(CNNMoney) – Giulio Graziani dice que esto lo hace sentir un poco como si fuera un vendedor de droga, a pesar de que no está comprando nada ilegal. Es parte de su trabajo desenterrar un suministro constante de videojuegos de las décadas de 1980 y 1990 para su tienda, VideoGamesNewYork, la cual se especializa en todo, desde Atari y Gameboy hasta raros prototipos de cartuchos NES.
Videojuegos antiguos, que una vez fueron relegados dentro de polvorientas papeleras que contenían gangas, se han estado aprovechado de la máquina de la nostalgia y han adquirido valor al igual que las tarjetas de béisbol o las colecciones de sellos.
Graziani, de 50 años de edad, ha estado en el negocio desde el 2003, pero dice que no fue sino hasta hace poco que el mercado comenzó a aumentar bruscamente. “Hace 5 años, podría haber conducido a través de Texas, me hubiera detenido en los pequeños pueblos y hubiera comprado todo”, dice. “¡Ahora están vendiendo los juegos por ahí, por más de lo que yo gano!”
Incluso piezas simples, como The Legend of Zelda Ocarina of Time, el cual costaba 12 dólares en el 2010, ahora cuesta 25 dólares. Los juegos más codiciados, como Earthbound de Nintendo, pueden alcanzar los cientos de dólares, incluso miles si están en la caja original.
Los precios se dispararon casi de la noche a la mañana, dice JJ Hendricks, cuyo sitio Video Games Price Charting rastrea el precio actual de los juegos antiguos. Él estima que el mercado de los juegos retro hoy genera alrededor de 200 millones de dólares anualmente. En una ocasión, Hendricks pasó meses negociando con una misteriosa fuente en Canadá para comprar uno de los dos únicos prototipos Powerfest 94 que se sabe que existen. Él finalmente hizo el trato… por 12.000 dólares en efectivo.
Esta es la tormenta perfecta. Al igual que los niños que crecieron en la década de 1980 y 1990 están llegando a los treinta años, la oferta de juegos clásicos se está reduciendo.
“Creo que es solo una nostalgia de cuando eran más jóvenes”, dice David Kaelin, quien maneja el ‘Classic Game Fest’ en Austin, Texas, y es el dueño de la cadena de tiendas Game Over Videogames. “Fue una época más inocente en el juego. Eran más fáciles de levantar y jugar, menos violentos, más accesibles universalmente de lo que son ahora”.
La nostalgia no es lo único que hace que los precios suban abruptamente.
Las subastas de eBay y los canales dedicados de YouTube también han alimentado el frenesí.
“Se podría decir que soy también parte de lo que crea el problema”, dice Aaron Stapish. Su canal YouYube, ‘RetroLiberty’, se enfoca casi exclusivamente en la caza de videojuegos retro. Cuenta con 30.000 suscriptores y recibe regularmente entre 15.000 y 20.000 visitas por episodio, cada uno de los cuales documenta a Stapish y a sus vendedores cuando se reúnen con los vendedores en los estacionamientos o cuando van a los mercados ‘swap meets’ y buscan entre todos los artículos en venta para encontrar cosas baratas.
Pero cada vez es más difícil encontrar los tesoros. Si Stapish menciona en su programa que está buscando un juego, él nota una reacción en cadena: otras personas comienzan a buscarlo y los propietarios rápidamente comienzan a cobrar más.
Bryan Harwell, propietario de Replay’d en Allston, Massachusetts, ha tenido que evolucionar para poder sobrevivir. En lugar de buscar continuamente cosas baratas, su tienda, sobre todo, confía en que los clientes le vendan sus cosas viejas. (Él también vende juegos actuales). Pero sus márgenes de ganancia se han reducido. Hace tres años, él dice que su ganancia era del 50% al 60% sobre cualquier juego retro que vendía. Hoy en día, su margen de ganancia bajó tanto que quedó entre el 5% y el 10%.
Afortunadamente, para un jugador retro casual, existen algunas soluciones baratas para conseguir una rápida dosis de nostalgia. La Consola Virtual de Nintendo te permite descargar juegos clásicos para jugar en el Wii U o en el Nintendo 3DS. La consola Retron 5 de Hyperkin se vende por 159,99 dólares y acepta juegos para 10 sistemas distintos, entre ellos NES, SNES, Famicom, SENES, Genesis y Game Boy.
Pero, para algunas personas, no hay nada como lo real.
“Para los jugadores retro, una de las cosas más importantes es revivir esa experiencia que vivió cuando era niño”, dice Stapish, quien juega juegos retro alrededor de 30 horas a la semana. “Así que quieres tener el juego real, quieres en realidad colocar el juego dentro del sistema y tener en tus manos el control original”.