Nota del editor: Jon Gosier es un científico de datos y capitalista de riesgo radicado en Filadelfia. Él es el socio general en Cross Valley Capital, un fondo de inversión tecnológico en su primera fase. Las opiniones expresadas en este comentario son únicamente las del autor.
(CNN) – Microsoft no es una compañía históricamente asociada con el minimalismo. Durante mucho tiempo, su sistema operativo, Windows, ha estado plagado de una tediosa personalización y de aspectos irritantes.
A mediados de los noventa, el enfoque de elegir o no los complementos, actualizaciones y middleware fue notorio. Windows 95 fue solo superado en términos de cuán molesto era, por el número de veces al día que la “Macarena” sonaba en la radio.
El enfoque de Microsoft era el contrario al de sus competidores, Apple y Google, quienes defendían sus productos por medio del estilo o de cierta actitud de “nosotros nos encargaremos de eso por ti”, y ocultaban las complejidades de los usuarios detrás de escasas interfaces.
Pero en 2015, muchas cosas han dado un giro de 360 grados. Apple es criticada por su pesadilla de utilización relacionada con iTunes y Apple Music. Google está desconectando sus productos con Google Plus, lo cual ha sido un intento desastroso y fallido por ponerse al día con las redes sociales.
Durante la mayor parte de las últimas dos décadas, Microsoft ha luchado con sus principales actualizaciones pero, de manera refrescante, la compañía parece haber encontrado el camino con sus lanzamientos recientes. Windows 10 parece estar compensando el terreno perdido con un sistema operativo que es hermoso, fácil de usar, y me atrevo a decirlo… placentero. Algunos lo han comparado a Windows 8 al notar algunas similitudes. Pero Windows 8 tuvo tropiezos con una interfaz táctil semi funcional y muy intrusiva.
Windows 10 le ha dado un cambio radical a la experiencia del mouse y el teclado que ha definido la mayor parte de la historia de Windows. Por supuesto, las opciones táctiles no han desaparecido por completo; simplemente están ocultas, listas para ser activadas cuando las necesites. Esto significa que los usuarios de Windows aún pueden usar aplicaciones que están optimizadas para una interfaz táctil.
¿Qué pasa con el cambio de sistema? Ocurre sin problemas. Hacer la actualización de Windows 8 a Windows 10 es fácil y representa una mejora inmediata en todo sentido. No es una repetición de XP y definitivamente, no es Vista. Aunque XP a la larga resultó ser un sistema operativo bastante decente, muchos de nosotros recordamos cuán terrible y lleno de errores era al inicio. Vista, por otro lado, era un desastre prolongado tanto para la compañía como para sus usuarios.
Algunos usuarios de Windows recuerdan el terror provocado por las palabras “actualización” y “Windows”. Windows 10 elimina los dolores de cabeza.
Windows 10 también representa un posible hito en un cambio de dirección para una compañía que ha creado un imperio de 170.000 dólares por la venta de software. En Windows 10, el modelo de negocios del futuro de Microsoft se pone al descubierto. En resumen: todo gira en torno a los datos.
Microsoft está posicionado para competir directamente con Google en un área que este último ha dominado hasta ahora. No solo estamos hablando de búsquedas. Más bien se trata de transformar la experiencia de la computadora de escritorio en una oportunidad de monetización.
Esto no es Bing: la Secuela. Es algo mucho más grande y más inteligente. En este punto, el sistema operativo de Microsoft viene con muchos servicios que los usuarios ya conocen y de los que dependen (por ejemplo, OneNote, Outlook, Word, Excel). Windows 10 deja en claro que cualquier cosa que hagas en estas aplicaciones puede (y probablemente así será) escaneado, analizado y vendido a los anunciantes. Tus correos electrónicos, mensajes y documentos… nada está fuera de límites.
Por supuesto, Google sin duda ha ganado en el negocio de las búsquedas en Internet. Pero Microsoft todavía es dueño de la computadora de escritorio en los ámbitos personales y profesionales. Ese alcance podría ser más de 150 millones de usuarios, una cifra que incluye a la mayoría de usuarios de la red y hasta más. En otras palabras, la compañía está construyendo un negocio de anuncios de proporciones épicas a partir de su base de usuarios existente.
Esta perspectiva también ayuda a contextualizar la reciente inversión de 100 millones de dólares en la compañía Uber. Imagina lo que significaría que el emprendimiento de transporte más perturbador del mundo le entregue sus datos directamente a Microsoft. Esto incluiría las rutas de viaje recorridas frecuentemente, las ubicaciones populares y otra información por la que a los anunciantes se les haría agua la boca, todo a una escala global.
Luego tenemos a Cortana, el asistente digital y la respuesta de Microsoft al asistente Siri de Apple y a Google Now. Al igual que Google Now, Cortana se está empezando a posicionar como un concierge virtual en el centro del propio sistema operativo. Y es más útil. Google Now está limitado por el ubicuo pero fragmentado ecosistema de Android y por el alcance mínimo a las computadoras de escritorio de los usuarios.
Cortana podría no dominar el ámbito de los móviles como Siri y Google Now, pero el dominio de Windows en las computadoras de escritorio lo convierte en una amenaza instantánea. Si Microsoft puede enviar exitosamente mil millones de dispositivos Windows 10 en los próximos tres años, eso equivaldría al número de usuarios de Android (798 millones) y usuarios de iPhone (294 millones) combinados. Bien hecho, Satya Nadella.
Con acceso a todos los datos que los usuarios de Windows le darán día a día, y con sociedades con compañías como Uber, Microsoft se encuentra en una posición mucho mejor para superar a Google al organizar la información del mundo y personalizarla para los usuarios, y en el proceso, puede abrir una oportunidad de ingresos posiblemente decisiva con los anunciantes.