(CNN)– La policía antidisturbios húngara lanzó agua y gas lacrimógeno a inmigrantes el miércoles en la frontera del país con Serbia, después de que un grupo se rompió para tratar de entrar en la Unión Europea.
Hungría selló el martes su frontera entre los dos países, dejando a miles de inmigrantes desesperados y a la espera en la entrada de Hungría, agolpados frente a la alambrada de espino levantada por las autoridades húngaras. Hungría es miembro de la Unión Europea, mientras que Serbia se encuentra en negociaciones para unirse a la UE.
En Horgos, Serbia, el enfrentamiento comenzó de forma pacífica, con los refugiados aglomerándose temprano frente a la valla fronteriza, encomiando a las autoridades húngaras a “abrir la puerta” con cánticos.
Pero las tensiones aumentaron, con algunos migrantes amenazando con intentar romper la valla. Cuando el grupo se rompió, las fuerzas de seguridad húngaras, que habían traído vehículos blindados, respondieron con cañonazos de agua y gas lacrimógeno.
En medio de los gritos, los inmigrantes comenzaron a lanzar botellas y piedras a las fuerzas húngaras. El humo negro se elevaba, mientras se incendiaban neumáticos, y la policía serbia imploró a la gente a retirarse.
Hungría: “Una turba armada”
El portavoz del gobierno húngaro, Zoltan Kovacs, dijo a CNN el miércoles que las fuerzas húngaras se habían visto obligados a responder cuando hombres jóvenes armados con palos y piedras trataron de entrar al país.
“Una turba armada de un par de cientos de personas están tratando de entrar en territorio húngaro sin ningún tipo de permiso”, dijo a Becky Anderson, de CNN.
“Son hombres jóvenes, armados con palos y piedras que rasgaron la valla… durante la noche, y están… tratando de pasar”.
Kovacs dijo que las autoridades húngaras se enfrentaban a “la violencia de la mafia, una turba armada, que está utilizando niños como escudos humanos”.
Sostuvo que “se está utilizando la fuerza policial proporcional”.
El primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, dijo a CNN el miércoles que la situación caótica en la frontera es una “gran vergüenza para Serbia”.
Aleksandar Vulin, ministro de Bienestar Social de Serbia, dijo que su país había emitido una protesta a Hungría por el uso de gases lacrimógenos en territorio serbio, mientras que la ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen dijo a CNN que el tratamiento de Hungría a los refugiados “no es aceptable”.
La conducta de Hungría va “en contra de normas europeas”, dijo, y agregó que los refugiados tienen derecho a ser tratados con decencia.
Ben Wedeman reportó desde la frontera serbo-húngara; Ivan Watson reportó desde Croacia; Holly Yan reportó y escribió desde Atlanta. Milena Veselinovic, Tim Hume, Stephanie Halasz, Tobias Grimm, Alex Hunter, Vasco Cotovio, Brian Walker y Khushbu Shah también contribuyeron con este reporte.