012 cuando el papa Francisco y Putin pidieron a Estados Unidos desistir de su idea de tomar acción militar en Siria, un aliado del Kremlin y país que enfrenta una guerra civil.

De acuerdo con Christopher Hale director ejecutivo de la organización Catholics in Alliance for the Common Good y que escribe para la revista Time.

“Francisco y Putin usaron dos formas muy diferentes de enviar sus mensajes. Francisco realizó una vigilia por la paz, mientras Putin colocó un editorial audaz en The New York Times en el que citó la objeción de papa como una razón para que Estados Unidos no se involucrara en la región”, dijo.

Hale sugirió que Francisco puede jugar un rol diplomático en la resolución del conflicto de Ucrania.

No sería la primera vez que el pontífice ayude a resolver conflictos entre dos naciones. Francisco ha sido un mediador para la normalización de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, que se encuentran en negociaciones para establecer embajadas.