(CNN Español)– El viaje del papa Francisco a Cuba y Estados Unidos tiene un carácter fundamentalmente geopolítico, coincidieron analistas en entrevista con Carmen Aristegui.
“Se trata de un viaje político, aunque parezca pastoral (…), pero no se trata de política interna de Cuba, sino de geopolítica vaticana”, dijo Roberto Blancarte, profesor e investigador del Colegio de México.
“Creo que este viaje –Cuba y Estados Unidos- lo que trata es más bien de reposicionar a la Santa Sede como un actor político internacional”.
El papa Francisco medió en las negociaciones para el restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
En ese sentido, dijo Blancarte, “el papa está mandando como mensaje ‘nosotros somos un actor político internacional y tienen que contar con nosotros para las cosas que sucedan importantes en el mundo’”.
Tras pasar cuatro días en Cuba -en los que ofició misas multitudinarias y se reunió con los líderes comunistas Fidel y Raúl Castro- el papa se dirige este martes a Estados Unidos, donde también se reunirá con el presidente Barack Obama.
“Hay una evidente dimensión geopolítica en el diseño del itinerario del viaje del papa”, coincidió Rafael Rojas, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
Se trata de un “trayecto geopolítico a favor de dejar atrás la fractura ideológica de la guerra fría, personificada por el diferendo histórico entre Estados unidos y Cuba”, agregó Rojas.
Por otro lado, ambos expertos coincidieron en que el viaje también tiene por objetivo reforzar el papel de la Iglesia católica en Cuba.
“El papa Francisco es un tipo de papa que se parece a Juan Pablo II ya que hace política a través de la misión pastoral”, dijo Rojas.
“En ese sentido, lo que ha estado haciendo en sus misas en Cuba es reforzar y consolidar a la Iglesia católica como una institución central de la nueva sociedad civil cubana”.
Durante una misa masiva en la Plaza de la Revolución de la Habana, el papa envió un mensaje claro: “se debe servir a las personas, no a las ideas”.
El papa también aclamó a la Iglesia cubana en Holguín: “sé que con esfuerzo y sacrificio, la Iglesia en Cuba trabaja para llevar a todos la presencia de Cristo”.