(CNN) – Una concurrida plaza pública en la ciudad china de Nankín es el hogar de un inusual experimento.
Durante casi dos meses, la primera “librería honrada” del país ha ocupado una acera en la Calle Hanzhong en el distrito Gulou de la ciudad.
Sin cajero ni personal alguno que controle, la tienda se basa en la confianza para el pago.
Sorpresivamente, la mayoría de los clientes pagan, aunque Zhu Min, el director de marketing de la compañía que se encarga de ella, dice que las entradas son 5% menores de lo que deberían ser.
Pero ganar dinero no es el principal objetivo de la empresa y ellos son pacientes con aquellos que se llevan los libros sin pagar.
“Si en realidad pueden terminar de leer los libros, no importa si se llevan los libros gratis”, dice.
“De hecho, estamos realmente felices de ver a tanta gente llevándose libros de la librería honrada”.
Después de mirar las cuatro estanterías de madera, los clientes deben colocar su dinero en una caja con llave.
Los precios están fijados a un 30% del precio de la portada.
Zhu tiene la esperanza de que su tienda en la acera, la cual vende un promedio de 60 libros diarios, reavive el interés por la lectura.
Como en otros lugares, China ha visto que los libros electrónicos socavan el mercado para los libros tradicionales y muchos vendedores de libros independientes están en aprietos.
Esperamos que sea a largo plazo
Zhu tiene permiso del gobierno de la ciudad para usar la acera y dice que está determinado a que este proyecto sea a largo plazo.
El proyecto está a cargo de Popular Bookmall, la cual tiene ocho librerías en China.
Él dice que la librería está abierta todos los días, excepto cuando llueve, y se cierra cada noche.
“Las personas se paran frente a la librería y se preguntan si debieran pagar y cuánto deberían pagar. Este es un proceso en el que se limpian los pensamientos de nuestros corazones”, dice.
Haciendo a un lado las metas nobles, la empresa de la vía pública le permite a su compañía limpiar el inventario antiguo.
Una cita con un libro
No es la primera vez que Popular Bookmall ha empleado tácticas ingeniosas para tratar de convertir a los ocupados residentes de la ciudad en ratones de biblioteca.
En septiembre del año pasado, la compañía dejó 1.000 libros y lámparas de lectura en el suelo y animó a la gente a “tener una cita” con un libro.
Nankín también es el hogar de Librairie Avant-Garde, un espacio para espectáculos y de venta al por menor escondido en un parqueo subterráneo que alguna vez fue considerado como la librería más hermosa de China.
Desde entonces, se ha convertido en un monumento histórico cultural y una atracción turística de la ciudad.
“Las librerías independientes representan el bienestar de la ciudad”, le dijo Qian Xiaohua, el dueño de Libraire Avant-Garde a CNN en el 2013.
“Cuando una ciudad está perdiendo sus librerías, en realidad está perdiendo algo en su alma”.
Si el éxito de la librería honrada sirve como una guía, entonces Nankín está en muy buena forma.