Nota del Editor: Richard Trumka es presidente de la AFL-CIO (siglas en inglés para: Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales). Las opiniones expresadas en este artículo son de él y no comprometen a CNN.
(CNN) – El director ejecutivo de Wal-Mart, Doug McMillon, al parecer recaudó 19,4 millones de dólares en concepto de compensación en el 2014. Por el contrario, el salario del típico empleado de Walmart empieza desde 9 dólares la hora. Esto significa que incluso con el modesto aumento de sueldo que ganaron los trabajadores de Walmart a principios de este año, McMillon aún gana más de 800 veces lo que gana un empleado típico. Algo definitivamente está mal.
Es cierto, la brecha entre el salario de un director ejecutivo y el de un trabajador ha sido un problema desde hace décadas. Sin embargo, atrajo más la atención a raíz de la crisis financiera del 2008 y la Gran Recesión que le siguió. Los paquetes de compensación inadecuados en las compañías de servicios financieros, tales como Bear Stearns y Lehman Brothers, fueron identificados como algo que contribuyó a la crisis, ya que se creía que esos paquetes fomentaban el hecho de que los ejecutivos de las compañías asumieran riesgos excesivos. Es evidente que cuando los directores ejecutivos sienten que están jugando con dinero del Monopoly, pone en riesgo a toda nuestra economía.
Así que cuando se aprobó la histórica Ley de Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor Dodd-Frank del 2010 para frenar la codicia de Wall Street, esta incluía una disposición que obligaba a que la Comisión de Bolsa y Valores requiriera que las empresas dieran a conocer su relación de sueldo “director ejecutivo-trabajador”.
Parece bastante simple, ¿cierto?
Desafortunadamente, Wall Street es mucho mejor repartiendo los generosos paquetes de compensación que en darlos a conocer. La comunidad empresarial está reclamando que costaría más de 185.000 dólares y casi 1.000 horas de tiempo laboral por empresa si se calcula la relación de sueldo “director ejecutivo-trabajador”.
Esto no tiene sentido, así de simple. Los empleadores ya deberían tener esta información en los libros. Dodd-Frank pide que las empresas hagan algunos cálculos simples, no que manden a un hombre a Marte.
Además, se debe destacar que la ley solo requiere que se dé a conocer la relación de salario “director ejecutivo-trabajador”. No hace nada para nivelar esa relación. No aumenta el sueldo de los trabajadores, ni reduce la remuneración de los directores ejecutivos ni obliga a las empresas a cambiar sus prácticas de remuneración en lo más mínimo. Como dijimos en su momento, la ley Dodd-Frank era un compromiso. La única barrera que existe aquí es que Wall Street tiene miedo a ser avergonzado.
¿Será por eso que, en cinco años, la SEC [Securities and Exchange Commission] aún no ha emitido una norma definitiva en cuanto a la relación de salario “director ejecutivo-trabajador”?
Durante ese tiempo, los Juegos Olímpicos se han llevado a cabo dos veces, los San Francisco Giants han ganado tres campeonatos de la Serie Mundial y el presidente Barack Obama fue elegido para un segundo mandato. Eso hace que la persona trabajadora promedio —especialmente aquellos que sufrieron más en la Gran Recesión— se pregunte por qué demonios está tomando tanto tiempo.
Mary Jo White, presidenta de la comisión Securities and Exchange Commission, se comprometió a darle prioridad a la aplicación de la norma de establecer la relación de salario “director ejecutivo-trabajador” cuando fue nominada; sin embargo, han pasado dos años desde que fue juramentada y la norma no se ha hecho efectiva.
La AFL-CIO no se ha quedado de brazos cruzados.
Hemos presentado una solicitud de Ley de Libertad de Información sobre la programación de la acción final en relación a esta norma. Diecinueve organizaciones que representan a los inversionistas y al público también presentaron una carta para apoyar esta solicitud. Además, las solicitudes de más de 165.000 estadounidenses que exigen que la comisión finalmente aplique esta norma de establecer una relación de salario “director ejecutivo-trabajador” fueron entregadas a la SEC y también se presentaron más de 1.000 demandas.
Según divulgación pública, los directores ejecutivos S&P; 500 ganaron 373 veces más que un trabajador raso promedio en Estados Unidos en el 2014. Pero no sabremos cuál es la proporción real de cada una de las empresas hasta que la SEC haga cumplir la norma de la relación de salario “director ejecutivo-trabajador”.
Finalmente, después de más de cinco años, la SEC tiene previsto votar para implementar una norma final.
Felicitamos a la comisión por avanzar y leeremos cuidadosamente la norma cuando sea publicada el miércoles. El estatuto es claro… las empresas deben informar sobre la relación del “promedio de la remuneración total anual de todos los empleados” en comparación con el salario del director ejecutivo. Esperamos que la SEC emita una norma fuerte, la cual se ajuste a la intención del Congreso, y que no tenga lagunas que permitan que las empresas excluyan partes de su fuerza de trabajo.
Los consumidores y los trabajadores estadounidenses merecen más que generalidades… tienen derecho a la rendición de cuentas y transparencia en cuanto a las prácticas de pago de las empresas.
La desigualdad de salarios e ingresos se ha salido totalmente de control. Existe un reconocimiento cada vez mayor de que la Gran Recesión no era cíclica, sino que el resultado de decisiones políticas deliberadas.
La norma que obliga que las empresas den a conocer la relación de salario “director ejecutivo-empleado” debió haberse implementado hace mucho tiempo y la SEC debe implementarla sin más retrasos.