(CNN) – Es horriblemente fascinante y extrañamente hermoso, ¿pero acaso una oreja en un brazo es arte?
Stelarc, el galardonado artista australiano de arte en vivo que se ha hecho crecer una tercera oreja en su brazo en nombre del arte, cree que lo es. Y mientras busca someterse a otras cirugías para instalar un micrófono conectado por Wi-Fi que permitirá que las personas de cualquier parte del mundo escuchen lo que él oye, espera poder convencer a otros de su visión.
“Cuando el arte es sorprendente es cuando llega a ser interesante”, le dijo Stelarc a CNN. “Debido a que esto está generando esa ansiedad, esa incertidumbre, esa ambivalencia y reacción, eso hace que el cuerpo reexamine el mundo”.
En parte quirúrgica, en parte humana, la oreja de Stelarc fue construida primero usando una estructura fabricada de material biocompatible que comúnmente es usado en la cirugía plástica. Una vez trasplantada de forma segura en su brazo, el propio tejido y los vasos sanguíneos del artista se adaptaron al material y la oreja es ahora una parte viva, sensible y que funciona de su cuerpo.
Aunque todavía no puede oír, Stelarc ahora planea utilizar sus propias células madre para desarrollar un lóbulo del oído externo adecuado antes de que se implante un micrófono que pueda usarse con Wi-Fi. Una vez conectado, este micrófono estará activado permanentemente para que las personas alrededor del mundo puedan ‘sintonizarse’ con él las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
“Este oído no es para mí, yo ya tengo dos buenos oídos con los que escucho. Así que en dondequiera que estés y en dondequiera que yo me encuentre en el mundo, tú podrás escuchar lo que yo estoy escuchando”, dijo.
“Nunca me imaginé tener un interruptor de encendido y apagado”, añadió. “Para mí, el proyecto no es interesante sino hasta que el oído sea aumentado de manera electrónica”.
Una oreja por el bien del arte
Stelarc, quien hace 45 años cambió legalmente su nombre Stelios Arcadiou, es también director del Alternate Anatomices Lab (Laboratorio de Anatomías Alternas) en Curtin University en Perth, Australia Occidental.
Durante mucho tiempo, ha utilizado su propio cuerpo para explorar la relación cambiante de las personas con la tecnología… ha puesto cámaras en sus pulmones, colon y estómago, ha actuado con una tercera mano y se ha hecho colgar desnudo de un techo con ganchos.
Como lo explicó, el tercer oído es sólo una extensión natural de esta obra, que es todo en nombre del arte.
“Como artista de arte en vivo, estoy particularmente interesado en la idea del post-humano, la idea del androide”, dijo. “Lo que significa ser humano no será determinado más tiempo simplemente por tu estructura biológica, sino quizás también será determinado, en gran medida, por toda la tecnología que está enchufada o insertada en ti”.
Construcción de una conexión
Stelarc empezó a trabajar en su proyecto de la oreja protésica –la cual describe como más dura que el cartílago pero todavía suave al tacto– en 1996.
Le tomó 10 años encontrar a los tres cirujanos plásticos europeos dispuestos a trabajar en su oreja, así como para organizar la financiación para el proyecto. Finalmente, fue pagado por una compañía de producción con sede en Londres, para el programa de televisión estadounidense “Medical Mavericks” de Discovery; Stelarc dijo que entiende el escepticismo y las preocupaciones éticas que algunas personas puedan tener acerca de su arte.
Estoy particularmente interesado en la idea del post-humano, la idea del androide.
“La comunidad médica es fundamentalmente una comunidad muy conservadora y la práctica médica se trata de curar a la gente y reparar daños”, dijo. “Construir una oreja adicional en el brazo de un artista que es perfectamente saludable, parece algo trivial y poco ético, en el sentido de la pérdida de tiempo y esfuerzo”.
Su familia, en donde ninguno tiene antecedentes artísticos, inicialmente también encontró difícil entender su motivación.
Sin embargo, dijo que los cirujanos que construyeron su oreja ahora son buenos amigos suyos que están dispuestos a seguir trabajando con él para lograr su visión artística. Con el tiempo, su familia también ha llegado a entender mejor sus intenciones.
Además de que es bien conocido por su arte en el extranjero, ahora la comunidad artística de Australia también aprecia la obra de Stelarc y, en marzo de este año, fue galardonado con el Australia Council Award for Outstanding Achievement in Emerging and Experimental Arts (Premio del Consejo de Australia por el logro excepcional en las artes emergentes y experimentales).
“A veces, cuando lo que estoy haciendo es criticado, creo que es una crítica injusta porque es una crítica que no se da cuenta del valor de nuestra poesía, de nuestra filosofía, de nuestra práctica artística”, dijo.
“Pero he descubierto que hay mucha buena voluntad de parte de las personas que normalmente no tendrían contacto con un artista, y quienes normalmente no verían la razón de usar su tiempo, dinero y experiencia en hacer algo como esto… y eso es alentador”.