(CNN) – En su último discurso como primer ministro australiano, Tony Abbott dijo que era un día difícil, “pero cuando te unes al juego, aceptas las reglas”.
Esas reglas, bajo el sistema parlamentario de Australia, son que cuando tu partido decide que ya no te quiere como su líder, te debes hacer a un lado para darle el lugar a un nuevo líder, pasando por alto el voto público.
Ese nuevo líder es el anterior ministro Malcolm Turnbull, un ex abogado, banquero y hombre de negocios, quien fue juramentado el martes como el vigésimo noveno primer ministro del país.
Le tomó una noche y una mañana a Tony Abbott dar sus palabras finales como el líder de la nación.
“Mi compromiso hoy es hacer este cambio tan fácil como pueda… No habrá destrozos, ni debilitamiento, ni francotiradores”. Dijo Abbott, afuera del edificio del Parlamento en Canberra, a los medios de comunicación.
Apuntando a los medios de comunicación
Habiendo dicho eso, procedió a arremeter contra lo que él llamó la “cultura mediática febril” que “recompensa la traición”.
“Si hay un consejo que puedo darle a los medios de comunicación, es el siguiente: que se nieguen a imprimir afirmaciones convenencieras cuyo emisor no esté dispuesto a dar su nombre. Rehúsen ser cómplices del deshonor al actuar como el cuchillo del asesino”.
Abbott también arremetió contra las encuestas, a las cuales pareció culpar de la reciente alta rotación de primeros ministros australianos.
“La naturaleza de la política ha cambiado en la década pasada. Tenemos más encuestas y más comentarios que nunca antes. Una difamación, sobre todo, agria, amarga. El pánico impulsado por encuestas ha producido un cargo de primer ministro de puerta giratoria, lo cual no puede ser bueno para nuestro país”, dijo.
Australia ha tenido cinco líderes –y en un caso el mismo dos veces– desde el 2007, cuando el líder liberal de hace mucho tiempo, John Howard, perdió la elección federal frente al laborista Kevin Rudd. Después de Rudd vino Julia Gillard, luego Rudd, luego Abbott y ahora Turnbull.
Después de su discurso final, Abbott terminó su mandato con un tuit: “Gracias por el privilegio de ser el primer ministro. Mi amor por este país es más fuerte que nunca”.
¿Quién es Turnbull?
En cuestión de unas horas el lunes, Malcolm Turnbull pasó de ser el ministro de comunicaciones del país a ser el nuevo líder, después de ganar una votación del partido 54 a 44.
En una rueda de prensa, ya tarde la noche anterior, prometió que su nuevo gobierno sería “totalmente consultivo”.
“El primer ministro de Australia no es un presidente. El primer ministro es el primero entre los iguales”, dijo, flanqueado por Julie Bishop, quien fue llamada nuevamente como la sublíder del partido.
El comentario pudo haber sido una crítica del estilo de liderazgo de Abbott. Él era un líder considerado proclive ha tomar “decisiones unilaterales”… decisiones tomadas sin consulta alguna.
¿Se repite la historia?
Por años, el antiguo gobierno laborista estuvo plagado de luchas internas, como cuando Gillard derrocó a Rudd en el 2010 y quien luego le hizo lo mismo a ella en el 2013.
Cuando Abbott ganó la elección federal en el 2013, él prometió que el suyo sería un gobierno estable.
Sin embargo, al montar su desafío, Turnball exigió un gobierno con un nuevo estilo de liderazgo.
“Necesitamos apoyo, no consignas. Necesitamos respetar la inteligencia de la gente de Australia”, dijo, mientras le daba especial atención a la crítica del récord de Abbott sobre la economía.
“El primer ministro no ha sido capaz de proveer el liderazgo económico que nuestra nación necesita; él no ha sido capaz de proveer la confianza económica que los negocios necesitan”, dijo Turnbull.
La economía australiana ha sentido los efectos de la reducción de la demanda de minerales de parte de China. El producto interno bruto de Australia aumentó un 2% en el segundo trimestre, comparado con el mismo período del año anterior.
En su discurso final, Abbott dijo que estaba orgulloso de que su gobierno había logrado que “300.000 personas más tuvieran empleo”. Los malos impuestos del partido laborista ya no existen. Hemos firmado Tratados de Libre Comercio con nuestros mayores socios comerciales… con Japón, Corea y China.
Mientras sus predecesores y otros felicitaron a Turnbull, Abbott no hizo ningún comentario de su sucesor.
El primer ministro saliente no hizo comentarios sobre lo que hará a continuación.