(CNN) – Blur está actualmente de gira con su nuevo álbum inspirado en Hong Kong: “The Magic Whip”. Es el primer álbum de la banda británica en 16 años, y tanto fans como críticos intensifican sus elogios. La revista Rolling Stone se refirió a él como “quijotesco y seductor en su búsqueda moderna” y Pitchfork opinó que en algunos momentos, el fuerte de Blur en la “identificación y subversión de las expectativas del oyente” ha emergido nuevamente “sin mancha por el paso del tiempo”.
El artista Kong Kee, del estudio de animación Penguin Lab con sede en Hong Kong, fue una de las personas en escuchar el álbum antes de su debut, a finales de abril. La banda, la cual grabó parte del álbum en la ciudad insular del este asiático, le encargó a Kong que ilustrara un libro de tiras cómicas que pudiera ser tanto ‘retro’ como ‘atrevido’ para acompañar el lanzamiento del disco.
Se le permitió escuchar cada canción tan solo una vez para obtener inspiración. Kong recuerda: “Cuando escuché las canciones, tuve esta sensación de que ellos siguen siendo Blur. La energía, la manera en que observan a la sociedad, se sigue sintiendo joven y creativa. Te puedes imaginar a Damon caminando por la ciudad, con muchas ideas en su mente”.
En lugar de colocar al cantante Damon Albarn caminando, Kong lo ha dibujado, junto con el guitarrista Graham Coxon, el bajista Alex James y el baterista Dave Rowntree, volando en un camión de helados, mientras se aventuran a través del antiguo y moderno Hong Kong.
De manera experta, Kong captura la mezcla única de tradición y modernidad de la ciudad, exhibiendo la densidad de las cuadras con apartamentos antiguos, el tranvía “ding-ding”, una villa pesquera, una espectáculo de una ópera cantonesa y la reciente Revolución de los Paraguas… dirigida por pingüinos, quienes aparecen de manera heroica en otras obras de Kong. “Yo quería que Blur viera distintas perspectivas de Hong Kong e hiciera contacto con la gente de Hong Kong”, dice Kong.
Mientras que las tiras cómicas de Hong Kong no son tan conocidas internacionalmente –como lo son las estadounidenses y las japonesas–, estas han tenido una historia importante. Durante la Segunda Guerra Mundial, las oleadas de los artistas chinos huyeron a Hong Kong desde China, la cual estaba ocupada por japoneses. Esto llevó a la creación de una serie de tiras cómicas de propaganda disidente a lo largo de China… en apoyo al esfuerzo aliado de la guerra.
Después de la guerra, los artistas siguieron desempeñando un papel activo en la vida de Hong Kong, pues las tiras cómicas se convirtieron en una fuente popular de entretenimiento, en especial entre los trabajadores de cuello azul… quienes en su gran mayoría eran analfabetos en ese tiempo. Posteriormente, mientras que la industria se desarrollaba y entraba a la década de 1980, las grandes casas editoras producían las tiras cómicas en masa.
Pero el enfoque dominante en temas como las artes marciales y el Kung Fu de las últimas décadas se está desplazando. Los artistas contemporáneos son cada vez más diversos en su elección del tema, y prefieren concentrarse en los matices de la vida cotidiana.
“Tenemos este fuerte sentido de tratar de utilizar las tiras cómicas para construir nuestra identidad, para decirle al mundo cómo nos vemos. Esto es diferente de la generación anterior, la cual vino de China continental y usó a Hong como un trampolín. Los jóvenes crecieron después de la devolución de 1997, y creemos que Hong Kong es nuestra casa y que tenemos nuestra propia historia que contar”, dice Kong.
Desde principios del 2000, la industria de las tiras cómicas en todo el mundo ha tenido éxito en ventas y en la demanda, con la aparición de la competencia en formas de juego y entretenimiento. Hoy en día, los artistas de los libros de tiras cómicas de Hong Kong trabajan con base en el financiamiento colectivo y formas digitales de distribución, en lugar de editoriales.
Esto ha provocado que el gobierno de Hong Kong encuentre formas de apoyar el surgimiento de artistas independientes y de preservar la forma de arte, sobre todo en momentos en que la política y la identidad de Hong Kong están en un precipicio.
Connie Lam, directora ejecutiva del Hong Kong Arts Centre, explica lo siguiente: “En los últimos años, Hong Kong ha enfrentado problemas importantes y los artistas están usando las tiras cómicas como un medio para expresar su desacuerdo”.
En el 2013, Lam ayudó a establecer Comix Home Base, una plataforma para que artistas como Kong expongan sus obras tanto dentro como fuera del país.
“Nosotros consideramos la animación y las tiras cómicas como arte y cultura, y no solamente como una mercancía, de esa manera esto puede perdurar”, dice Lam.
Para Kong, el artista de libros de tiras cómicas, el álbum The Magic Whip evocó sentimientos de nostalgia… a los que hizo referencia como el ritmo vertiginoso de la ciudad, su cambiante demografía y la feroz transformación de su horizonte.
“Cuando me quedé escuchando su álbum, tuve la sensación de que soy viajero. El Hong Kong en el que estoy viviendo no es el mismo que yo conozco. La memoria se ha ido, quiero aferrarme a ella, pero es imposible. Quiero utilizar este libro para dar este espacio, para detenerme un momento, para volver a pensar, para sentir lo que hemos perdido y lo que aún nos queda”.