(CNN Español)– En medio de una crisis de imagen derivada de casos de corrupción que involucran a altos funcionarios de Brasil, la presidenta Dilma Rousseff viajó a EE.UU. y trata de recuperar el papel de su país como referente en el continente, dijo Cristina Gomes, investigadora de Flacso México, en el programa Aristegui.
Gomes sostuvo que la corrupción “no es un problema de Brasil, es un problema global” y que la caída en la imagen de Rousseff responde al “desgaste político” que “sufren los gobiernos que toman medidas contra la corrupción”.
De la crisis por el proceso de investigaciones que envuelve a la petrolera estatal Petrobras, a funcionarios, empresarios y constructoras, la especialista destacó como resultado el fortalecimiento institucional, de todos los órganos, para combatir la corrupción.
Tras la creación de la Contraloría General de la República, encargada de investigar las cuentas del gobierno, explica Gomes, “4.577 funcionarios de todos los niveles fueron expulsados por corrupción entre 2010 y 2013”, destacó.
Según Gomes, Brasil trata de recuperar su papel en la región, “quiere tener un papel importante en la unión de las Américas”. De hecho, señala la especialista, Brasil ha estado apoyando las conversaciones entre EE.UU. y Cuba.
Por otro lado, la visita de Rousseff a Obama en Washington “es la demostración de cómo se está intentando superar” el problema de espionaje. Según filtraciones de Edward Snowden, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) espió a la presidenta brasileña, al igual que a otros mandatarios de América Latina y Europa.