(CNN) – El diseñador Michael Kors parece haber encontrado el equilibrio perfecto entre el estilo y la filantropía, todo para luchar contra el hambre.
Millones de personas en todo el mundo usan sus zapatos, llevan sus carteras y les encanta la ropa. Así que hace unos tres años, Kors decidió tomar esa fidelidad a la marca y convertirla en una forma de recaudar dinero para el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas. Y ahora ese dinero ha aportado 10 millones de comidas para niños en edad escolar en Uganda, Mozambique, Nicaragua y Camboya.
En lugar de una próxima tendencia de moda, Kors está pensando de qué manera puede hacer más.
“Nunca imaginamos que alcanzaríamos este número así de rápido, así que todo lo que esto me dice es que debo seguir subiendo el nivel. Ahora podemos sentarnos y decir ¿acaso es posible llegar a 100 millones de raciones de alimento? Sí, es posible… y podemos alcanzarlo antes de que sea demasiado tarde”, dice Kors.
La meta original de cuatro años de la campaña de Michael Kors #WatchHungerStop era recaudar dinero suficiente para proporcionar 1 millón de raciones de alimento. Sin embargo, por medio de la venta de una edición especial de reloj y donaciones de los clientes en las tiendas de todo el mundo, Kors ha llevado el problema del hambre a la corriente principal de la moda y los centros comerciales en todas partes.
Según Kye Young del Programa Mundial de Alimentos, la asociación única con Kors ha superado todas las expectativas. “Le ha dado la oportunidad a sus clientes leales para que tomen medidas. No solo para comprar un reloj genial, sino también para saber que está ayudando a una de las mayores organizaciones de ayuda humanitaria a luchar contra el hambre”.
El nuevo embajador y la actriz
En reconocimiento a sus esfuerzos con la campaña #WatchHungerStop, Kors también ha sido nombrado Embajador Global contra el Hambre del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
“Lo último que imaginé fue que tendría el título de embajador. Me he comprometido a ayudar al Programa Mundial de Alimentos y sé que mi responsabilidad es hacer todo lo que pueda para llegar a su meta de construir un mundo sin hambre”, comenta Kors.
La actriz Kate Hudson también se une a Michael Kors y a la campaña #WatchHungerStop.
“Ella tiene la personalidad para conectarse con la gente de todo el mundo. Ella tiene la fama, el talento y la notoriedad, pero también tiene un gran corazón. Creo que entre los dos podemos llegar a una gran cantidad de gente”, agrega Kors.
Rompiendo el ciclo de la pobreza
Kors indica que quería contribuir específicamente para las comidas escolares del Programa Mundial de Alimentos debido a lo que puede hacer para las sociedades en desarrollo, solucionando el problema del hambre y la educación.
“El impacto de lograr que esos niños vayan a la escuela es enorme. No solo se trata de nutrición, es su futuro”, añade Kors.
En el 2014, el PMA proporcionó comidas escolares y raciones para llevar a casa a 17 millones de niños. Según el PMA, una comida escolar diaria ofrece un fuerte incentivo para enviar a los niños a la escuela y mantenerlos allí. Permite que los niños se concentren en sus estudios en lugar de sus estómagos.
El PMA está trabajando en más de 80 países de todo el mundo y Kors ha sido fundamental en correr la voz durante tiempos de necesidad.
“Él es muy bueno en eso; por muy grande que se haya vuelto su compañía, él aún sigue dando su tiempo y su toque personal a su campaña”, dice Young.
Estilo de filantropía
Si la filantropía tuviera un estilo, Kors dice que sería una camisa de algodón blanca y fresca. Una camisa lista para arremangarse y ponerse a trabajar.
Kors parece haberlo tomado muy a pecho. Durante años trabajó en Nueva York con la organización no lucrativa “God’s Love We Deliver”, la cual proporciona alimentos a los necesitados. Pero él se sintió inspirado a hacer más.
“Cuando comencé mi carrera en 1981 como diseñador estadounidense, tratamos con un público estadounidense. En realidad no existía tal cosa de la moda internacional. Había fronteras. Ahora mientras viajo por el mundo, veo que lo que es un problema aquí en mi vecindario de Nueva York también es un problema a nivel mundial. A todos nos afecta lo que ocurre en otros países y otras ciudades”, asegura Kors.
El siguiente paso, dice Kors, es ir a ver qué efecto ha tenido su trabajo alrededor del mundo y continuar recaudando dinero para raciones de alimento.
“Aunque el hambre es un gran problema, es algo que se puede solucionar. Si podemos hacer algo de ruido, sonar las ollas y sartenes, por así decirlo… podemos hacer que la gente sepa que puede marcar la diferencia”, puntualiza Kors.