WASHINGTON (CNN) – Ha faltado a más votaciones que casi todos sus colegas, no hace mucho por fomentar las relaciones con otros legisladores y no ha obtenido el respaldo de un solo senador para su campaña presidencial.
Las cifras de Marco Rubio en las encuestas podrían estar mejorando… pero el Capitolio aún no está a bordo.
El senador republicano por Florida y aspirante a la presidencia se encuentra bajo crecientes críticas por parte de sus rivales a causa de que ha faltado a las votaciones en repetidas ocasiones. Esto incluye un pasaje de lista clave el martes sobre un proyecto de ley de política de defensa al que no asistió debido a que tenía un evento de su campaña en Nuevo Hampshire.
En este punto, pocos legisladores parecen dispuestos a apoyar la campaña de Rubio. La falta de apoyo habla de la inestable naturaleza de la agitada contienda del Partido Republicano, pero también pone de manifiesto una realidad del tiempo que Rubio ha estado en el Senado.
Él ha pasado poco tiempo socializando con sus colegas en el cuerpo colegiado; a menudo toma el último vuelo a Washington antes de que inicie la sesión de la semana y se va en el primer avión disponible. Si Rubio al final gana la presidencia, tendrá que fomentar los vínculos en un edificio donde la construcción de relaciones es fundamental… o se arriesga al mismo tipo de críticas que siguieron a Barack Obama hacia el Despacho Oval: que él es distante e indiferente en el cortejo del Capitolio.
“Después de Obama, un senador de un solo mandato va a ser visto de manera diferente”, dijo el senador Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur, un rival presidencial.
Mientras Rubio, de 44 años de edad, es amable y muchos senadores dicen que personalmente les agrada, él tiene pocos amigos cercanos en el Capitolio. Cuando está en Washington, pasa una noche en el estudio de la Biblia y luego se dirige a eventos de recaudación de fondos las otras dos noches que está en la ciudad; así, se pierde el ajetreo que a menudo ocurre en los amistosos confines del Capitolio. Antes de unirse a la contienda presidencial, él pasaba su tiempo libre en Florida, donde daba clases en una universidad y entrenaba al equipo de fútbol de su hijo.
El abandono de su trabajo fijo
Y como decidió no buscar la reelección el próximo año, Rubio ha abandonado en gran medida su trabajo fijo al buscar un cargo más alto.
A veces, cuando hay una votación política clave o si él puede determinar el resultado, reorganiza su agenda para estar en el Capitolio. Por ejemplo, él estuvo ahí el mes pasado durante un esfuerzo por hundir el acuerdo con Irán en la víspera del debate presidencial republicano en California.
Sin embargo, su falta de atención al Capitolio parece concordar con su falta de respaldo. Hasta ahora, Rubio solo ha conseguido el apoyo de cinco miembros de la Cámara… pero de ningún senador.
Por el contrario, uno de sus principales rivales presidenciales, el exgobernador de Florida, Jeb Bush, quien nunca antes ha servido en el Senado, tiene el apoyo de tres senadores para su candidatura y de 20 miembros de la Cámara, entre ellos 11 de los 17 miembros de la Cámara del Partido Republicano de Florida. Rubio, expresidente de la Cámara de Florida, también ha visto que una ola de políticos actuales y anteriores apoyan a Bush en su lugar. Incluso dos miembros del Tea Party, los senadores Rand Paul y Ted Cruz, tienen más respaldo de los legisladores del Congreso del que Rubio ha conseguido.
Los funcionarios de la campaña de Rubio dicen que el senador de Florida no ha estado enfocado en ganar el respaldo de políticos, debido a que esto tiene poca influencia en el resultado de las primarias del Partido Republicano. Y dicen que la falta de apoyo en Washington demuestra que él ha luchado contra el ‘establishment’ del partido, como lo hizo cuando derrotó al entonces gobernador del Partido Republicano, Charlie Crist, para ganar su primer período en el Senado.
“Cuando Marco se postuló para el Senado en 2010, el ‘establishment’ completo en Washington y en Florida respaldaron a su oponente, y él ganó de todas formas”, dijo Alex Conant, vocero de Rubio. “Él se ha postulado a la presidencia porque cree que es hora de tener una nueva generación de liderazgo”.
