CIUDAD DE MÉXICO — La renuncia de Otto Pérez Molina a la presidencia de Guatemala puso al país centroamericano en el foco global.
El hoy expresidente enfrenta acusaciones de corrupción, en particular por su presunto vínculo con La Línea, una mafia que cobraba sobornos por importar mercancías y que defraudaba a las autoridades fiscales.
La crisis política desató la furia de la sociedad y dejó en segundo plano las elecciones que se celebrarán este domingo, a la que están llamados a votar 7.5 millones de ciudadanos.
Esto es lo que necesitas saber sobre la economía de Guatemala y los retos que enfrenta el futuro Gobierno.
1. Crecimiento
La actividad económica de Guatemala se ha mantenido estable en los últimos años, de acuerdo con el Banco Mundial. En 2014, el PIB creció 4.2%.
“Un prudente manejo macroeconómico permitió un crecimiento anual promedio de 4.2% entre 2004 y 2007”, dijo el organismo en su panorama sobre el país centroamericano. “Después de la crisis financiera de 2008-2009, la economía se recuperó a un paso modesto pero consistente”, agregó.
El sector agrícola representa el 13.7% del PIB nacional y 32% de la fuerza laboral. Sus principales exportaciones en este rubro son azúcar, café, plátano y diversos vegetales.
Los principales socios comerciales son Estados Unidos, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua y Costa Rica.
El Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR, por sus siglas en inglés), permitió mayores inversiones y la diversificación de las exportaciones.
Cifras del Gobierno estadounidense arrojan que el acuerdo ha incrementado el comercio en 71% entre el país y Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua y República Dominicana.
2. Desigualdad y pobreza
Con una población de 14,9 millones de personas, Guatemala tiene un fuerte problema de inequidad y pobreza. Cifras del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) arrojan que el 62,4% de la población está en pobreza media y 29,6% en pobreza extrema.
“Guatemala es la economía más grande de Centroamérica pero está entre los países latinoamericanos con mayores niveles de desigualdad y con indicadores de pobreza, especialmente en áreas indígenas y rurales, y sus tasas de malnutrición crónica están entre las mayores de la región”, dice el Banco Mundial.
“Guatemala enfrenta retos de cara a […] un crecimiento económico significativo de la región latinoamericana que no se ha traducido necesariamente en mejor salud, educación y empleo para todos”, dijo PNUD.
3. Inseguridad
Guatemala padeció 36 años de un largo conflicto armado interno, uno de los más crudos y violentos de la región, que finalizó con el Acuerdo de Paz Firme y Duradera en 1996.
“Doce acuerdos en total fueron firmados entre 1991 y 1996 para resolver los principales problemas del país, incluyendo acuerdos operativos relativos al cese al fuego, la desmovilización”, dijo PNUD.
La firma de esos acuerdos retiró un obstáculo para la inversión extranjera.
Sin embargo, la inseguridad sigue siendo un tema pendiente. Estimaciones del BM apuntan a que este problema le cuesta al país cerca de 7,7% del PIB.
El hoy expresidente Pérez Molina había llegado al cargo en 2012 con el ofrecimiento de mano dura contra el crimen y la corrupción.
4. ¿Alianza para la Prosperidad?
Guatemala, Honduras y el Salvador habían buscado convencer a Washington de respaldar un plan de 20.000 millones de dólares para revitalizar sus economías y frenar la migración hacia Estados Unidos, en particular de menores no acompañados.
Barack Obama recibió en abril el plan para revitalizar la región, en cinco años, durante una cumbre continental en Panamá.
Sin embargo, la esperanza inicial de que Estados Unidos aportara 5.000 millones de dólares en cinco años se redujo a 3.000 millones de dólares. Ahora se espera, en el mejor de los casos, otros 1.000 millones de dólares para 2016, aunque tras la renuncia de Pérez Molina, el destino del plan es incierto, según la agencia AFP.
Los objetivos originales del plan incluyen la creación de 600.000 nuevos empleos, una reducción de homicidios del 10% y un impulso económico adicional de hasta el 3,5% para reactivar a los países, según Reuters.
Los gobiernos quieren destinar unos 12.000 millones de dólares a los sectores productivo, agrícola e infraestructuras.
Para abatir la pobreza, que acosa al 43% de la población en Centroamérica, el plan prevé inversiones por 7.000 millones de dólares en desarrollo social, creación de empleos, salud, educación, vivienda y transferencias directas a la población.
En el frente de justicia y orden, proponen destinar 1.000 millones de dólares a mejorar los sistemas preventivos y formar unos 70.000 policías para lidiar con las crisis de inseguridad en los tres países.
El proyecto también contempla disminuir la burocracia, dotar de más transparencia al sector público y frenar la malversación, justo cuando varios un escándalo de corrupción tiró al Gobierno guatemalteco.