El barco de investigación, Atlantis, en l a costa de Carolina del Norte, con el sumergible Alvin colgando de la grúa.

(CNN) – Los restos de un naufragio centenario se han descubierto a más de 1,6 kilómetros debajo de la superficie del Océano Atlántico, frente a la costa de Carolina del Norte… un recordatorio de que la historia se puede encontrar en cualquier lugar.

Un equipo de investigadores tropezó con el antes desconocido naufragio, el cual parece ser de finales del siglo XVIII o principios del XIX. Entre los artefactos descubiertos en el fondo del océano estaban una brújula de metal, una cadena de hierro, botellas de cristal, una jarra de cerámica, vigas de buques, ladrillos rojos y una herramienta de navegación.

Los científicos estaban buscando un amarre que habían dejado en un viaje de investigación en el 2012, cuando su sistema de sonar detectó una zona oscura en el fondo marino. El 12 de julio utilizaron a Alvin, un sumergible tripulado, para localizar los restos del naufragio.

“Este es un descubrimiento emocionante y un recuerdo vívido de que incluso con grandes avances en nuestra capacidad para tener acceso y explorar el océano, las profundidades del mar mantienen sus secretos guardados”, dijo la líder del grupo Cindy Van Dover, directora del Laboratorio Marino de la Universidad de Duke, en un comunicado.

Van Dover fue acompañada por Dave Eggleston, director del Centro de Ciencias y Tecnología Marinas de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, y James Delgado, director del patrimonio marítimo en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). Científicos de la Universidad de Oregón también fueron parte del equipo.

El grupo estaba a bordo del Atlantis, un buque de investigación de la Institución Oceanográfica de Woods Hole en Woods Hole, Massachusetts. Los investigadores también utilizaron un vehículo submarino autónomo –llamado Sentry– para ayudar a localizar los restos del naufragio.

En un giro, aunque el equipo descubrió una pieza de historia marítima, el amarre abandonado permanece desaparecido.

La NOAA tratará de identificar el barco y datar los artefactos, los cuales se han conservado debido a las temperaturas cercanas al punto de congelación de las profundidades del océano. Bruce Terrell, arqueólogo en jefe del Programa del Patrimonio Marítimo de la NOAA, dijo que la organización utilizará cámaras de alta definición en un navío robótico en el fondo del mar para documentar los artefactos.

Estas imágenes serán comparadas con catálogos de objetos históricos. Las cámaras también captarán cómo las piezas se relacionan entre sí en el fondo del océano, lo cual puede ayudar a revelar su significado.

“El contexto de los artefactos es importante para entender si son de la carga o pertenencias personales”, dijo Terrell.

Por ejemplo, la jarra de cerámica podría indicar si la nave es de origen estadounidense, británico o español, dijo Terrell. Un barco estadounidense ofrecería una valiosa información sobre el país en ciernes, dijo Delgado.

“Si este naufragio es tan antiguo como creemos que es, viene de una época en que Estados Unidos se encuentra entre una colonia y una república”, dijo. “Es un período emocionante en que Estados Unidos realmente se está abriendo como nación independiente al resto del mundo”.

La identificación de la nave y la datación de los artefactos no se llevará a cabo sino hasta que la NOAA pueda obtener financiación para investigar los restos del naufragio, lo cual puede tardar un año.

El proceso de datación de estas piezas se basa en gran medida en la colaboración entre la NOAA, oceanógrafos y biólogos marinos. Una asociación para investigaciones diversas beneficia a otras áreas del conocimiento que permanecen desconocidas, como el fondo del océano.

“Sabemos más sobre la superficie de Plutón que sobre el fondo del mar de nuestra propia costa”, dijo Delgado. “Cada vez que encontremos algo, será interesante”.