Nuevo escrutinio
El historial de Rubio en Washington ha llegado a ser objeto de un nuevo escrutinio en medio de una ola de críticas por parte de sus rivales en relación a que sigue faltando a votaciones a un ritmo acelerado.
El martes, cuando habló en el Today Show de NBC, Rubio defendió su ausencia.
“La mayor parte del trabajo de ser un senador no es caminar hacia el pleno del Senado, levantar el dedo respecto a un tema que no es polémico y decidir por qué votar”, dijo Rubio. “La mayor parte del trabajo de un senador es el servicio constituyente al trabajo del comité, que sigue adelante sin cesar”.
Sin embargo, las campañas rivales del Partido Republicano comenzaron a circular un clip del pleno del Senado —donde Rubio atacaba con fuerza la negativa de los demócratas para permitir votaciones sobre enmiendas— en el que decía que los senadores no deberían tener miedo de votar.
“Si no quieres votar, no te postules para ocupar un cargo”, dijo en el discurso del pleno. “Dedícate a ser columnista. Consigue un programa de entrevistas”.
La izquierda también se apresuró a aprovecharse de la ausencia de Rubio el martes. Menos de una hora después de que se diera a conocer la noticia de que Rubio faltaría a la votación para ponerle fin a una medida demócrata de obstruccionismo sobre el proyecto de ley de defensa, el Comité de Acción Política American Bridge 21st Century, un comité liberal, envió un correo a los reporteros en el que se burlaban de Rubio con un satírico afiche de “desaparecido”.
Esa línea de ataque no es nueva: Obama fue criticado por faltar a la mayor cantidad de votaciones de cualquier otro aspirante presidencial demócrata en un punto similar en el ciclo presidencial de 2007, lo que incluye una resolución sobre Irán por la que criticó a Hillary Clinton debido a que ella la apoyaba.
El líder de la minoría en el Senado, Dick Durbin, demócrata por Illinois, conoce eso demasiado bien.
“Recuerdo cuando el senador Obama estaba haciendo campaña… esperábamos hasta que fuera absolutamente esencial para traerlo de vuelta”, recordó Durbin el martes. Esto no afectará a Rubio ahora, añadió, a menos que falte a una votación “importante y decisiva”.
Rubio ha trabajado en una legislación importante en el Senado. Él jugó un papel central en un acuerdo de inmigración en 2013… solo para luego alejarse del proyecto de ley cuando la medida se paralizó en la Cámara en medio de críticas de la derecha. Ahora dice que el enfoque fue el equivocado… y aboga por una estrategia más enfocada.
Aun así, a Rubio se le vincula más con la inmigración que con cualquier otro asunto legislativo. Y algunos reformadores de inmigración creen que a la larga, él va a estar de su lado.
“Creo que si él fuera presidente, veríamos una buena reforma migratoria”, dijo el senador Jeff Flake, republicano por Arizona, uno de los autores del proyecto de ley respaldado por Rubio.
Cartera más amplia
Desde que se convirtió en senador, Rubio ha tratado de ampliar su cartera legislativa al hacer viajes oficiales de investigación alrededor del mundo, por ejemplo a Asia y el Medio Oriente. Y mientras él ha presidido cinco audiencias este año en un subcomité del Senado de Relaciones Exteriores, los informes han demostrado que faltó a 54 audiencias de ese subcomité y el comité completo entre 2011 y 2014.
El martes, el senador principal de Florida, el demócrata Bill Nelson, se negó a decir si el ausentismo de Rubio afectaba al estado, al afirmar que los dos tienen una buena relación. Él añadió entre risas que hoy en día “se requiere de un poco más de tiempo” cuando los dos hombres necesitan ponerse de acuerdo en proponer a jueces federales que podrían llenar los vacíos en los tribunales de Florida.
Ante la pregunta de si la carga constituyente ha aumentado debido al ausentismo de Rubio, Nelson dijo lo siguiente: “No lo sé, pero según nuestro personal, ellos sin duda tienen mucho trabajo”.
Aun así, pocos senadores están dispuestos a atacar a Rubio por faltar a votaciones, dado que ellos también son culpables de faltar a sesiones del Senado.
“No lo puedo criticar”, dijo el senador por Arizona John McCain, un partidario de Graham que faltó a muchas votaciones durante su campaña presidencial en 2008. “No puedo criticarlo por faltas que yo también cometí”.