(CNN) – Imagínate que vas al baño y encuentras una enorme pitón enroscada en el interior de la taza del inodoro. Eso pasó este mes, no solo una vez sino dos, en la ciudad australiana de Townsville.
Elliot Budd, quien trabaja como cazador de serpientes en la ciudad de Queensland, al noroeste, recibió dos llamadas durante las últimas dos semanas, para retirar serpientes que se habían introducido en los baños de las personas.
“La primera medía tres metros de largo (9,8 pies), y la segunda 2,4 metros (7,8 pies)”, le dijo a CNN por teléfono.
“La primera que atrapé estaba en una casa que estaban renovando, por lo que fueron unos cuantos trabajadores los que la encontraron. Definitivamente, me quedé un poco sorprendido de que estuviera en el inodoro”, dijo Budd.
Fue particularmente difícil sacarla pues la serpiente estaba firmemente sujeta a la curva del sifón del desagüe, dijo. Budd finalmente logró sacarla después de desatornillar el inodoro.
Cuando lo llamaron por segunda vez por “una serpiente en el baño”, pensó que alguien le estaba tomando el pelo.
“Fue el día 12. Aquella señora me dijo por teléfono que estaba en el inodoro. Al principio, pensé que talvez alguien me estaba haciendo una broma después de la primera serpiente… nunca pensé que vería a dos de ellas en el inodoro. La señora realmente quería sacarla de allí”, dijo.
Budd cree que las serpientes, las dos pitones de alfombra que no son venenosas, se están deslizando a través de puertas y ventanas abiertas.
“No soy plomero, pero es muy poco probable que entren a través de las tuberías”, dijo.
“Yo no diría que es algo común pero en efecto, sucede”, dijo Budd. “Todos los demás cazadores de serpientes han estado haciéndolo desde hace 15 o 20 años y algunos de ellos nunca han visto una en el inodoro personalmente”.
En busca de agua
¿Y por qué? Budd cree que es la sequía que padece la región lo que provoca que los animales busquen esconderse en los baños de las personas.
“Es un hecho que el clima está realmente seco ahora y que ellas andan en busca de agua, además de que es la temporada de apareamiento”, dice.
“Ellas usan mucha más energía que lo que normalmente usan, por lo que necesitan más agua. Estas serpientes no son venenosas. No están consideradas peligrosas. No tienes nada que temer, pero si te llegas a cruzar con ellas, es mejor que las dejes tranquilas”.