Los principales candidatos republicanos en el debate que se realizó en el Quicken Loans Arena de Cleveland, Ohio.

(CNN) – Los 10 principales candidatos a la nominación presidencial republicana tuvieron solo unos cuantos minutos cada uno el jueves para captar la atención de los votantes que sintonizaron el primer debate presidencial Republicano de gran importancia.

Donald Trump podría haber ocupado la mayoría de titulares de la noche, pero el debate en horario estelar no produjo un vencedor evidente. La noche efectivamente evidenció a algunos candidatos que se destacaron y ninguno pareció haber hundido su campaña al final de la noche.

Desde los momentos destacados hasta los golpes, estos son los ocho aspectos más importantes de la noche:

1. Donald Trump no cambiará de opinión

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Al igual que el muro que ha prometido construir a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos, Donald Trump es inamovible.

Trump demostró una vez más que no le va a dar marcha atrás a su retórica grandilocuente. El favorito republicano inició el debate al rehusarse —una vez más— a descartar una candidatura independiente y prometer su apoyo hacia el que gane la nominación republicana, independientemente de quién sea.

En cambio, Trump dijo: “Absolutamente, puedo hacer la promesa si yo soy quien gane la nominación”.

Los moderadores no suavizaron el efecto de las palabras de Trump: le preguntaron acerca de haberse referido a algunos inmigrantes indocumentados como “violadores” y acerca de atacar a las mujeres con las que anteriormente ha discutido al llamarlas “cerdas gordas” y “vagas”.

“Solo Rosie O’Donnell”, alegó Trump antes de decir que él “francamente no tiene tiempo para ser total y políticamente correcto”.

Pero el resultado no le dio a los votantes mucha información en términos de los aspectos específicos de sus políticas, y Trump se negó a hacerlo cuando el moderador Chris Wallace lo presionó en el tema de la inmigración; en su lugar, dijo que “nuestros líderes son estúpidos”.

2. Rand Paul: perro de ataque

Rand Paul estaba ansioso por ocupar titulares, ya que se abalanzaba cuando no era su turno para rebatir el punto de vista de otro candidato o lanzar ataques en contra de Trump y el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie.

Paul inmediatamente se involucró al inicio del debate para criticar el hecho de que Trump se rehusara a descartar una candidatura independiente, al decir que el multimillonario “compra y vende políticos de todas los ámbitos” y al acusarlo de “protegerse respecto a los Clinton”.

No hay duda de que Paul estaba tratando de sobresalir, e incluso opacar a Trump con la base del partido, ya que se describió a sí mismo como “un republicano distinto” en sus comentarios finales.

Rand Paul, senador y precandidato republicano en el Quicken Loans Arena en Cleveland, Ohio.

3. Chris Christie vs. Rand Paul

Mientras Trump no arremetió por completo para rechazar los ataques del senador por Kentucky, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, se aprovechó de la oportunidad para abordar su desacuerdo con Paul sobre la seguridad nacional.

Meses después de las tácticas obstructivas de 10 horas y media para bloquear la autorización nuevamente de la NSA —algo que generó ataques por parte de Christie— ambos demostraron el jueves que seguirán peleando por ese tema.

Mientras se enfrentaban, Christie criticó a Paul por simplemente “soplar aire caliente” desde la comodidad de un subcomité del Senado. Paul arremetió contra Christie por el abrazo que le dio a Obama justo antes de las elecciones de 2012. Pero Christie tuvo la última palabra.

“Senador Paul, sabes que los abrazos que recuerdo son los que le di a las familias que perdieron seres queridos en los ataques del 11 de septiembre”, dijo Christie.

Esta es una señal de que Christie seguirá siendo un oponente de Paul en el proceso de la campaña, ya que las posturas poco ortodoxas del senador con tendencia libertaria sobre la seguridad nacional y la política exterior siguen estando en conflicto con el molde del Partido Republicano.

4. Kasich, John Kasich

Para Kasich el debate fue una ventana para darse a conocer

Para tratarse de alguien que apenas logró ser parte del escenario del debate, el principal objetivo de John Kasich era dar a conocer su nombre… y su estado natal lo ayudó a cumplir y superar ese objetivo.

Al sacarle ventaja al hecho de que el debate se llevó a cabo en su estado, Kasich manejó hábilmente las preguntas sobre los ataques que los demócratas le lanzarían, y optó por no atacar a Trump. Además, lo hizo con autenticidad y mientras se basaba en sus credenciales como un partidario del presupuesto y en su experiencia con la política exterior.

Kasich insistió que Trump “está tocando una fibra sensible en este país”.

“Las personas están frustradas, están cansadas”, dijo Kasich. “Es un error que simplemente las ignoren”.

5. Jeb Bush: oxidado, pero está trabajando en ello

Bush inició su semana con un revés en Nuevo Hampshire, tuvo dificultades antes del debate con un gran error en relación con el cuidado de la salud de las mujeres y empezó el debate del jueves tropezando en sus respuestas una vez más.

Bush, quien ha estado fuera de la mirada política durante casi una década, pareció haber perdido la práctica cuando respondió a las primeras preguntas en el debate del jueves.

Sin embargo, se fortaleció con el paso de la noche, y su ritmo empezó a mejorar cuando se le preguntó sobre su promesa de generar un crecimiento económico del 4% en el país, y cuando defendió su trabajo para una organización sin ánimo de lucro de Michael Bloomberg que donó fondos para Planned Parenthood.

Sin embargo, Bush sin duda no demostró ser el claro favorito que muchos republicanos en el ‘establishment’ una vez creyeron que sería, ya que otros candidatos, como Kasich y Rubio, también demostraron su estatus de primer nivel.

6. ¿Dónde estaba Walker?

Walker, quien constantemente ha estado posicionado en segundo o tercer lugar en las encuestas recientes, no tuvo un momento importante en el debate.

Se mantuvo firme en el mensaje y dio respuestas concisas a las preguntas que le hicieron, pero sus respuestas fueron monótonas y no se destacó del resto del grupo.

7. Ataque contra Trump

Aparte de Paul, el resto de los candidatos en gran medida evitaron atacar a Trump; varios en realidad le pidieron donaciones políticas en un momento desenfadado al inicio.

En cambio, fue el segundo grupo de candidatos que debatieron a las 5 p.m. los que atacaron a Trump en su ausencia.

Desde el exgobernador de Texas, Rick Perry, hasta la exdirectora ejecutiva de Hewlett-Packard, Carly Fiorina, varios de los candidatos del llamado “debate de la hora feliz” criticaron a Trump por sus posiciones de política y por su relación con los Clinton.

8. El momento de éxito de Fiorina

Mientras el debate en horario estelar no reveló a ningún ganador, Fiorina salió del debate anterior como la evidente vencedora, lo que generó muchos comentarios en las redes sociales y revuelo entre los expertos políticos.

Ella salió como la clara vencedora del debate, ya que se robó el centro de atención de los otros seis candidatos de menor nivel, al atacar a todos desde Trump hasta Bush y, por supuesto, Hillary Clinton.